DESCUBRE EN FOTOS LA VIDA DE MANUEL MACHADO EN BURGOS (1936-1939)
Dic 09 2025

JOSÉ MANUEL LÓPEZ GÓMEZ  CRONISTA OFICIAL DE BURGÓS Y DE FUENTECÉN 

«Podemos pensar que tres años en la vida de una persona no es mucho tiempo. Pero estos tres años de Manuel Machado en Burgos fueron muy significativos en su vida, supusieron una modificación en la percepción que posteriormente investigadores, literatos e historiadores van a tener de su obra poética y de su trayectoria humana», indicó el pasado lunes Jose Manuel López Gómez en la presentación de su estudio ‘Los años burgaleses de Manuel Machado (1936-1939)’, volumen publicado por la Institución Fernán González y la Fundación Círculo.

En los últimos años, la figura del poeta y dramaturgo sevillano está siendo justamente reinterpretada. La exposición ‘Los Machado. Retrato de Familia’, organizada por la Fundación Unicaja, la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes, fue un importante paso para desterrar ciertos tópicos y malentendidos que, arraigados en la memoria popular, existían entre los hermanos Machado. La Guerra Civil española los separó, ya para siempre, con la permanencia en Burgos de Manuel durante toda la contienda y con la muerte del autor de ‘Campos de Castilla’ en el exilio, en la localidad francesa de Colliure el 22 de febrero de 1939.

El tiempo que pasó en la capital castellana el mayor de los Machado -desde julio de 1936 a junio de 1939- ha sido objeto de estudio en los últimos años, con descubrimientos muy relevantes para comprender qué ocurrió en la vida de Manuel Machado y por qué en el último período de su vida. En esta galería fotográfica seguiremos los pasos del autor de ‘Alma’ por la geografía física y social de la capital del Arlanzón.

Manuel Machado nació el 24 de agosto de 1874. Fue el mayor de una prole que continuó con Antonio (1875), Rafael (1877, muerto algunos días después de nacer), Ana (1878, fallecida con nueve meses), José (1879), Joaquín (1881) y Francisco (1884) y Cipriana (1885, fallecida con 14 años).
Aunque Manuel en su juventud fue un verdadero picaflor, siempre tuvo una gran admiración por su prima Eulalia. Tras un noviazgo de unos diez años, se casaron en 1910. No tuvieron hijos.

Manuel Machado y su esposa, Eulalia Cáceres, llegaron a Burgos a mediados de julio de 1936 para pasar unos días con Carmen Cáceres, cuñada y también prima del poeta -el matrimonio eran primos entre sí-. Carmen era religiosa y residía en el convento de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, sito al comienzo de la avenida de Palencia y muy cercano a la antigua estación de ferrocarril. Se alojaron en la pensión Filomena, en la calle Aparicio y Ruiz, y allí permanecieron hasta finalizar la guerra, ya que el golpe de Estado del 18 de julio cortó todas las comunicaciones y no pudieron regresar a Madrid. Casi tres largos años en que la pareja tuvo que sobrevivir a las estrecheces económicas, el desamparo y la añoranza de los suyos. Manuel, en particular, a la enorme tristeza de tener lejos a su querido hermano Antonio.

En el primer piso de esta casa vivió el matrimonio Machado – Cáceres durante casi tres años, el tiempo completo que duró la Guerra Civil española.

La pensión Filomena, que no tenía clientes fijos, contaba con teléfono y, según relata López Gómez en su obra, Manuel y Antonio tuvieron dos extensas conversaciones -de las que se desconoce el contenido- que no pudieron seguir mantenientdo a partir del 19 de julio, cuando se cortaron todas las comunicaciones

A pesar de ser reacio en los primeros momentos, Manuel Machado acabó acudiendo a muchos eventos religiosos que se celebraban en la ciudad, los más importantes en la Catedral.
Eulalia Cáceres, una mujer muy devota, acudía todas las mañanas a oír misa en la iglesia del Carmen, que estaba al otro lado del río de su residencia.
La iglesia barroca del Carmen, erigida en el siglo XVII, fue derribada en 1966 por decisión de los
Padres Carmelitas, lo que provocó una gran polémica en la ciudad. A este templo era al que acudía Eulalia Cáceres, a veces con su esposo Manuel.

