MEMORIAS DEL CONCEJO DE PARRES 1835-1985 (CAPÍTULO XXXVI)

POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)

Típica imagen en nuestro concejo a comienzos del siglo XX.

El puente viejo o puente de piedra a mediados del siglo XIX. A comienzos del siglo XX comenzó a conocerse como puente romano.

(Cuando en Arriondas se mataban los perros a tiros por la noche, se lanzaban los excrementos a la calle, los barrenos en El Pilanegro se disparaban sin precauciones o un mecenas cangués donaba escuela con terrenos para los niños de Lago y Vallobil)

En mayo de 1914 se dio cita a los vecinos de Cofiño y Bodes para consultarles sobre las pretensiones de ocupación de terrenos por parte del vecino de Santander Raimundo Fueyo, el cual deseaba explotar minas en el Puerto del Sueve mediante la Sociedad “Minas del Sueve”.

No puso inconvenientes el Ayuntamiento siempre y cuando el emplazamiento de los escombros, desagües y chabolas no perjudicasen las majadas y establos que allí tenían los vecinos.

A veces había que amenazar con la expropiación cuando el interés público estaba por encima del privado, como fue el caso de un vecino lindante con la Casa Consistorial en Arriondas que no permitía pasar el alcantarillado por la huerta de su propiedad, cediendo al final a cambio de 250 pts. de indemnización.

Mientras, La Peruyal y el Barrio de Abajo carecían de proyecto de alcantarillado y seguían a la espera del agua corriente en sus domicilios. Su idea era que los desagües fuesen hasta el Río Chico y desembocasen en el pozo del “Pericón”.

El diputado a Cortes Manuel de Argüelles remitió carta comunicando que el Director General de Obras Públicas había tramitado la subvención para el abastecimiento de aguas de Arriondas que sería una realidad seis años después.

Hubo que dar un toque de atención a los médicos por hacer recetas en papel no oficial municipal, así como por el alarmante y cada día más crecido número de ellas cuyo destino era el puesto de la Guardia Civil, sin concretar el preceptivo nombre del destinatario.

El Maestro de Obras del Ayuntamiento de Cangas de Onís- presentó un presupuesto por 879 pts. para pagar a medias entre ambos concejos las reparaciones del “puente viejo” (después conocido como “puente romano”) que nos une. Respuesta de Parres: ¨Lamentamos no poder cooperar para la reparación de tan hermosa obra que es ornamento de la ciudad de Cangas de Onís” (la cual ostentaba el título de ciudad desde seis años antes, por gracia de Alfonso XIII).

Amador Llano Corral era un concejal puntilloso, observador, amigo de cumplir la ley y de que los demás hiciesen lo mismo y debemos seguir con atención sus pasos durante 22 años, hasta encontrarlo como alcalde ya en el epicentro de los futuros horrores que le aguardaban en plena Guerra Civil.

Sus propuestas del 16 de mayo de 1914 fueron:

-Que los que explotan la cantera del Pilanegro tomen precauciones con los barrenos para evitar desgracias y desprendimientos en los caminos cercanos.

-Que dos peones limpien y allanen el campo de El Barco.

-Que el Sr. Fuentes arregle la antiestética empalizada de su finca junto a la estación del tranvía.

-Que se coloque una piedra sobre la alcantarilla de La Peruyal, que está al descubierto.

-Que se ordene a J. C. que retire la piedra que tiene acumulada en el camino de El Barco.

-Que se ordene barrer la plaza del Mercado también los domingos, y si el barrendero no puede o no quiere, lo manifieste para buscar a otro que lo haga.

-Que desde las casas de A. P. y de B. C. se lanzan excrementos a la calle.

-Que los alcaldes de barrio no podaron las sebes, a pesar de ordenárselo.

-Que los empleados municipales cumplan con sus obligaciones.

-Que se hagan efectivas las multas o redenciones a quienes en Arriondas no asistan a las prestaciones personales obligatorias.

Pedro Sarmiento Beceña, de Cangas de Onís, observó que los niños de Lago y Vallobil no podían asistir muchas veces a la escuela en el pórtico de la iglesia por lo intransitable de los caminos, por lo que propuso construir un local de escuela amplio a sus espensas y en terrenos de su propiedad -que le había cedido su tío Francisco Beceña Coro-. Sería un local con todas las condiciones higiénicas, buen material escolar y con un profesor con años de buena experiencia al que gratificaría, además del sueldo que le pagase el Estado, para lo que el Ayuntamiento de Parres debería dar carácter oficial a la escuela.

De modo que ofreció a nuestro Ayuntamiento de forma gratuita y en propiedad el edificio que construiría en el lugar conocido como “La Sierra”, en Lago.

Y, añade Pedro Sarmiento, que cedía también el terreno de alrededor para expansión de los niños, según era intención de su tío Francisco.
Como no podía ser de otra manera, la corporación parraguesa aceptó por unanimidad el ofrecimiento y les concedió -tanto a Pedro Sarmiento como a su tío Francisco Beceña- un “voto de gracias”.

La plaza del Mercado tenía -como sabemos- sus puestos de venta, a los que se les cobraba un impuesto trimestral si eran grandes, y los martes de mercado a todos los demás, y digo bien martes, porque ése era el día tradicional hasta que -mucho después- pasó a los sábados.

El tema de los perros sueltos y los conflictos que originan es muy viejo. Una vecina pobre -de nombre Cecilia Cuétara- fue mordida por uno de ellos que se consideraba “hidrófobo” (con rabia) y tuvieron que pagarle 20 pts. para que fuese al Hospital Provincial, en Oviedo.

También hubo que llevar a Fíos en un carro a uno de sus vecinos enfermo, conocido como “Totó”.

Enemigos de los perros había y se hacían notar, pidiendo que los dueños pagasen por tenerlos, incluso el concejal Amador Llano -antes citado- protestó porque por la noche había gente en la villa que mataba los perros a tiros de escopeta, y que ello era un peligro para los transeúntes. De forma que, aunque no era lo mismo tener perro en la aldea -por ser de necesidad- que tenerlo para la caza -que era considerado como para un uso de “lujo”- con la finalidad de disminuir la gran cantidad de ellos que había se decidió que se debían pagar 2 pts. por cada perro, sin distinción, pues era difícil clasificarlos.

Al minucioso Amador le pusieron al frente del Depósito de Fondos Municipales y recaudador del reparto de consumos.

…Y nos vamos al Lladuengu, no a darnos un baño, sino a ver cómo se colocaba un cable nuevo que había costado 80 pts. para cruzar en barca a Santianes, al mismo tiempo que subvencionaban al barquero con 100 pts., y al de Fuentes con 50, lo mismo que al de Arobes.

Otros gastos previstos para 1915 eran para el alcantarillado de Arriondas adjudicado a Celestino Muñiz Vicente, de Villamayor, 24.340 pts. (el cual le cedería la obra al contratista de Ribadesella Ángel Bravo), 2.240 pts. era el sueldo del secretario, 1.500 pts. para cada médico, otras 500 para posibles epidemias, 500 más para las ferias y fiestas de Sta. Rita, etc. Como para el cementerio civil se reservaron 200 pts. cuyo muro hizo Faustino Pendás a razón de 15,75 pts. el metro cúbico de mampostería y por 1.98 pts. el metro cúbico de excavación para cimientos.

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