DESDE MI TORRE MUDÉJAR.591. CONGRESO HISPANO-MEXICANO DE CRONISTAS.

POR RICARDO GUERRA SANCHO CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD ARÉVALO (ÁVILA)

El presidente del Gobierno charla con vecinos de Arévalo (Avila) R,Guerra

Poco después de la aventura mexicana, cuando aún no habíamos aterrizado casi de forma textual, y preparándonos para el inmediato XLIII Congreso de los Cronistas españoles y también el I Hispano-Mexicano que en esta ocasión se ha celebrado en la ciudad de León.

Y fue in privilegio para mí el día anterior, en la ciudad de La Bañeza, cuando asistimos la entrega de una importante distinción, la Medalla Nacional de Honor de la Federación de Asociaciones de Cronistas a la Fundación Conrado Blanco, y en el mismo acto el reconocimiento de la Fundación al municipio mejicano de Ojocaliente por conservar y difundir su patrimonio cultural de Zacatecas en España.

Mariano Rajoy de paso por Arévalo. R. Guerra

Un acto cargado de simbolismo y agradecimientos. Yo participé en la representación de nuestra Asociación Nacional de Cronistas junto al presidente Antonio Galiano Pérez . Fue verdaderamente un inmejorable inicio de nuestro congreso que comenzaría al siguiente día en León. Tanto en un sitio como en el otro, una cosa llamó mucho la atención a las gentes, las arcaicas danzas de los “Matlachines” de Ojocaliente, que acompañaron aquellos actos con sus ritmos y coloridos.

Después el congreso nacional de Cronistas oficiales en León, con 160 asistentes, cronistas españoles y mejicanos, y acompañantes, en días cargados de visitas institucionales y culturales, al Ayuntamiento de León, a la Real Colegiata de san Isidoro y su museo, donde se encuentra el ya famoso Cáliz (Grial de Cristo)  de doña Urraca o Santo Grial, según defiende nuestra compañera Cronista Oficial e historiadora Margarita Torres, que deleitó a la concurrencia con una magnífica conferencia inaugural.

La asamblea general, nuevos asociados, diversos reconocimientos. Y un numeroso grupo de comunicaciones de gran altura histórica, cultural e investigadora, tanto de temas leoneses como libres, que llenaron las jornadas en el coqueto salón de actos del Palacio del Conde Luna.

Los danzantes mexicanos Matlachines en las calles de León. R. Guerra

Estaba León exultante de fiestas y de público, estaba celebrando esos días sus fiestas de San Froilán, y teníamos que atravesar un enorme mercado medieval que, según a qué horas, era realmente impenetrable. Pero todo ello formaba parte de este congreso que nos ha permitido conocer mejor el León campamento romano, o  panteón real de San Isidoro con sus murales románicos extraordinarios… o la “Pulchra Leonina” (La catedral) y finalizó la parte cultural con la visita a la cueva de Valporquero, enorme formación carstica de enormes cuevas que sorprenden al visitante, por su enorme dimensión −y no se visita sino una parte pequeña−, y por la belleza de sus formaciones.

Y cuando estoy escribiendo estas cosas, nos sorprende una visita presidencial, un día festivo en Madrid, el puente de la Almudena, con buen tiempo y mucho público que animó incluso nuestras terrazas. De regreso de un importante acto celebrado en Salamanca, la investidura como doctor honoris causa al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker y al ex comisario Manuel Marín, acto en el que se dijeron cosas importantes en lo de la unidad de Europa, en estos momentos tan ajetreados.

A su regreso, sin prisa, hacia Madrid, el séquito realizó una parada culinaria en nuestra ciudad, y así el Presidente Mariano Rajoy, acompañado por dos ministros, el de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis y el de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez Vigo, pararon para comer y pasar una tarde en Arévalo, degustando el tradicional “Tostón de Arévalo”, al decir de muchos expertos el mejor cochinillo asado.

Pronto en la ciudad corrió la noticia y muchos fueron los ciudadanos que quisieron ver a los ilustres visitantes, esperando largo rato su salida de un céntrico y afamado restaurante. Tiempo antes el Alcalde de la ciudad, Vidal Galicia Jaramillo presentó sus respetos departiendo con el presidente del gobierno largo rato.

A la salida el público reunido pudo saludar y hacerse fotos con Rajoy y sus ministros, que atendieron amablemente cuantas peticiones recibieron. Eso fue reconocido por el Presidente que dijo en su bloc digital: “Una parada en el camino. Gracias por el afecto a los vecinos de Arévalo, España es sinónimo de hospitalidad y buena gente”. Yo les vi y les saludé como Cronista, pues queda dicho…

 

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