ROMANCE CRÓNICO MONORRIMO DEL XLI CONGRESO NACIONAL DE LA RAECO, CELEBRADO EN JAÉN DEL 2 AL 4 DE OCTUBRE DE 2015

POR APULEYO SOTO PAJARES, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)

Coingreso-octubre-Cáceres-13-582

En Jaén donde resido, aunque solo unos momentos,
permitidme que os recite la Crónica del Congreso,
con la sal y la pimienta que a tal acontecimiento
le imprimen sus ilustrísimas señorías de RAECO,
en esta cena sabática precedida del concierto
con el que nos han tocado los NEGRESCOS ARTESCÉNICOS
la mente y el corazón. ¡Va por vosotros, Maestros!

Por el primer día entramos, por el primer día entremos
de este cónclave elocuente por Vicente Oya propuesto,
Vicente Oya, el gran Moisés sabio, entregado y egregio,
que mil pruebas nos ha dado en anteriores encuentros.

Acto inaugural: “Jaén, sinfonía en cuatro tiempos”.
¡Con qué elegancia describe el Cronista el Santo Reino!
Ni una palabra de más ni una música de menos.

Cada época resuena y nos vibra en el recuerdo:

“Faros, faros, faros, faros… Antecedentes ibéricos,
Roma, Cartago, los árabes, el Santo Rostro medievo,
contrastes siglo tras siglo, tiempos malos, tiempos buenos…”

La Sala Mudéjar muestra un largo y estrecho pleno
que tapa los blancos muros desbordando los asientos.
El alcalde, el diputado y otros prebostes excelsos…
con un nudo en la garganta rompen el largo silencio
cuando Vicente termina su encumbrado parlamento.

Hasta el muy señor Obispo se ha quitado el solideo.

Don Antonio Luis Galiano responde al Oya poético
con un discurso afinado de ciudades y de pueblos
que han engrosado la lista de los cronistas realengos
y han puesto el mapa de España reescrito de pliego en pliego.

Después se acerca con placas memorandas de desvelos
a los que de plata y nieve ostentan canos cabellos
y a los ya descapotados por encima del cerebro,
como al Ángel Escribano, ¡ay, ausente por enfermo!,
a Juan Infante “El Dornillo”, eximio valdepeñero.

a Martínez Aguilar, el cordobés carloteño,
a Manuel Rubio Capilla, en Belalcázar sirviendo,
y a Enrique Gómez Martínez, ¡ándale al andujareño!,
con más de 25 años de antigüedad en RAECO.

De los nuevos ¿qué diré? ¡Pues que son nuestro reflejo!
Y como estampa aquí evoco la del Aguinaga abuelo
abrazando al benjamín de Calpe y su madre al cuello.

¡Oh anécdota destacada! ¡Oh memorable memento!

Que Paco Sala y Resalt a la Web los suban prestos.

Y luego, medallas, fotos y más diplomas y premios
de enorme emotividad en los ojos y en el pecho.
Comienza la gran reata de los saludos y obsequios
a la digna autoridad que nos recibe a pie quedo.

Todos llevan en sus manos libros hermosos abiertos
y los ponen al alcance de los lectores jaeneros
para que aprendan su historia con hechos y dichos nuevos.

Se levanta la sesión y el público, jaranero,
se expande cuchicheando curiosidades sin cuento:
el Ángel que se cayó, con algún rompido miembro,
la pipa humeante y grácil del badajocense Alberto,
la silla de Paula Flórez a por Jesús tentetieso,
Gonzalo con su Ascensión la mesa nos bendiciendo,
María Esperanza Morón esta vez ya sin sombrero,
Francisca Zafra a la mano de su amor Sánchez Molledo,
Ramón Estarlich Candel de familia presumiendo
con dos Marinas al lado: “Mirad qué gracias que tengo”…

Pasamos al patio adjunto. El cóctel se halla dispuesto.

Por encima de nosotros no más que el techo del cielo,
y a la diestra de la mesa, tomate en aceite, queso,
vino, cerveza, jamón y tarta en el nonagésimo
cumpleaños del decano nacional y madrileño…

La noche cae y se viste como una dama de negro.

¡A dormir, que es la hora exacta en la que nos vence el sueño
pero dándole un respiro por las calles al ingenio:
este dice que se cansa, ese que está medio muerto,
aquel… ¡cuán dulce es la cama si hay himeneo y meneo!

