UN MÉDICO DE IBAHERNANDO • LA VIDA CONVULSA DE JUAN BERNARDO, PERSONAJE DE LA NOVELA DE CERCAS

EL PROFESOR, DOCTOR EN FILOSOFÍA Y LETRAS Y CRONISTA OFICIAL DE TRUJILLO, JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO, ESCRIBIÓ EL LIBRO ‘JUAN BERNARDO CUADRADO. MEMORIAS DE UN MÉDICO EXTREMEÑO’

El médico Juan Bernardo Cuadrado, con su familia. :: Cedida

El médico Juan Bernardo Cuadrado, con su familia. :: Cedida

La última novela de Javier Cercas se ha convertido en tema popular de conversación en Extremadura, algo que raramente consigue un libro. El mismo día que avisé en esta página de la inminente aparición de la novela, recibí un mensaje de Juan Díaz Bernardo. En él me comentaba que su abuelo, Juan Bernardo Cuadrado, aparecía en ‘El monarca de las sombras’, la novela de Cercas, y que le gustaría hacerme llegar un libro con su biografía, que, por lo que me adelantó, prometía ser muy interesante.

Fue justamente hace 80 años, en enero de 1937, cuando Juan Bernardo Cuadrado fue detenido en Ibahernando y trasladado a Miajadas, primero, y a Trujillo, finalmente, donde fue encarcelado y sometido a juicio sumarísimo por inducción a la rebelión.

¿Pero quién era Juan Bernardo? A los pocos días del mensaje de su nieto, quedé con él en un bar de la parte antigua de Cáceres, tomamos un café, charlamos sobre su abuelo y me entregó el libro ‘Juan Bernardo Cuadrado. Memorias de un médico extremeño’, escrito por el profesor, doctor en Filosofía y Letras y cronista oficial de Trujillo, José Antonio Ramos Rubio, y por el propio descendiente del biografiado: Juan Díaz Bernardo, titulado con varios másteres y licenciaturas y responsable del departamento de Imagen de la Diputación Provincial de Cáceres.

Juan Bernardo Cuadrado (Alcollarín, 1878; Madrid, 1968) era licenciado en Medicina por la Universidad Central de Madrid. En Ibahernando, ejerció como médico entre 1902 y 1940, destacando por su eficaz manera de tratar el paludismo. Más allá de la medicina, fue impulsor fundamental de la llegada de la luz eléctrica a Ibahernando, de avances en el trabajo agrícola en el pueblo, de gestiones para que los agricultores disfrutaran de un mejor retiro obrero, de la apertura de una escuela para adultos. Esta conciencia social tuvo una vertiente política de apoyo a la causa de la República, que fue lo que acabó con él en la cárcel.

Fuente: http://www.hoy.es/ – J. R. Alonso de la Torre

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