LA CONTRACRÓNICA DE LA «PERJUDICADA» VALLADOLID

LA CRONISTA DE LEÓN REPLICA A SU HOMÓLOGO CASTELLANO POR LAMENTARSE DE «LA HOSTILIDAD Y LOS CELOS» CON QUE SE LES MIRA

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Cunde ya el discurso desde el Pisuerga del agravio comparativo hacia Valladolid. Un mensaje armado al contraataque por los políticos vallisoletanos que ahora toma boca en el cronista oficial de la ciudad castellana, Teófanes Egido. «Me apenan la hostilidad, los celos y el escaso cariño con que miran a Valladolid tanto los municipios del entorno como otras capitales de la región, o incluso algunas instituciones supraprovinciales», declaró el sacerdote historiador, en un reportaje publicado por El Norte de Castilla, en el que sostiene incluso que la urbe «no ha sido privilegiada, ni mucho menos» desde la instauración allí de las Cortes autonómicas. «Su crecimiento económico y demográfico ha sido imparable desde entonces. Igual que la lenta agonía de León, Zamora, Salamanca, o Palencia», se aprestó ayer a contestar su homóloga en la capital leonesa, Margarita Torres.

Frente al discurso del cronista de Valladolid, que defiende que su elección como «sede de las Cortes y del gobierno regional no sólo fue una decisión democrática, sino también sensata y lógica, porque está en el centro», Torres recuerda que «la decidida apuesta por Valladolid de aquellos políticos de los 80 y 90 ha supuesto su supervivencia y triunfo, igual que la de los nuestros, si no lo remediamos, nuestra muerte». Nada que ver con la exposición del portavoz castellano, quien entiende que lejos de ser privilegiada, «muchas veces hay que andar con tiento para que no parezca que es la beneficiado, lo cual, en la práctica, supone que es la perjudicada».

No le cuadra la argumentación a la cronista leonesa, quien lamenta que León «tenga que ver su historia relegada a un papel secundario por el desinterés de una administración proclive al centralismo y no dispuesta a reconocer las realidades de otros territorios, ya sean castellanos o leoneses». «Estimo que en nada hemos de envidiar a la ciudad del Pisuerga, que es hija del Reino de León, pues fue fundada por el conde Pedro Ansúrez, vasallo del rey leonés Alfonso VI. La huella leonesa de sus orígenes está allí, y lo estuvo durante tiempo después», apunta Torres.

Una visión desde la que admite que quienes se dedican «a la historia de León, a su grandeza», ven con «cierta envidia el buen hacer en defensa de Valladolid de sus políticos». «Ahí tenemos a León de la Riva, ¡quién lo pillara para León!, defendiendo a muerte a su ciudad y su historia», concede. «Anda, que si en Valladolid se hubieran celebrado las primeras Cortes con presencia del pueblo…», deja caer.

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