REAL MONASTERIO DEL PUIG DE SANTA MARÍA. SIMBOLO DEL REINO DE VALENCIA.

POR MATILDE PEPIN FERNANDEZ, CRONISTA OFICIAL DE BÉTERA (VALENCIA)

Monasterio del Puis de Santa Maria

Sobre un suave montículo se alza el magnífico monasterio de la Orden de la Merced, encargada de cuidar la sede de la Patrona del antiguo Reyno de Valencia.

La devoción oficial, de la Valencia conquistada a los musulmanes por las tropas de la Corona de Aragón, durante el reinado de Jaime el Conquistador, se centra en Santa María del Puig; una imagen bizantina de época incierta tallada en piedra rosada, que mide 98 X 68 centímetros y 11 de grosor, con un peso aproximado de doscientos kilos.

La leyenda le atribuye un origen divino, al suponer que fue esculpida por ángeles, tomando de modelo la lápida que cubría el sepulcro de María Madre, antes de que su Hijo la transportara al Cielo.

Imagen venerada de Santa María del Puig

Fray Francisco Boyl en su obra dedicada al monasterio revela el hallazgo de la prodigiosa imagen;

Era el año 1237 y la guarnición estaba al mando de don Fernando Guillén, tío del rey Jaime I, al que asistía el fundador de la Orden de la Merced, Pedro Nolasco, que pronto llegaría a santo y que por entonces hacía las veces de director espiritual de las tropas cristianas sitiadoras.

El padre Boyl recogiendo el testimonio de varias crónicas dice que, los sábados por la noche, cuando los soldados estaban de vigilancia, observaron la presencia repetida de siete luces que bajaban de las alturas, y se movían durante la noche creando una danza cósmica que desaparecía en las entrañas del Puig cuando llegaba el alba. La visión divina fue confirmada por el mismo San Pedro Nolasco que al ver la maravilla manifestó;

“que esperasen un gran beneficio del cielo y se prometiesen dichoso fin de sus trabajos. Por su orden consellaron todos y recibieron el Señor; y baxando del Castillo al lugar donde parecía que se hundían las luzes, dixo al Glorioso Padre el puesto do deuian de cavar. Passó largo rato que costó abrir la tierra, estorvandoles mucho los pedazos de pared y cantería, q. embueltos en mucha tierra, causavan dificultad en su intento. Pero a los últimos golpes sintieron resonar algun hueco, que puso en confiança a los circunstantes, de hallar presto el fin de sus deseos. Animosos prossiguieron su labor hasta topar con una gran campana, que fueron menester muchos a revolverla, debaxo de la qual fue hallada la santa imagen con increíble alegría de todos los coraçones. Y de allí fue llevada en procession al Castillo, cantando el Te Deum Laudamus. Y siendo desde aquel día seguro norte de todas sus empresas.”

Otro cronista posterior, también mercedario, fray Gabriel Téllez, ilustre dramaturgo del Siglo de Oro con el seudónimo de Tirso de Molina, se hace eco de un monasterio primitivo visigodo en el que recibía culto Nuestra Señora hasta la invasión árabe en el año 711. Relata que cuando los monjes huyeron de la persecución, para evitar una posible profanación escondieron la preciada imagen y, con el paso del tiempo se perdió su recuerdo.

El día 30 de octubre de 2016, La Asociación de Cronistas Oficiales del Reino de Valencia, escogió el emblemático Monasterio de Santa María del Puig, para clausurar la XXXI Asamblea Bienal de ACORV.

La jornada se inició en la Ermita de San Jorge, edificada sobre el mismo lugar en el que, el año 1237 el santo guerrero se manifestó a las tropas cristianas augurándoles la conquista de Valencia. En el año 1631 se alzó el pequeño templo que fue restaurado en 1927. El interior conserva una bellísima escenografía pintada en azulejos, con la intervención de San Jorge en la famosa Batalla del Puig.

El día 9 de octubre de 1927 una procesión cívica al eremitorio inauguró el ritual anual que pervive en el siglo XXI.

La belleza del antiguo Monasterio, declarado Monumento Histórico- Artístico Nacional en 1969, se ha realzado con las recientes restauraciones llevadas a cabo por la Generalitat Valenciana. La Virgen titular esculpida en piedra rosada y policromada, con los colores originales resplandece con luz propia. El gótico interior de la iglesia, amplia y clara, invita a bodas y celebraciones de postín.

En la recolecta capilla del P. Jofre, se encuentra el sepulcro de mármol blanco, cubierto de ofrendas florales depositadas por manos anónimas. El túmulo rotulado con letras doradas revela su origen familiar;

Al Inclito fray Juan Gilabert Jofre, la Excma. Diputación Provincial de Lérida, patria de sus padres, en el sexto centenario de su nacimiento 1350-1950

En la pared del mausoleo, destaca la magnífica copia del cuadro de Joaquín Sorolla, en la que el artista muestra la sublime escena del Padre Jofre aquel 24 de febrero de 1409, primer domingo de Cuaresma, cuando el fraile mercedario caminaba hacia la Catedral de Valencia y se detiene en el Portal de la Valldigna, ante la crueldad de unos chicos rufianes que estaban apedreando a un pobre enajenado mental.

