TEATRO DE APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)

Portada del libro.

Portada del libro.

Organizado por el Fondo Cultural Sierra Norte y el Ayuntamiento de Garganta de los Montes, APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA, estrenó el pasado día 7 de julio en Garganta de los Montes (Madrid) la obra “Los amores del Arcipreste”, con música del maestro Pedro L. Nebreda. Se trata de una obra que habla de las andanzas y aventuras del clérigo de Hita por las faldas del Guadarrama hasta Segovia, con una gran exhibición de los Conjuntos Corales “Marqués de Santillana” y “Cánticum Novum”, más la actuación de Distrito 20 de Madrid.

LOS AMORES DEL ARCIPRESTE es una recreación libre del Libro de Buen Amor.

Texto de Apuleyo Soto y música de Pedro Luis Nebreda.

ITINERARIO

Juan Ruiz sale, con su criado Telesforo, desterrado de Hita (Guadalajara) por orden del arzobispo de Toledo, don Gil de Albornoz, quizá por ayuntamiento “con hembra placentera”.

A través del Valle del Lozoya, en el Norte de Madrid (Buitrago, Lozoyuela, Garganta, Alameda, Pinilla, Oteruelo…) asciende al puerto de Malagosto y pasa a Sotosalbos, ya en Segovia, desde donde se dirige, acompañado de los canónigos de la catedral, a saludar a su amigo el obispo de la Ciudad del Acueducto.

Al cabo de unos días, escaso de dinero, regresa nuevamente, pero esta vez se pierde y atraviesa los puertos de la Fuenfría y Tablada.

En el camino de ida y vuelta se encuentra con las enamoradizas vaqueras, que le piden portazgo, y con los venteros, lavanderas, pastores y labriegos de la Sierra, mezcla de judíos, moros y cristianos, con los que corre donosas aventuras, que el clérigo culto transcribe en versos de una factura y frescura inigualables, creando los mitos del Don Juan (él mismo), Doña Inés (monja Garoza) y la Celestina (Trotaconventos), que aprovecharían y matizarían siglos después Rojas, Tirso y Zorrilla, entre otros ingenios.

Me he tomado la licencia de incluir nuevos pasajes que, si no fueran ciertos, tampoco desentonan del conjunto.

Las distintas peripecias del amor divino y humano finalizan con los “Gozos a Santa María”, cuyo estribillo os animamos a cantar con nosotros y reza así:

Quiero seguirte a Ti,
Flor de las flores,
No se descarriarán
Más mis amores.

Estamos en Castilla hacia 1330, años góticos, penúltimos coletazos de la Edad Media y vísperas carnales del Renacimiento.

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