TERUEL VUELVE A SER FIEL A SU TRADICIÓN Y ELIGE AL SEISADO DE SANTA EMERENCIANA

AL ACTO ACUDIÓ EL CRONISTA DE LA CIUDAD, VIDAL MUÑOZ

Un momento de la procesión a su paso por la plaza del Torico, con el Seisado en primer término y el busto de Santa Emerenciana detrás. / Bykofoto/Antonio García

Un momento de la procesión a su paso por la plaza del Torico, con el Seisado en primer término y el busto de Santa Emerenciana detrás. / Bykofoto/Antonio García

En las ordenanzas municipales de hace 330 años se recogía la obligación de nombrar como clavarios o seises de la Cofradía de Santa Emerenciana a un caballero corregidor, a un ciudadano, dos labradores y dos artesanos para acompañar con hachas de cera a la efigie de la santa.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces y han cambiado mucho las cosas pero el Día de Santa Emerenciana se sigue celebrando en Teruel y ayer se volvió a cumplir con la tradición un año más.

Seis parejas acompañaron a la patrona en procesión después de la misa que se celebró en la Catedral y del acto institucional que previamente tuvo lugar en el claustro del palacio episcopal, donde el alcalde, Manuel Blasco, les impuso las medallas a los miembros del Seisado, una institución que data del siglo XV y que tenía el deber de velar por la ciudad en caso de que le ocurriera alguna desgracia al Concejo y a los jueces.

En pleno siglo XXI el Seisado está formado por el último concejal que se ha casado por la Iglesia católica, que actuará de regidor, y cinco matrimonios turolenses que se hayan casado también por la Iglesia en el último año.

Raquel Valenzuela y Luis Antonio Marco actuaron como regidores; Javier Lizaga y Almudena Llorente como ciudadanos y Ángel Luis Uceda y Paloma Benitez; Miguel Ángel Gorbe y María Martín; Pedro García y Verónica Casteleiro y Pedro Górriz y Ana González como seises.

Las parejas se mostraron orgullosas de participar de esta tradición que en algunos casos ha pasado de padres a hijos.

Ese es el caso de Miguel Ángel Gorbe, cuyos padres fueron ya seisados o Paloma Benitez, cuyos padres y tíos también ocuparon este cargo en su momento.

«Para nosotros es un orgullo porque es una tradición familiar muy bonita», explicó Paloma Benitez, que se casó hace este mes un año y había venido desde Madrid para participar en el acto.

Pedro Górriz y Ana González es otra pareja del Seisado que ayer aseguraba que les había hecho «mucha ilusión» que se pusieran en contacto con ellos para formar parte de esta tradición. «En nuestra familia nadie había sido pero sí que tenemos unos amigos que han sido», explicó este matrimonio que se casó en septiembre del pasado año.

La concejal Raquel Valenzuela, que actuó como regidora, ya participó el pasado año y consideró que el Seisado «no es tanto un acto religioso como una tradición y las tradiciones hay que respetarlas».

Tanto en el acto institucional como en la procesión estuvieron representadas todas las formaciones políticas con representación en el Ayuntamiento de la ciudad excepto Ganar Teruel.

El alcalde les dio la bienvenida en el claustro del Obispado, ya que muchos de ellos se estrenan en este acto tras las elecciones de este mes de mayo.

Al acto también acudieron autoridades locales y provinciales y del Ayuntamiento de Huesca; medallas de Oro de la ciudad, una distinción que se suele entregar coincidiendo con esta celebración, o el cronista de la Ciudad, Vidal Muñoz así como los familiares de los seises.

Blasco recordó que no se había descubierto América cuando se conformó por primera vez esta institución que se ha seguido manteniendo.

Desde el obispado, representantes institucionales y el Seisado se dirigieron a la Catedral, donde se celebró la misa presidida por el obispo de Teruel, Carlos Escribano, para salir después en procesión.

Acompañando a la imagen de Santa Emerenciana, un busto de plata que cumple 400 años, no solo participó el Seisado y parte de la corporación municipal sino también representantes de las asociaciones culturales folclóricas de la ciudad tanto de la jota aragonesa como de la Casa de Andalucía así como ciudadanos particulares que quisieron realizar el recorrido con sus trajes regionales.

La procesión, que recorrió las calles del Centro, ha cogido así más fuerza y ha ganado en participación en los últimos años y el futuro está asegurado, porque según avanzó Francisco Gómez Sobreviela, jefe del Seisado, «ya tenemos los matrimonios para el próximo año».

Fuente: http://www.diariodeteruel.es/

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