INTERCAMBIO. VISITA GUIADA DE LOS CONSERVATORIOS DE MÚSICA DE ALMENDRALEJO Y MONTIJO (BADAJOZ)

POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)

Estudiantes de música en Montijo y Almendralejo

En la tarde del pasado viernes, 2 de marzo, realicé, en calidad de Cronista Oficial de Montijo, invitado por el Conservatorio Profesional de Música, una visita guiada al interior del templo parroquial de San Pedro Apóstol a un grupo de alumnos de Canto y Coro del Conservatorio Oficial de Música “Tomás Bote Lavado” de la ciudad de Almendralejo, con motivo de realizar un intercambio con alumnos de esas mismas materias del Conservatorio Profesional de Música de Montijo.

Los visitantes pudieron admirar la fábrica parroquial cuya construcción comenzó a finales del siglo XV, avanzó en diferentes fases a lo largo del siglo XVI, especialmente con la construcción de la bóveda de la nave central (gótico tardío) a mediados del siglo XVI. Fecha que coincidió con la compra de la villa por la familia Portocarrero.

Sería a comienzos del siglo XVII (1604) cuando en el templo se labró el crucero y capilla mayor que dirigió el maestro Francisco Montiel, obrero mayor del duque de Feria, junto con su hijo Bartolomé González Montiel.

El espacio acoge el retablo de traza clasicista atribuido a la valiente mano del tallista de origen portugués, Francisco Morato; siendo la obra de su pintura (apostolado, santos doctores, evangelistas calvario y asunción de la virgen) hasta ahora desconocida su autoría. Circunscribiéndose posiblemente al círculo emeritense de los pintores Pedro y Cristóbal Gutiérrez; si bien en esa fecha vive y trabaja en Montijo el pintor Diego de Escorcha.

Se espera una deseable restauración del retablo que elimine torpezas añadidas, y restauraciones anteriores muy desafortunadas, siempre hay que lamentar la distancia que separa de la notable maquinaria retablística que sustenta su obra pictórica y el soberbio espacio que cobija a unas y otras.

Me detuve con los alumnos del Conservatorio de Almendralejo ante la bellísima imagen de Santa Ana con la Virgen Niña sobre sus rodillas del escultor hispalense Blas Molner (año 1782), aunque valenciano de origen, genuino representante del neoclasicismo y director de la Real Escuelas de las tres Nobles Artes de Sevilla. También pudieron ver la obra barroca de los retablos de las Ánimas y Virgen del Rosario.

Finalmente, en la sacristía, admiraron dos obras pictóricas procedentes de la ermita de Jesús Nazareno: “La huida a Egipto” del pacense Juan Eusebio de Estrada (1755); y la “Aparición de la Virgen del Pilar al apóstol Santiago”, obra de finales del XVII del pintor sevillano Francisco Meneses Osorio, considerado uno de los mejores discípulos de Bartolomé Esteban Murillo. Junto con un crucifijo de madera con incrustaciones de marfil y nácar procedente del convento franciscano de San Isidro de Loriana. 

Tras la visita guiada se ofreció un concierto-convivencia en el Teatro Municipal en el que actuaron los alumnos de ambos centros.

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