TIEMPO DE HELADAS

POR LEOCADIO REDONDO ESPINA, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS)

Portada Revista EL GLAYÍU, Nº 32.

Siguiendo la tónica dominante desde finales de diciembre, empezó enero con días de sol y despejados, y heladas nocturnas de cierta consideración, de modo que parece venir a cuento aquello de “enero, claro y heladero”. Y ya el mismo miércoles, día primero, se producía la falta de de dos personas; Serena y José. Serena González Teresa, que finó en Oviedo, tenía 86 años, era vecina de Verdera, Cuenya, y estaba casada con Mario Benjamín Martínez Rodríguez, con el que tuvo dos hijos; María Paz y José Manuel. En cuanto a José Acebo Mijares, lo hacía en su domicilio de la villa, a los 87 años. Pepe Acebo era viudo de María Teresa Ramos Urdangaray, siendo fruto del matrimonio dos varones; Gustavo y José. Hijo de Gustavo, que era farmacéutico, y de Trinidad, que se encargó de la farmacia cuando falleció su marido, Pepe acompañó a su madre en la botica hasta su retiro, ocurrido en 1970, y tuvo después almacén y representación de Piensos Biona.

Llegados a este punto, para aproximarnos a la historia de la farmacia que fue de Acebo, desde 1970 hasta tiempos más cercanos, resulta indispensable tener en cuenta la figura de María Adela Cuesta Miguélez. Nacida en La Bañeza, León, y farmacéutica de carrera, María Adela llegó a Nava precisamente en 1970, para hacerse cargo, como titular, de la farmacia que hasta entonces había regentado Trinidad, la viuda de Acebo.

María Adela permaneció en el veterano y recordado establecimiento, ubicado en el número 2 de la calle Luis Armiñán, hasta el año 2000, cuando, tras adquirir y acondicionar el local que hoy conocemos, situado en el número 12 de la misma calle Luis Armiñán, trasladó la farmacia hasta este último punto, en la que ejerció su profesión, por cierto, hasta finales del año 2003, completando así un tiempo de más de tres décadas como farmacéutica en la villa naveta, en la que reside. Por otra parte, y como es conocido, la titular actual del establecimiento, desde noviembre del 2003 citado, es Marta Mercedes Bárcena Bermúdez, natural de Pedrón, parroquia de Ceceda.

El día 5 cayó este año en domingo, y los Magos, fieles a la cita con la ilusión, llegaron desde Oriente en brillante cabalgata, y el lunes 6, aparte de conocer el resultado de la lotería del Niño, volvimos a tener que lamentar la falta de otro par de personas nacidas en el concejo. El primero, José Luis Parajón Collada, finaba en la Residencia Royal, de Sariego, a los 75 años. Nacido en Robléu, El Remediu, en cuyo cementerio parroquial descansa, José Luis era hijo de Vicente y de Visita, y tuvo como hermanos a Argimiro (+), Celestino (fallecido el 24.12.2019), Leontina, Vicente y Argentina. Mientras el segundo, José Antonio Calleja Nicolás, lo hacía en Oviedo, a los 78 años. Conocido familiarmente como Tonín, José Antonio, que era natural de Llames, y fue taxista en Nava, descansa en el camposanto municipal de Jove, en Gijón.

Todavía hubo tiempo de anotar, en esta primera quincena, un par de faltas de vecinos, pues el lunes 13 era Vicente Herminio Álvarez Carbajal el que nos dejaba, en Oviedo, a los 73 años. Vicente Herminio, natural y vecino de Villamartín de Riba, El Remediu, que estaba casado con Amparo Cuyar Espina, con la que tuvo dos hijos; Rafael y Marta, descansa, desde el 14, en el cementerio parroquial de Espinaredo, Piloña. Y el miércoles día 15 era Sara Corte Collada la que finaba, en su domicilio de El Espinadal, a los 89 años. Hija de José y de Amparo, y hermana de Ramón (+), Celia (+), Maruja, Teresa, Vicente (+), Pepe y Abelardo (+), Sara era viuda de Robustiano Castro Montes, de cuyo matrimonio habían nacido tres hijos; Salomé “Marisol”, Manuel Ángel (+) y Consuelín (+).

La nota cultural de la quincena corrió a cargo de la asociación de vecinos de El Remediu, que el domingo 12, a mediodía, en Les Escueles, asoleyó el número 32 de su revista El Glayíu. Por otro lado, el tiempo fresco de los primeros días ha cambiado en la tercera semana, con la aparición de nubes, algún aguacero y hasta fuertes rachas de viento, siendo notable el alto número de personas que han pasado o están pasando la gripe, cuando no se encuentran lidiando, como el que suscribe, con resfriados y catarros tan molestos como recalcitrantes. Paciencia, pues.

Publicado en La Nueva España. Martes, 21 de enero 2020, página 9.

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