ULEA: AÑO 1850

POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)

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El siglo XIX en Ulea fue pródigo en acontecimientos: llenos de luces, los unos, y con bastantes sombras, otros. Elijo como muestra el año central del siglo: año 1850.

Ulea es una villa con Ayuntamiento propio, comandado por el alcalde Joaquín Miñano, pertenece al partido judicial de Cieza, vicaría de Totana, “mullius diócesis”, audiencia territorial de Albacete y Capitanía General de Valencia.

Situada en un lugar estratégico, al pie- mas bien en la ladera -de la Sierra el Castillo-, en uno de los recodos que hace el serpenteante río Segura, que cursa por una superficie plana, a la salida del Valle de Ricote.

El clima es muy benigno y las enfermedades más comunes son las “calenturas intermitentes” y las “afecciones digestivas”. Se compone de 150 casas de mediana construcción, entre las que se encuentra el Ayuntamiento; en donde se ubica la cárcel. Existen dos escuelas, una de instrucción primaria, para niños, concurrida por 36 alumnos y otra de enseñanza, para niñas, en la que están matriculadas 16 alumnas.

La iglesia parroquial a la que se accede por unas escalinatas, sin barandilla, está ubicada en el centro del pueblo, hacia la parte noroeste, dedicada a San Bartolomé. De esta parroquia es aneja la de Villanueva. Se provee por el Tribunal de Órdenes Militares. A la distancia reglamentaria del núcleo de población se encuentra enclavado el Cementerio municipal, en el paraje denominado “La Capellanía”.

Ulea limita al norte por el monte el Castillo que le separan de Ojós y Blanca. Al sur por el río Segura que serpentea, a sus pies de forma majestuosa. Al este con Molina y al oeste con el Salto de la Novia, que le separa de Ojós.

Del río Segura, con un caudal aceptable, se toman las aguas, que, canalizadas por una acequia, riegan las huertas de la fértil vega uleana. Casi todo el terreno es escabroso y para su cultivo precisan hacerse bancales escalonados.

En este año 1850 se contabilizan 400 tahúllas de regadío, plantados de naranjos, limoneros y árboles frutales. Pasadas Las Lomas y el barranco de Sevilla, Ulea tiene una gran extensión de terreno de secano, en donde se cultivan cereales, olivos y almendros.

Los caminos que le comunican con los pueblos limítrofes son de herradura, siendo preciso cruzar el río Segura en barca, por carecer de un puente que una Ulea con Villanueva y Archena. Se puede ir en carro, o en caballería, para enlazar con la carretera que une Murcia con Cieza. El correo, que se transportaba por estos medios de comunicación, se recibe de la administración postal de Cieza.

La riqueza del pueblo es la que deriva de la agricultura y ganadería. Las naranjas, limoneros- los más abundantes- trigo, maíz, cebada, almendras, aceitunas, lino, legumbres y hortalizas, son los productos más importantes que se cosechan, tanto en el terreno de regadío, como en el de secano. El ganado cabrío y lanar es muy abundante y da bastantes puestos de trabajo, generando buenos beneficios económicos con la carne, leche, quesos y lana. En Ulea también hay caza menor, pero sin gran relevancia económica.

La industria de los uleanos es la derivada de los productos agrícolas y ganaderos, siendo muy importante el transporte de frutas a diversas provincias limítrofes en “recuas menores”.

La población está compuesta por 277 vecinos y un total de 1181 habitantes. El ayuntamiento recauda por productividad 4.854,16 reales, de impuestos 55.625 reales y de industria y comercio 4.400 reales.

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