POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
Hay en Zamora 18 monumentos que se encuentran en las últimas. Si así tratamos, olvidando y hasta despreciando lo único que tenemos, es fácil entender lo que se puede esperar de quienes su norma de comportamiento se expresa y llega a tales límites de auténtico escándalo histórico-cultural como el que estamos dando. Poco se puede esperar y lo estamos viendo en cada ocasión que se presenta, el respeto y la confianza que inspiramos, cuando vamos dejando que el abandono incalificable vaya borrando poco a poco lo único que podemos ofrecer. Si así nos comportamos con lo nuestro, es fácil decir cuál será nuestro comportamiento con lo que no lo es.
Ese tanto por ciento cultural, esas instituciones y esa generosidad de que cuenta y desgrava, todo ese mundo de facilidades parecen no querer saber nada de ese riquísimo inventario que se muere sin que nadie de los que manejan y disponen, proyectan, cuidan y vigilan se acuerde de ellos.
En conclusión, conozco in situ el tristísimo reflejo de lo que hemos hecho, estamos despreciando todos esos valores que constituyen, definen y avalan hasta el último instante a una sociedad.
Esto lo pagaremos muy caro y tengo la triste sensación de que se puede estar tocando a vísperas.