RECUERDOS CON ENSEÑANZAS ACTUALES

POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA

Instituto.

Instituto.

Mira, paisano, tiene el mes de octubre un olor especial a libro nuevo, a otoño recién estrenado, y a tañido de campana tratando de despertar las raíces dormidas de un mundo que dormita en su ruido, en su estallido cotidiano, en su bullicio de soledades.

La Europa de nuestros sueños, paisano, ha resultado ser la Europa de nuestros desencantos. Nos creímos como unos chiquillos que todo esto era algo para unir a los pueblos, y ha resultado ser la Europa del tío del saco con el que nos asustaban de niños.

Paisano, nos han “tomao el pelo” como a angelicos, y cuando decían que nos daban ayudas pa tó, en realidad nos estaban dando “caramelos envenenaos” del sacamantecas. Bien que nos advertían nuestras madres: “Niño, no te fíes de quien te de un caramelo sin conocerlo”. Y estos de Europa nos conocían mu bien, y por eso nos han dao ná, pero con muchos argumentos.

No hemos aprendido la lección de nuestra historia. Qué estéril fue que los españoles nos tomáramos tanto trabajo en combatir a los franceses durante la Guerra de la Independencia para que después de toda la sangre y todo el quijotismo derramado acabáramos recibiendo al impresentable de Fernando VII al grito de ¡vivan las caenas!. Con la expulsión de los franceses entonces, según parece, ganamos la dignidad nacional, pero perdimos la oportunidad de evitar que padeciéramos nuestros cien años de soledad de España sin Europa, al final de los cuales sólo nos quedaron unos cuantos sombreros de paja de los últimos de Filipinas, y un sentimiento de inferioridad como estigma nacional.

Paisano, si tuviéramos aquí lo que hay que tener para levantarnos sobre las piedras lunares, arrancaríamos los sesenta y cinco millones y pico de olivos que dicen que hay en Jaén, le pegaríamos fuego, y en esa pira quemaríamos también a todos los que nos han engañado con el rollo de Europa. Con sus cenizas haríamos tizones y escribiríamos en las paredes de nuestro patrimonio de la humanidad: “Ardan ante estas piedras las llamas de vuestro patíbulo”.

Tres millones de españoles ya son pobres de solemnidad, y entre sólo cien de los “nuestros” ya se reparten 1´8 billones de euros. Ser europeos ¿pa qué?, paisano.

Fuente: http://cronistadeguarroman.bitacoras.com/

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