El episodio que cambió para siempre la vida de Manuel fue su estancia en la prisión central de Burgos. Tras una entrevista dada a una revista francesa, el corresponsal de ABC en París, Mariano Daranas, publicó una información muy dura contra el escritor por no mostrarse suficientemente adepto al bando sublevado. El 29 de septiembre de 1936 fue detenido y pasó tres días encarcelado. Con 62 años recién cumplidos, arrastrando una salud cada vez más frágil por su tabaquismo impenitente, con el recuerdo de la ejecución de Federico García Lorca pocas semanas atrás, el miedo en el poeta era máximo.

En ese septiembre de 1936, la cárcel de Burgos estaba llena de presos políticos. Muchos de ellos, sin juicio previo, eran montados en camiones y llevados a parajes, como los montes de Estépar o de Villafranca Montes de Oca, donde eran ejecutados y enterrados en fosas comunes.

Manuel Machado, gracias a los movimientos que realizaron un grupo de amigos suyos y su mujer, fue liberado el 1 de octubre de 1936, tras tres días en que el poeta sufrió muchísimo físicamente -el tabaco no le dio nunca una buena salud- y mentalmente, ya que pensaba constantemente en que iba a ser ejecutado como semanas atrás le había ocurrido a Federico García Lorca. El expediente de la imagen fue encontrado por el historiador Isaac Rilova en el archivo de la prisión de Burgos en 1993.

A partir de ahí, la vida y el semblante de Manuel Machado cambiaron. Por recomendaciones de su esposa Eulalia, mujer muy devota, hizo unos ejercicios espirituales con el padre Zameza y comenzó a tener contacto con muchos otros religiosos, además de acudir regularmente a misa en la iglesia del Carmen y a otros oficios más señalados en la Catedral. «Los acontecimientos sufridos, y el probable consejo de algunos amigos, le llevaron de inmediato, tras su puesta en libertad, a modificar su vida, casi recoleta, dándola un giro más significativamente público, que permitiese exteriorizar su adhesión al movimiento, contribuyendo a blindarle ante posibles contratiempos futuros», señala López Gómez en su estudio.

Este impresionante edificio castrense del centro de la ciudad ha sido protagonista de varios hechos históricos desde su construcción en 1907. El 1 de octubre de 1936, el general Francisco Franco Bahamonde fue nombrado jefe del Estado y generalísimo de los Ejércitos Nacionales, el mismo día que fue excarcelado Manuel Machado. Quizá no por casualidad.

Manuel Machado colaboró durante su estancia en Burgos en el periódico El Castellano, cuya sede estaba en el actual número 11 de la calle Santander. El director era Francisco Estévanez y el redactor jefe, Martín Garrido. Uno de sus redactores más avezados era José María Zugazaga, con quien mantuvo una gran amistad desde que le conoció hasta el final de sus días.

El Castellano, un rotativo con un perfil católico muy conservador, nació en 1900 y dejó de publicarse en 1941. La propiedad correspondía a la Federación de Sindicatos Agrarios Católicos.

José María Zugazaga Marina (1914 – 2005) fue catedrático de Historia Medieval, poeta, secretario general de la Hemeroteca Municipal de Madrid y académico numerario de la Institución Fernán González. En la redacción de El Castellano conoció a Manuel Machado, se hiceron grandes amigos y ‘Joselito’, como le llamaba cariñosamente el poeta, se convirtió en su secretario personal primero en Burgos y luego en Madrid

Además de apellido y un gran talento literario, los hermanos Manuel y Antonio Machado compartían el vicio del tabaquismo, lo que a ambos les agravó en su senectud habituales bronconeumonías hasta sus respectivas muertes. Durante su estancia en Burgos, en 1937, pasó dos meses en cama por una «bronquitis crónica febril’, según detalló el doctor Luis Valero Carreras. Otro médico que trató a Manuel Machado en Burgos fue Remigio Hernando Manrique

Las semanas pasaban en aquel Burgos acuartelado y espiritual. El escritor sevillano se tuvo que buscar la vida para poder pagar su estancia en la pensión, comer y disfrutar un poco de aquella ciudad fría y gris que acabó siendo bautizada como la ‘Capital de la Cruzada’. Su fama como poeta y dramaturgo no era ignorada y, gracias a algunos contactos -entre ellos el de José María Pemán-, consiguió trabajo en el archivo de la Delegación de Hacienda de Burgos, sito en el actual centro cívico de San Juan, que también en su momento fueron juzgados.

