LA PRIMERA ‘GUERRA DE LOS MUNDOS’… JUNTO A MURCIA • LA NOTICIA FALSA DE QUE UN VOLCÁN HABÍA ENTRADO EN ERUPCIÓN EN ORIHUELA DESATÓ EL PÁNICO HACE AHORA SIGLO Y MEDIO

POR ANTONIO BOTÍAS CRONISTA OFICIAL DE MURCIA

Fuego. Grabado antiguo que representa un volcán similar al que se anunció que había estallado en Orihuela.

Fuego. Grabado antiguo que representa un volcán similar al que se anunció que había estallado en Orihuela.

Un río de lava hirviente que arrasó campos, hogares y a cientos de infelices que intentaban huir bajo una terrible lluvia de piedras y cenizas. Edificios derrumbados, inmensas grietas en los caminos y gritos de desesperación mientras el fuego lo consumía todo. Este es lo que sucedió, no en cualquier película de acción al uso, sino en Orihuela, a solo 20 kilómetros de la ciudad de Murcia. O, al menos, eso es lo que creyeron muchos murcianos tras leer la noticia en el diario ‘La Paz’. Y hasta que fue desmentida unos días más tarde, con la lógica polémica, desde toda España otros acudirían para ayudar a familiares o a colaborar en las tareas de rescate. Siglo y medio más tarde aún perdura el misterio sobre el caso.

Los hechos ocurrieron en julio de 1859, muchos años antes de que Orson Welles, tras adaptar a un guión de radio el clásico ‘La guerra de los mundos’, de H. G. Wells, provocara el caos en Estados Unidos. La audiencia creyó que, realmente, el país estaba siendo atacado por alienígenas. Pero, con las hemerotecas en la mano, el antecedente de este episodio sucedió en España: decenas de diarios publicaron la misma noticia falsa.

El origen fue un corresponsal del periódico ‘La Esperanza’ que anunció, en la edición del día 13, cómo auténticos ríos de lava habían arrasado los campos de algodón y causado numerosas víctimas. «Una detonación imponente ha presidido a un suceso lamentable», arrancaba aquella crónica para la historia de los despropósitos.

«Las lavas incendiadas que arroja y vomita el cráter han llegado hasta el Colegio Seminario de San Miguel», mientras los vecinos «dejan sus moradas y huyen a ponerse más distantes del peligro que les amenaza».

Las tierras y las cosechas de algodón «yacen cubiertas bajo las cenizas abrasadoras; todo son lágrimas, desolación y espanto. ¡Que Dios se compadezca de nosotros!», señalaba el redactor antes de confesar, incluso, que no podía extenderse en más detalles «porque ni el pulso está tranquilo, ni la curiosidad para ver lo que pasa me lo permite». Pero debería haberlo hecho para comprobar que todo era falso, si es que no se inventó él mismo tan sorprendente historia.

El resto de los periódicos, sin detenerse un instante a valorar la noticia, se hicieron eco de lo publicado en ‘La Esperanza’, entre ellos el periódico murciano ‘La Paz de Murcia’. De esta ciudad, como se conoció más tarde, muchos parroquianos salieron a escape hacia Orihuela para encontrar a sus familiares o intentar remediar en lo posible la supuesta tragedia. Lo mismo sucedió en otras capitales.

El bulo apenas podía durar. Pero los ecos del escándalo provocaron una monumental polémica entre varios diarios que se acusaban de haber copiado y publicado sin contrastar la información de ‘La Esperanza’. Esta cabecera desmintió el suceso unos días más tarde: «La noticia afortunadamente no ha salido cierta», según les habían avisado «otros corresponsables mejor informados».

El corresponsal protesta

Unas ediciones más tarde, el rotativo reconocía haber recibido una supuesta carta de su corresponsal, José Barceló, donde anunciaba la existencia del volcán. Pero el tal Barceló denunció que nada había escrito. Y la dirección de ‘La Esperanza’ comprobó que la letra de aquella crónica no coincidía con otras aportaciones anteriores del corresponsal. Además, ni siquiera existían en Orihuela los campos de algodón que decían haber sido arrasados por la lava.

El diario ‘La Paz’, con fecha 18 de julio, se haría eco en su portada del desmentido de la noticia, tal y como informaba ‘El Vapor’, una publicación alicantina. En el texto se recordaba que diversos periódicos «presentan a la bella y rica Orihuela próxima a ser abrasada como otra Herculano y Pompeya, por los torrentes de lava arrojados por un volcán súbitamente aparecido» en la montaña más alta que circunda la población.

Sin embargo, «tan extraordinaria noticia, capaz de llevar la alarma y el terror al ánimo de todos los que tengan intereses o familia en Orihuela carece completamente de fundamento». La publicación citaba como fuentes a «personas de aquella ciudad» que acababan de llegar a Alicante.

El rotativo advertía de que «es muy deplorable, y reprensible que corresponsables ‘visionarios’, por no calificarlos con más dureza, abusen de la fe de los diarios» para los que cubrían informaciones. Sobre todo, porque causaban el desprestigio de las cabeceras que publicaban noticias falsas «y la intranquilidad de las personas».

Lava en Barqueros

Bien mirado, lo único cierto del episodio es que el Levante español está plagado de volcanes. En la Región pueden admirarse, por citar algún ejemplo, en el Cabezo Beaza de Cartagena, El Carmolí, en Los Urrutias, las islas del Mar Menor, el Cabezo Negro, en la pedanía murciana de Zeneta y en el muy conocido volcán de Barqueros, ahí, a la vuelta de la esquina.

En este último, considerado por algunos autores como uno de los más antiguos de España, se conservan las coladas de lava petrificadas. Entretanto, Murcia atesora ocho emplazamientos de gran interés y, de ellos, seis corresponden a formaciones de lava.

Los especialistas consideran que la última erupción volcánica sucedió en Murcia hace unos cuatro millones de años. Y no es probable que despierten. Una de las últimas erupciones en España -al margen de las Islas Canarias- sucedió en Olot (Gerona). Si tenemos en cuenta la antigüedad de la tierra no hace mucho. Unos cien mil años.

Fuente: http://www.laverdad.es/

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