Aquel terrible suceso caló tanto en el alma del venerable fraile que olvidó por completo la homilía preparada y, desde el púlpito, con una pasión inusitada,-según relatan las crónicas-, alzó la voz denunciando la situación precaria de los pobres enfermos mentales; exhortando a los jurados de la ciudad a construir un edificio en el que se recogieran y trataran. Y aquel día memorable, en el sermón dominical de la Seo, se fraguó el proyecto de edificar el primer Hospital de ignocents, folls e orats en la Ciudad de Valencia.

Un sencillo marco sobre el pequeño altar recuerda; “El religioso mercedario P. Juan Gilabert Jofre hizo de su vida una entrega a los demás”

En el año 1987, en el histórico Monasterio Mercedario, se inauguró el Museo Nacional de la Imprenta y de las Artes Gráficas de España. Instalado en una sala medieval del convento se ha ha enriquecido con las nuevas adquisiciones de códices. El antiguo refectorio conserva el encanto monacal con el púlpito gótico y los viejos retratos colgados en los muros; evocando los abades que habitaron el cenobio.

El claustro superior se convierte en un espacio mágico de luz y color con las vidrieras pintadas de colores, en las que destacan los escudos de los municipios; atrayendo el interés de los turistas autóctonos que visitan por primera vez el fabuloso monasterio, señalando cada cual la enseña de su pueblo.

Al final de la escalera, una grandiosa imagen de Nuestra Señora de la Merced, recibe a los turistas que se acercan al Monasterio de Santa María del Puig, para descubrir el tesoro patrimonial de Valencia.

Y en el siglo XXI, todavía existen valencianos que alardean de “valencianía” celebrando su boda en la iglesia gótica, delante del altar de la Patrona. La escalinata del Monasterio, es testigo de cientos de novios que ascienden los peldaños engalanados para recibir el sacramento matrimonial, como signo de “patriotismo autóctono”

AVEMARIA GLOSADA

A la Virgen venerada

en el Puig de Valencia

se ofrece con reverencia

la Ave María glosaga

Del pecador sois la guía

con vuestras luces tan claras

y asi dice a vuestras aras

que Dios te salve, María

Pues que nos dais tanta eficacia,

dadnos, divina Señora,

a todos Remediadora,

pues que sois llena de gracia.

Ya que el común enemigo

busca nuestra perdición,

válganos tu protección

pues el Señor es contigo.

Por lo mucho que nos quieres

decimos con alegría

que sois, oh Virgen María

Bendita entre las mujeres.

Para que el devoto entre

a coger lo que ha sembrado

muéstrale con mucho agrado

ese fruto de tu vientre.

Dadnos, Virgen pura,

luz para que dignos seamos

de ver, pues en ti esperamos

a nuestro amante Jesús.

Desde el Puche sois la guía,

Virgen y Madre de Dios,

de los que os llaman a Vos

y os dicen Santa María.

Todos confían en Vos,

Virgen del Puig, soberana,

y os llaman de buena gana

Virgen y Madre de Dios.

Suplican nuestros fervores

Por los del Reino y Ciudad:

¡Que ruegue vuestra piedad

Por nosotros pecadores!

Virgen, para poder verte

En el cielo, os pido Aurora,

Vuestro gran favor ahora

Y en la hora de la muerte,

Os suplicamos tambien,

Con amor y santo celo,

Que os veamos en el cielo

Por eternidad. Amén.

(Manuscrito original del siglo XIX, que se encuentra en la Biblioteca Universitaria de Valencia)

Bibliografía;

Historia General del Orden de Nuestra Señora de las Mercedes redención de cautivos.

Compuesta por el P.M.º Fr. Gabriel Tellez, Cronista general de dicho O, REdención de Cautivos. En Madrid, a catorce de diciembre de el año 1639.

Historia del Monasterio del Puche. N.S. del Puche. Cámara angelical de María Santíssima, patrona de la insigne ciudad y reyno de Valencia. Monasterio Real del Orden Redentoristas de Nuestra S. de la Merced, fundación de los reyes de Aragón.

Por el M. Fr. Francisco Boyl, calificador del Consejo de su Magetad, en la Suprema Inquisición. Año MDCXXXI.

La Mare de Déu del Puig: Miquel Pérez i Morillas.

El Hospital de ignoscents, folls e orats (1409-1512) y la medicina valenciana durante el siglo XV: José Mª López Piñeiro.

El Llibre dels Fets. Jaume I : Antoni Ferrando i Vicent J. Escartí

Matilde Pepin : De la RAECO (Real Asociación Española de Cronistas Oficiales). ACORV (Asociación Cronistas Oficiales Reino de Valencia). FEPET (Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo), y   Cronista Oficial del Municipio de Bétera (Valencia)

 

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