LA IGLESIA DEL CONVENTO DE SAN PEDRO DE TRUJILLO

POR JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO, CRONISTA OFICIAL DE TRUJILLO (CÁCERES)

Espadaña de la iglesia.

El convento de San Pedro y Santa Isabel está situado entre la Plaza Mayor en la plazuela de San Judas. Tiene una superficie de 1612,80 m², además de la huerta y el jardín que comprenden 1308, 15 m² y otros anexos 516,20 m².

La iglesia del convento es de un gran interés arquitectónico, tiene una superficie de 256,50 m². Está construida a base de mampostería, reforzada con sillería en los vanos, contrafuertes y elementos tectónicos. Los robustos contrafuertes se abren en una especie de arco saliente, permitiendo un conjunto arquitectónico de gran belleza, único en Trujillo. Al estilo de la iglesia de Santiago de Cáceres.

Se accede al interior de la Iglesia por medio de un arco carpanel de molduración gótica seguida en las jambas, que marca un alfiz quebrado en la zona superior donde se aloja el escudo de la ciudad de Trujillo. La presencia del escudo es clara, el concejo patrocino la obra. También, en el interior, en una de las claves está presente el mismo escudo. Uno de los escudos de la ciudad más bellos de Trujillo.

La iglesia presenta una sola nave rectangular de tres tramos, sobre recios muros de mampostería reforzados al exterior por contrafuertes y cabecera recta de la misma anchura que el resto. El templo está cubierto en su totalidad con bóveda de crucería estrellada que descarga sobre arcos apuntados, que descansan en pilastras de orden compuesto. En las convergencias de los nervios en sus puntos claves destacan los escudos de la Ciudad, de los Reyes Católicos y el de la Orden Franciscana. En el tramo de los pies esta el coro -bajo y alto- con frente en arco carpanel y bóveda de crucería estrellada en el sotocoro. El libro de cuentas más antiguo que se conserva en el convento corresponde al año 1583. No obstante, encontramos ya informes sobre otras obras realizadas en el convento en el año 1579, en un Libro de Visitas. En el año 1620, se realizó el torno del coro bajo. En el año 1658 se construye el mirador del campanario, que fue quitado con motivo de las obras realizadas en el año 1976. Se gastó la cantidad de 3780 reales en la obra de la iglesia y el mirador.

Escudo de Trujillo en la puerta de la iglesia.

Por los elementos decorativos y estructurales que lo conforman, podemos decir el templo conventual es obra del siglo XV. Conserva elementos decorativos propios de los períodos gótico y los primeros años del siglo XVI. A los pies del templo, en lo alto, se alza una sencilla espadaña de ladrillo, de dos cuerpos diferenciados por una imposta, abriendo dos cuerpos de campanas en el superior; a los lados, dos escudos con las cinco llagas y San Francisco.

Con el abandono del edificio por parte de las religiosas durante la exclaustración de 1836 desaparecieron muchas obras de arte y gran parte de los enterramientos de su iglesia. No obstante, aún se conservan en la cabecera dos capillas renacentistas en arcosolio de medio punto. En la capilla de los Calderones, el intradós está decorado con casetones y cogollos, entre columnas estriadas, acogiendo la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, de gran importancia histórica para la comunidad, obra del escultor de Valencia don modesto pastor, realizada en el año 1888, fue restaurada en el año 1900 por don Juan Delgado, natural de Trujillo. La otra capilla, perteneciente a la familia Vargas, es más sencilla. En ella se venera la imagen de Nuestra Señora de la Paz, patrona del convento. Preside el ábside el Cristo de las Maravillas, magnífica escultura del siglo XVII, madera policromada, con correctas carnaciones y paño de pureza anudado a la derecha.

A mediados del siglo XVII recogemos una referencia a órganos existentes en la capilla. Hay un aspecto que nos explica sobradamente el tenor de la piedad y la intensidad del mismo, pues hayamos partidas diversas que nos hablan de cant horas, del arreglo de órganos, arpas, guitarras, de la compra de cuerdas y la reparación de los instrumentos que acompañaban a los actos litúrgicos. Los años finales del siglo XVII, repetidas veces se mencionan toda clase de instrumentos que acompañaban al órgano: arpas y guitarras para tocar en las fiestas. Los órganos existentes en el siglo XVII desaparecieron. Fueron sustituidos por un piano y un armonium, adquiridos en diciembre del año 1879.

El único enterramiento que se conserva en el suelo de la iglesia con inscripción y blasón nobiliario, es el perteneciente a “S. DE IVAN CALDERON DE TAPIA / Q AIA GLORIA / I DE FRANCISCA / (escudo) XIMENEZ MONTEJO SU MUGER / QUE LA MANDO PONER”.

Estas dos capillas aparecieron en las obras realizadas en el año 1960 por el arquitecto don Miguel López-Pedraza. Existió un retablo de yeso y mampostería que fue destruido en el año 960 durante las obras de reforma. Éste retablo y otros neogóticos fueron realizados por él artista local don José Antonio Picazo en el año 1879, cuando las religiosas regresaron de Plasencia tras la exclaustración. En el año 1881 se construyó un nuevo claustro, nueve celdas y el noviciado, toda la obra importó 56.100 reales, habiéndose desmembrado con este motivo el capital de la comunidad, excepto una limosna recibida del Sr. Obispo de Plasencia.

En el año 1889 se blanqueó la iglesia, se arregló el pavimento de la misma se llevó a cabo una amplia renovación de la sacristía (según el Libro de Cuentas de Fábrica del convento de San Pedro, 1885-1916).

Sin Comentarios.

Responder

Mensaje