MONTSERRAT DÍEZ: «LA ESCRITURA SIRVE PARA SANAR Y PERDONARSE» • LA PSICÓLOGA DEBATIÓ EN NAVA CON AUTORES Y PACIENTES SOBRE EL EFECTO TERAPÉUTICO DE EXPRESAR LOS SENTIMIENTOS POR ESCRITO

LA MESA REDONDA CONTÓ CON LA PRESENCIA DEL CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS), LEOCADIO REDONDO

La mesa redonda celebrada en Nava. / MANUEL NOVAL MORO

La mesa redonda celebrada en Nava. / MANUEL NOVAL MORO

La escritura y la lectura no son solo instrumentos de conocimiento o facultades para expresarse, sino también vehículos de sanación. Así se demostró ayer en una mesa redonda celebrada en la sala Marta Portal de la Casa Cultura de Nava, titulada «Leer y escribir por placer y por salud».

Buen ejemplo de ello es el trabajo de la psicóloga María Montserrat Díez con pacientes de fibrosis quística, que ha utilizado la escritura como herramienta terapéutica. La psicóloga hizo dinámicas de grupo en la que trabajaron todas las debilidades o carencias que tenían y que necesitaban mejorar. «Fue muy bueno, porque lo que queda escrito perdura, y, pasado el tiempo, echas la vista atrás y ves qué persona eras antes y cuál eres ahora; ves los cambios, y eso ayuda mucho», explicó.

Y sobre todo, a través de la escritura, como apuntó, «uno puede sanar, puedes ganar en autoestima y perdonarte, y ayuda mucho». Una de las pacientes, Victoria Montes Ovín, leyó el relato sobre su enfermedad que había plasmado en su día por escrito, y se dio cuenta «del cambio tan enorme que tuve de aquella época a esta, y no sé cómo agradecer todo lo que nos enseñaron; a afrontar los temores, a olvidar, a perdonar… infinidad de cosas. En definitiva, a vivir con lo que teníamos».

Por su parte, la escritora Ana Martínez Sierra incidió en el carácter universal del acto de escribir: «La escritura no ha nacido bajo ninguna patente, no es un derecho exclusivo del escritor excéntrico, nostálgico o bohemio, ha sido creado por la necesidad constante que el ser humano ha tenido siempre de materializar lo etéreo de un recuerdo, de un pensamiento, de una hazaña, de un deseo, de un sueño».

Todo ello sirve no solo para expresarse, sino también para mejorar, concluyeron todos los presentes. La mesa redonda contó también con la presencia de dos personas que escriben, principalmente, por placer, o quizá por necesidad: el cura Alberto Torga y el cronista oficial de Nava, Leocadio Redondo.

Y contó su experiencia Alejandro Álvarez Calleja, autor de la monografía sobre el balneario de Fuente Santa de Nava. En todos los casos, la escritura es siempre algo más que un vehículo de expresión, algo más enriquecedor.

Fuente: http://www.lne.es/ – Manuel Noval Moro

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