BARRIADA DEL PRÍNCIPE: “HA PASADO DE SER UN ARRABAL DE TRABAJADORES HUMILDES, A ESTAR CONSIDERADA LA BARRIADA MÁS PELIGROSA DE ESPAÑA”

ANTONIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE CEUTA, FUNDA LA BARRIADA EN EL ENTORNO DEL FUERTE, QUE EN AÑOS SUCESIVOS, SE FUE POBLANDO DE NUEVOS VECINOS LLEGADOS DE TODOS LOS PUNTOS DE LA GEOGRAFÍA HISPANA

El barrio ceutí de El Príncipe.

Finalizada la Guerra con Marruecos en 1860 y con el fin de prevenir futuros ataques del país vecino, España decide construir varios baluartes en los puntos más estratégicos. Uno de ellos, con el fin de controlar el arroyo de las Bombas y el puesto fronterizo del Tarajal, se levanta sobre un cerro cercano, al que se le da el nombre de “Príncipe Alfonso”, en honor del entonces príncipe Alfonso XII.

Estamos en los inicios de la segunda década del siglo XX. España se hace cargo del protectorado de Marruecos, y se ve obligada a construir vías de comunicación. Da comienzo la construcción de la carretera de Ceuta-Tetuán y la red ferroviaria, se inicia la construcción del Puerto. Todo ello conlleva la necesidad de mano de obra, que acude en masa. Esta afluencia de nuevos vecinos, anima también la construcción privada, pero resulta imposible satisfacer la gran demanda de viviendas.

Antonio Ramos Espinosa de los Monteros, influido sin duda por el ejemplo de Comandari y animado por los mismos deseos de colonizar el campo exterior, promovió en 1911, para la clase trabajadora, el arrabal del “Príncipe Alfonso”.

De esta forma, don Antonio Ramos, por entonces Cronista Oficial de la Ciudad, funda la barriada en el entorno del fuerte, que en años sucesivos, se fue poblando de nuevos vecinos llegados de todos los puntos de la geografía hispana. La demanda de trabajo para el puerto, la cantera, instalación de vías, construcción de estaciones y otras muchas obras públicas, atraía cada vez más personal y la población subía a ritmo acelerado.

La Iglesia de San Idelfonso se construyó en 1929, dando el espaldarazo a la importancia que el arrabal había adquirido.

En la barriada, y con el fin de terminar con el chabolismo, se puso en funcionamiento un plan de construcción de casas baratas, en ocasiones prefabricadas. A mediados del siglo XX, el Príncipe se conforma como una barriada humilde, con escuelas, iglesia, mercado, fábricas y hasta un cine. Sus vecinos, la gran mayoría de origen peninsular, profesaban la religión católica.

Con los años, la finalización del Protectorado Español en Marruecos, la barriada sufre una importante metamorfosis. Se acabó el ¡boom! del trabajo, ahora lo que acude al lugar, es mano de obra barata de Marruecos. La población católica es ubicada en los numerosos grupos de viviendas protegidas que se construyen en las afuera de la ciudad. Las barriadas O`Donnell, Los Rosales, San Daniel, Solis, Valiño, Juan Carlos, etcétera, sirven de alojamiento de muchas familias, que si ayer, vivieron en chabolas de la barriada del Príncipe, hoy poseen viviendas dignas.

El momento actual de la barriada, tristemente lo conocemos todos. Ha pasado de ser un arrabal de trabajadores humildes, donde en los años cincuenta, vecinos del centro de Ceuta, iban de visita y de paso degustar el pescadito frito del bar Antonio, a estar considerada la barriada más peligrosa de España.

Fuente: http://elpueblodeceuta.es/

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