EL COLEGIO DE CRISTO REY 110 AÑOS ENTREGADO A VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN) IV

POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)

Grupo de alumnas con la Madre Ascensión.

Deterioro de las relaciones con la Corporación Municipal

La Enseñanza religiosa atravesó una grave crisis ante la presión de las autoridades nacionales o locales. El alcalde de la localidad D. Modesto Elías en septiembre de 1933, envió un escrito al Presidente del Patronato, D. Tomás Bueno Romero: “A fin de poder facilitarlos a la Comisión Mixta Local para la sustitución de la Enseñanza Religiosa en esta ciudad, ruego se sirva informar: 1.-Fines del Patronato San Ramón.2.- Señores que lo constituyen y medios económicos con los que se sostiene.3- Propietario legal del edificio que actualmente ocupa”.

La respuesta del Presidente es: “La Congregación tiene por fin la santificación de su miembros con la observancia de los votos de religión, la formación integral en sus Seminarios y Colegios, la enseñanza completa de las niñas y familias obreras necesitadas”.

A solicitud del Ayuntamiento en los años 1933 y 1934 deben presentar un inventario de bienes e ingresos. Los gastos ordinarios ascienden a 15072 pesetas. Comprenden alimentación, vestido y asistencia de las veinticinco huérfanas y diez monjas. El déficit se subsana con la caridad de los católicos del pueblo. Firman el escrito el Presidente del Patronato y la Superiora, Mª Eugenia de Cristo Rey.

Durante el periodo de la guerra civil se respetaron las órdenes religiosas femeninas de la localidad: Monjas de Santa Ana, Hermanitas de Ancianos Desamparados y Religiosas Hijas de Cristo Rey.

No se causaron destrozos en las instalaciones educativas del colegio y algunas alumnas permanecieron cierto tiempo aquí.

Barra a beneficio de actividades misioneras.

Vuelta tras la guerra civil

Tras el periodo negro de la vida e historia de España y de la localidad, se empieza la recuperación del alumnado, nombramiento del profesorado, incorporando nuevas religiosas. En mayo de 1940 ocupa el puesto de Superiora, la madre Cecilia de San Pedro. Deben realizar una Memoria sobre las actividades: “Todas sus religiosas se dedican a la enseñanza, educación e instrucción de las niñas asiladas, su número es de 95. Además de las niñas huérfanas, que por disposición del fundador se tienen obligación de educar, se han acogido, 150 huérfanas de guerra.

La enseñanza primaria se da a estas niñas en sus distintos grados: parvulitas, medianas y mayores. También está establecida, entre las mayores, la Escuela del Hogar, ocupándose por turnos en las faenas de la casa, lavado y planchado de ropa, limpieza de habitaciones, bordados de toda clase, trabajos de máquina de punto, encajes variados y todas aquellas enseñanzas que puedan ser útiles para ganarse la vida al salir del Orfanato.

Si alguna demuestra especial disposición para la taquigrafía o Corte y Confección, se les matricula. Ya han obtenido su título varias alumnas.

Medios económicos

Las niñas del Orfanato están subvencionadas por el fundador con setenta y cinco céntimos, que no alcanzaba ni para pan; las huérfanas de guerra con cuatro pesetas diarias pagadas por el Patronato Nacional de Presos y penados; otros ingresos son los encargos de labores a las religiosas.

Reorganización de la Junta Rectora

El 24 de junio de 1939, la superiora reorganiza la Junta Rectora invitando al párroco D. Antonio Ferreiro a la reunión. Una de las primeras actuaciones fue el arreglo del tejado de la Iglesia. La situación económica era pésima por lo que tuvieron que reducir el número de personal, religiosas y niñas admitidas.

Alumnas premiadas.

En 1944 tomó posesión como secretario de la Junta, el párroco D. Lorenzo Charriel. Se pagan las dotes matrimoniales a dos huérfanas consistentes en cuatrocientas pesetas a cada una. Llegan nuevas alumnas de Jaén e Iznatoraf. Ocupa el cargo de superiora la madre Caridad de la Inmaculada.

En 1945 entran en la Junta D. Carlos Ruiz, el médico D. Atanasio Reyes y el Alcalde D. Silvestre Sánchez. Se tomaron diferentes acuerdos para hacer frente a la carestía de los artículos de primera necesidad. Ingresan en el orfanato veinte alumnas y se realizan importantes obras de reparación y saneamiento en las cocinas, terraza, cuarto de la plancha y otras referentes a la higiene y comodidad de las niñas huérfanas.

Al marchase tras ocho años la Superiora, Madre Tránsito de María recibió un Voto de Confianza por su labor y entrega. En el Colegio recibieron un importante donativo anónimo destinado a las niñas huérfanas.

La nueva superiora es Esperanza de Jesús, que inició nuevas obras y reparaciones en tejados y dormitorios de las alumnas. Adquieren un Sagrario de metal, material escolar, mesas y sillas. Se recuerda a D. Atanasio Reyes García, médico fallecido que dejó siempre su generosidad en la Comunidad y Orfanato. Le sustituye en el cargo el médico D. Gabriel Tera Arias.

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