JUANMA, EL NIÑO CON GRAVES SECUELAS POR NEGLIGENCIAS DURANTE EL PARTO EN EL SANTA LUCÍA • EL SISTEMA MURCIANO DE SALUD RECONOCE QUE EL PADRE AVISÓ HASTA EN OCHO OCASIONES A LAS ENFERMERAS Y DURANTE TRECE HORAS NADIE ATENDIÓ A LA MUJER

POR ANTONIO BOTÍAS SAUS; CRONISTA OFICIAL DE MURCIA

Juan Manuel y Juana, en el salón de su casa de Canteras, con el pequeño Juanma. / P. Sánchez

El pequeño Juanma parece no sentir nada; pero crece. Como la pena de sus padres. Ahí descansa, con su boquita entreabierta de expresión congelada, quizá fija en algún ángel. Si los niños tienen un ángel de la guarda, el que cuidó de Juanma al nacer andaba descuidado. Pero menos que la matrona que debía controlar el parto. Y menos que las enfermeras a las que el padre, hasta en ocho ocasiones, les suplicó que atendieran a Juana, la madre, quien ya rabiaba por las contracciones. «¡Si no se tranquilizan llamaremos a seguridad!», fue la única respuesta que le dieron.

Trece horas después nació Juanma. La cesárea no sirvió para evitar el demoledor diagnóstico: Encefalopatía hipóxico-isquémica perinatal grave. Esos impronunciables nombres resultan terribles cuando el padre los aclara: «Mi hijo no puede moverse, no habla y tiene que ser alimentado a través de una sonda».

Tan evidentes resultaron las negligencias en aquel parto que el Servicio Murciano de Salud (SMS) ha indemnizado con 800.000 euros a la familia tras reconocer que la atención recibida en el hospital Santa Lucía de Cartagena no se ajustó, ni de lejos, al más elemental protocolo.

Todo comenzó cuando la mujer de Juan Manuel Núñez acudió a urgencias a las 14.30 horas del 26 de diciembre de 2014, embarazada de casi 38 semanas, con contracciones. Tras ser examinada y comprobado el buen estado del feto, ingresó en planta. Y comenzó su calvario. A partir de las 18 horas sintió dolores y, aunque su marido solicitó atención en ocho ocasiones, hasta las siete de la mañana ninguna matrona o ginecólogo acudió a reconocerla. Las enfermeras le decían que el dolor era el normal. Finalmente, detectaron que el feto sufría una bradicardia y le practicaron una cesárea urgente. El menor, que ya tiene dos años y medio, sufre un daño cerebral grave que no le permite moverse. Requiere ser alimentado con sonda. Sonda que también se negó a facilitar el Sistema Murciano de Salud (SMS). Entretanto, la familia, que ocupaba un piso, se enfrentaba a un desahucio inmediato.

La presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, y el abogado de esa asociación, Ignacio Martínez, destacaron ayer que han llegado a un acuerdo con la aseguradora del SMS por la colaboración de otra paciente que compartía habitación y testificó, pues en la historia clínica no se reflejaba ninguna de las quejas. Pero es evidente que la indemnización evidencia las negligencias. Para los padres, el dinero es solo eso. Más les duele que el pequeño Juanma, que es un ángel, jamás entenderá, aunque intenten explicárselo, por qué es diferente a los demás niños.

Fuente: http://www.laverdad.es/

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