GUADALUPE DA LAS CAMPANADAS

POR ANTONIO RAMIRO CHICO, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA Y PUEBLA DE GUADALUPE (CÁCERES)

Custodios de Santa María de Guadalupe. José de Uceda. Siglo XVIII

A finales del siglo XIII el curso del río GUADALUPE se iluminó, nunca mejor dicho, con la presencia de María, que quiso establecer su morada en este lugar escondido de las Villuercas, para anunciar al mundo la misericordia de su querido Hijo, a través de un humilde vaquero de la ciudad de Cáceres, que pastoreaba su rebaño en estas riberas de la dehesa de los Guadalupe.

Desde ese mismo instante las campanas del Santuario no han dejado de tañer en estos valles de los Montes de Toledo. Erigida su iglesia en Santuario Nacional desde 1330, por concesión de Alfonso XI, el primero en todo el Reino de España, sus favores no han dejado de proclamarse en todos aquellos que han confiado en la intercesión de su maternal presencia, desde el propio Alfonso onceno, los Reyes Católicos, Cristóbal Colón, Hernán Cortés, San Juan de Dios, Santa Teresa de Jesús, oh hasta el mismísimo Juan Pablo II. Todos ellos peregrinos y romeros de Nuestra Señora.

Como lo fue Pedro I “el Cruel”, quien favorecido por la Virgen de Guadalupe, le ofreció en 1363 una de las campanas más grandes de España, fundida por los maestros Bernal Pérez y Alfonso Domínguez de Sevilla, según consta en su gótica inscripción latina, testigo y vocera fiel de cada uno de los hitos que durante siete siglos ha vivido este lugar.

Esta será la campana que repique también las 12 campanadas del nuevo año 2020, cuya retrasmisión se llevará a cabo por Mediaset, por haber sido la Puebla y Villa de Guadalupe ganadora del concurso de Ferrero Rocher, en su 30 aniversario.

Campana del Reloj. Pedro I. Siglo XIV.

Pocos lugares de la geografía española pueden ofrecer una estampa tan maravillosa como es la postal navideña de la plaza y fachada de este Patrimonio de la Humanidad.

Así lo entendió nuestro alcalde, Felipe Sánchez Barba, que desde el principio de su legislatura apostó por la convocatoria de atracción que genera este nombre universal, cuyo rostro Moreno le tiene Extremadura por Patrona, y por Reina la Hispanidad.

Conocedor de que las grandes empresas que nuestra Nación ha llevado a cabo han sido puestas bajo su protección, no ha dudado de ofrecerla cada una de sus gestiones, ni se ha olvidado de hacer novenas, como hizo el propio Hernán Cortés y otros tantos adelantados, cuando vieron que sus empresas llegaban a buen puerto.

Así ocurre aquí cada tarde, desde que Guadalupe ha sido ganador de la Fiesta de la Luz de Ferrero Rocher. Miles de personas, peregrinos y visitantes llenan al caer la tarde, la Puebla y Villa de Guadalupe, y a eso de las seis y diez de la tarde, un rotundo ¡Oh, oh , oh…! suena por cada una de sus calles y plazas cuando el alumbrado ilumina a este Patrimonio de la Humanidad, superando incluso aquellos grandes acontecimientos que algunos todavía recuerdan, como fue la Coronación canónica de Santa María de Guadalupe, el 12 de octubre de 1928, como Reina de las Españas, la celebración del primer Día de Extremadura, 8 de septiembre de 1985, oh la mismísima venida de S.S. Juan Pablo II, 4 de noviembre de 1982.

Plaza de Santa María y Fachada del Santuario de Guadalupe iluminado para las campanas de 2020.

Una vez más, solo ha hecho falta agitar el tarro de las esencias que contiene Guadalupe para que la vitalidad que siempre tuvo este Santuario Nacional vuelva a lucir con la misma intensidad que hicieron de él uno de los primeros centros de peregrinación de la cristiandad.

Por ello, sería bueno, que nadie subestime su proyección universal y no se pretenda hacer un corralito más de los nacionalismos que ahora campean en nuestra vieja nación, incluso bajo el pretexto de que la Virgen de Guadalupe es la Patrona de Extremadura. Nadie olvide, que Ella es también la Reina de las Españas o de la Hispanidad, su nombre es bendito en todo el mundo y proclamado cada día por millones de personas.

Fuente: https://cronistasdeguadalupe.blogspot.com/

Sin Comentarios.

Responder

Mensaje