El tres de octubre aparece con un sol farandulero.
Desayuno en la Entreplanta, y en la entrepierna ¿qué veo?:
café, cereales, jugos, frutas, churros, pastas…¡huevos!
Todo eso es lo que meten los colegas en el cuerpo.

A las nueve en punto y hora, sentados los reverendos,
Asamblea general con la Junta de Gobierno.

Se debaten y se aprueban temas por demás internos:
qué, con, cómo, dónde y cuándo gratamente resolverlos
y el por qué y el para qué de los dichosos acuerdos.

Toma nota el Secretario, ¡qué Secretario tenemos!

Luis Lisón es pulcro, justo y pone en la voz un trémolo
que suspende al auditorio desde el uno al otro extremo
de la sala en que juzgamos lo hecho con los dineros.

¡Cómo lee el condenado, claro, de prisa y corriendo!

El informe terminado, todos lo damos por bueno.

Presentación de Ponencias. Ya desfilan los primeros,
ni por más o menos listos, ni por orden alfabético,
sino tal cual les tocara en un alterno sorteo.

Los moderadores saben pararles con tiento a tiempo.

A las once las mujeres, por su propia cuenta y riesgo,
al Museo Provincial se escabullen sin remedio,
y en los Baños de los Árabes (revestidos de azulejos)
gozan de Alá y de sus obras con el ánima en suspenso.

¡Oh, mujeres cronisteras, lindeza, apaño y gracejo
de sus hombres estudiosos continuadamente inmersos
en las historias pasadas de amplio reconocimiento!

Ellas son, sin duda alguna, la estampa que más queremos,
un estímulo constante… y hasta nuestro propio espejo.
Ved sus nombres: Rosa y Ángeles, Eva, Gracia… ¿Sigo? Bueno.

Antonia, Aurora, Isabel, Celia, Juliana, Consuelo,
Marina, Teresa, Paula, Pepa, Dolores, Remedios,
Luisa, Vicenta, Milagros, Carmen y Ana Galisteo,
Pepa, Ascensión, Lidia, Amparo, Laudina, Nieves, Romero,
Emilia, Paca, María… ¡Basta, basta, que os mareo!

A las dos y media exactas comenzamos el almuerzo
en el Hotel Condestable: amplio, alargado, soberbio…

Iranzo no merecía menor establecimiento.

¿El menú? Entremeses varios: sopa de chuparse el dedo,
botellas de agua y de vino, filetes de puro cerdo
y crema de chocolate suave, crujiente y ligero.

De allí a la Sala Mudéjar vuelven, vuelven los Maestros
a exponer sus enseñanzas al ritmo del minutero:
Domingo Murcia Rosales, Soledad Lago Romero,
Guerra Sancho, López Gómez y Galindo Albadalejo,
Alberto de Badajoz, Enrique Alcalá de Priego,
Rafael villacastino, Luis de Tomás, manisero,
el Galán de Peñalsordo con calle en su propio pueblo,
Antonio Linage Conde con ademán hondo y serio,
Miguel Forcada Serrano, Gabriel Pieras, incaislero,
Antonio Ortega Serrano, cordobista de Hornachuelos,
Clemente Plaza, Leal, Adela de Carboneros,
René Payo, Landelino, Carlos Alda, Santi Izquierdo,
Vidal, Melgares, Troyano, Monteserín y Guillermo,
Paco Rivero Domínguez, Goyo Nevado Calero,
Francisco Paula Momblanch y José Antonio Mateos…

Y más nombres y más nombres, a los que nombrar no accedo.
Colegas de tomo y lomo, dénse, por favor, expuestos.

Y en estas estando todos colmados y satisfechos
en charlas supergraciosas por las terrazas al fresco,
etc, etc, etc… ¡llega la Cena-Concierto!:

“Tres morillas en Jaén” suenan con aliento tierno,
Axa, Fátima y Marién ponen el adiós perfecto.

Mañana será un membrillo el domingo renaciendo,
así que a la catedral a ver a Dios entre incienso,
y después de la clausura del XLI Congreso,
hacia Úbeda y Baeza como culto esparcimiento.

¡Larga vida, trotaespañas! ¡Buena suerte, compañeros!
En el dos mil dieciséis a Burgos en tren directos.
Mío Cid salió de Burgos y a Burgos Nos nos iremos
pluma en ristre por la gloria del Rey don Felipe VI.

“Que nadie falte a la cita”, grita Galiano riendo.

Y un aplauso fervoroso resuena en el Santo Reino.

Sin Comentarios.

Responder

Mensaje