POR ÁNGEL DEL RÍO, CRONISTA OFICIAL DE MADRID Y GETAFE
El Partido Popular de Madrid se encuentra en un momento de incertidumbres internas que hace difícil la cohabitación entre quien dirige su ejecutiva regional, Esperanza Aguirre, y quien está al frente de la máxima representación del partido en la instituciones, concretamente en el gobierno de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
A pesar de lo que digan ambas, de lo que intenten aparentar, su nivel de sintonía personal no ha sido el más adecuado en los últimos meses, desde que Aguirre no consiguió que Ignacio González fuera el candidato a la Comunidad, y desde que Cifuentes fue la elegida por Rajoy. Tras las elecciones, Cifuentes es la presidenta de la Comunidad, y Aguirre, jefa de la oposición en el Ayuntamiento, es la presidenta del partido.
Parece, aunque con ésta última nunca se sabe, que dentro de poco el pasado, será el pasado, brillante pasado del PP, y Cifuentes, el futuro.
Pero para eso es necesario que haya elecciones regionales y se sepa si el pasado seguirá siendo el futuro, o hay para el futuro otra persona emergente.
No será hasta después de los comicios generales de diciembre; mientras tanto, vamos a seguir asistiendo a cierta confusión interna dentro del PP de Madrid, que tiene pendiente la asignatura de reordenar la casa por dentro y definir quién rige su destino en los próximos años, quien lleva las riendas en tiempos revueltos.
Cuentan que en la entrevista de Rajoy con Cifuentes, el pasado lunes, se habló de muchas cosas, pero sobre todo del partido en Madrid, y del futuro que viene.