El matrimonio Machado daba mucho trabajo a los carteros que, prácticamente todos los días, asomaban su zurrón por la pensión Filomena para entregarles el abundante correo que recibían y que, afortunadamente, se ha conservado en gran medida.

Otro lugar que frecuentó Manuel Machado fue la sede de la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda, que se encontraba en el Palacio de la Audiencia Territorial. Allí mantuvo tertulias con otros escritores e intelectuales, entre los que estaba el propio jefe del Servicio Nacional de Propaganda, Dionisio Ridruejo. En esos encuentros se fraguó la participación del poeta andaluz en un homenaje literario a José Antonio Primo de Rivera o en una velada en el Teatro Principal en honor de la hija del dictador, Carmencita Franco.

En mitad de la Guerra Civil, Manuel Machado entro a formar parte de la Real Academia de la Lengua. En el acto, celebrado en San Sebastián el 19 de febrero de 1938, leyó su discurso ‘Unos versos, un alma y una época’, donde hizo un recorrido autobiográfico completísimo por su vida y por su obra, desde sus primeros recuerdos y poemas hasta los últimos. Y citó a su hermano Antonio.

Durante sus años en Burgos, Manuel Machado tuvo relación con algunos destacados religiosos de la ciudad. Además del canónigo Bonifacio Zamora y el prior carmelita Bruno de San José, el poeta sevillano trabó una buena amistad con el prior de la Cartuja, el padre Agustín María Hospital, más allá de su estancia en la capital castellana.

Junto a su ingreso en la cárcel, el momento más duro de la estancia en Burgos de Manuel Machado fue la noticia de la muerte de su querido hermano Antonio, seguramente comunicada por José María Zugazaga. Su viaje para velar su cuerpo, en principio a París, finalizó en la localidad francesa de Colliure, donde se topó también con el fallecimiento de su madre, Ana Ruiz.

Para viajar a Francia, el matrimonio tuvo que mover muchos hilos en la burocracia del nuevo régimen. Al final, consiguieron los salvoconductos para pasar la frontera, documentos que se conservan en la Institución Fernán González.

La exposición ‘Los Machado. Retrato de familia’ fue inaugurada en Sevilla por el rey Felipe VI el 21 de octubre de 2024. Meses después llegó a Burgos y más tarde, a Madrid.

Organizada por la Fundación Unicaja, la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes, unió los dos grandes fondos machadianos existentes y repasó la vida de una familia de grandes personajes que no sólo se adscribía a los dos poetas y dramaturgos.

En la imagen, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y Alfonso Guerra, comisario de la muestra, en la inauguración en Burgos.

Para la muestra de la familia Machado, la Institución Fernán González y la Diputación de Burgos restauraron documentos, libros y cuadros, como el retrato de Manuel Machado de Asterio Mañanós (derecha) o ‘La mujer con guitarra’ de Julio Romero de Torres (izquierda).

A finales de mayo de 1939, el matrimonio regresó a un Madrid devastado por la guerra y donde los víveres escaseaban. Su casa no había sido violentada y Manuel se reincorporó a su trabajo como director de la Hemeroteca y del Museo Municipal de Madrid, falleciendo ocho años después, en 1947, con una gran pena atravesada por el hermano muerto y un país destruido.
Tras la muerte de Manuel, Eulalia donó escritos, documentos y objetos a algunos amigos, como Bonifacio Zamora, y a la Institución Fernán González. Con los años, este fondo documental fue aumentando y supone, junto al de Fundación Unicaja, los dos grandes fondos machadianos existentes.

​Eulalia Cáceres ingresó en la orden religiosa del Cottolengo del Padre Alegre de Barcelona y falleció en 1974 a los 93 años de edad.

Tras varios años de investigación, el médico e investigador acaba de su última obra, editada por la Institución Fernán González y la Fundación Círculo, que relata los años que Manuel Machado pasó en Burgos en plena Guerra Civil.

FUENTE:https://www.elcorreodeburgos.com/cultura/251209/239649/descubre-fotos-vida-manuel-machado-burgos-1936-1939.html#foto27

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