«NO ES ‘OVIEDÍN DEL ALMA’, ES OVIEDO: SENCILLO Y RECOLETO»

CARMEN RUIZ-TILVE CRONISTA OFICIAL DE OVIEDO«CUANDO LA PANDEMIA PASE, SI ES QUE PASA, VOLVEREMOS A LAS VIDAS QUE TENÍAMOS ANTES DE ESTO, PERO ESO EN EL FONDO ES ALGO MALO»

La cronista oficial de Oviedo, Carmen Ruiz-Tilve, en el sillón de su salón, posa para EL COMERCIO, junto a un ejemplar de la ‘Luna invasora’. / PABLO LORENZANA

La cronista oficial de Oviedo, la catedrática jubilada de Filología Carmen Ruiz-Tilve (1941), cumplirá ochenta años el próximo 19 de abril. Apenas sale de casa. La crisis sanitaria y el mal tiempo, explica, obligan a esperar una situación más favorable. Recibe a este diario en su domicilio ojeando un ejemplar de la ‘Luna Invasora’, de Publio Lorenzana, afirma que tiene una nueva novela en mente y advierte que, en todo caso, cuando todo pase «saldré con el zapatín bajo para ir a muchos sitios».

-Primero de todo, ¿cómo se encuentra?

-Yo estoy bien, y en estos momentos es lo mejor que se puede decir. No salgo de casa, ni el tiempo ni la situación sanitaria nos acompañan. Toca esperar, soy paciente, siempre lo he sido.

-¿La pandemia ha trastocado su estado de ánimo?

-Eso a todos los ovetenses, es lo más normal, pero estoy bien, a mí no me ha tocado.

-¿Está aprovechando para ponerse al día con lecturas o algún nuevo proyecto literario?

-Yo escribo, siempre escribo, es lo único que sé hacer en esta vida y a lo que más esfuerzo le he dedicado en todos estos años. Admito que ahora estoy más dispersa, pero siempre tengo algo en el teclado.

-¿En qué está trabajando?

-Tengo una historia en la cabeza, pero aún tengo que tomarme algún tiempo. Tengo intención de escribir una novela. Voy poco a poco, muy breve.

-Para usted, 2020 y 2021 son los años de los homenajes.

-Y mire usted que yo no soy de homenajes. Nunca lo he sido. Debe de ser que me ven mayor (ríe).

-¿Cómo ha recibido el Premio de las Letras de Asturias que otorga la Asociación de Escritores?

-Pues con mucha felicidad y orgullo, ¿cómo iba a recibirlo si no? No tengo costumbre de ello, pero estoy contenta. Además, me han dicho que hay un par de colectivos que quieren homenajearme este año. A ver qué pasa.

-Usted ha dedicado su vida a las letras, ¿se arrepiente de algo?

-Jamás. Logré compaginar la Universidad, que fue siempre mi trabajo y muy satisfactorio, con mi Oviedo. Nunca me uní a una camarilla ni escribí al dictado de nadie, trabajé a mi aire. Y ahí estoy, siendo parte de mi Oviedo, que no es un ‘Oviedín del alma’, es Oviedo: sencillo y recoleto.

-¿Cuál es la crónica que se puede hacer del Oviedo de la pandemia?

-Mire, tal y como estamos, se podría hacer una crónica en la que saldrían muchísimas cosas, y no solo en cuanto al tema sanitario. Muchas vidas dobles. Veo a Oviedo bastante fastidiado.

-¿En qué sentido?

-En el de que todo esto que estamos viviendo podría considerarse el comienzo de un final de muchas cosas tal y como las veníamos conociendo hasta ahora. Una parte de la esencia del Oviedo actual, lo poco que queda de aquel pueblín que fue, podría desaparecer en unos años.

-¿Me está hablando de la conciencia de lo propiamente ovetense o de la morfología de la ciudad?

-En Oviedo, hoy, se hacen muchas cosas sin que se cuente con la presencia o la voz de las personas. Se hacen muchas cosas, pero parecería como si a la gente se le estuviese relegando a un segundo plano, como si la propia vida nos enseñase cada día que no somos necesarios ni de contingencia.

-¿Los ovetenses saldrán siendo otros de todo esto?

-No lo creo. Cuando toda esta situación pase, si es que pasa, volveremos a la misma vida de antes. Eso si podemos, pero en el fondo es algo malo. Estábamos todos muy conformes con la vida que hacíamos y llevábamos antes de la pandemia. Tocará esperar a que la situación se calme, claro está, pero yo soy pesimista en ese sentido. Ahora estamos luchando contra el virus, pero pienso que esto no se va a acabar en cuatro días.

-¿Cómo ve el Oviedo que se está gestando bajo el mandato de Alfredo Canteli?

-No podría valorarlo.

-¿Por qué?

-Porque entre una cosa y otra, y por la pandemia, todavía no se está haciendo nada. Veremos qué sale de todo esto.

-¿Cree que la ciudad está estancada con sus grandes proyectos como La Vega, la plaza de toros y muchos otros?

-Sí, lo creo. Hay cantidad de obras que están pendientes y da la sensación de que fuesen a estar siempre así. Pero lo cierto es que ahora tampoco se puede hacer nada. Una situación como esta no la hemos vivido nunca, ni siquiera durante la guerra.

-Una de las cosas que usted siempre ha pedido sigue pendiente, ese museo de la historia de Oviedo.

-Sí, y sería muy necesario para que los ovetenses pudiesen conocer su propia historia. Porque la ciudad cambia y parece que no nos damos cuenta. Nos da la impresión de que Oviedo está siempre igual, y de eso nada, la ciudad cambia de forma natural, en parte, y ahora ya más violentamente.

-¿Un ejemplo?

-Cuando yo era joven, que lo fui (ríe), se iba de paseo por la Avenida de José Antonio, hoy el paseo de los Alamos. Ahora nadie pasea por allí como entonces, la gente cruza con paso rápido camino de algún sitio.

-¿Qué hará cuando vuelva a salir a la calle?

-Salir a pasear por Oviedo como toda la vida lo hice, con el zapatín bajo para ir a muchos sitios. Quiero pasear y recorrer ese Oviedo nuevo, a ver si es tan distinto como dicen, y encontrar nuevos lugares. Alberto Arce. Oviedo. El Comercio (Diario de Asturias)

Fuente: https://www.elcomercio.es/oviedo/oviedin-alma-oviedo-20210207001444-ntvo.html?fbclid=IwAR3sH9vGyJo2hXATo9hMyry94SDTZmrhd0pZsZMyH4tk-Aj36ToI6Es4O7M

 

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