DON FERNANDO DE LA CERDA, HIJO DE ALFONSO X, MURIÓ EN EXTRAÑAS CIRCUNSTANCIAS, CON 19 AÑOS EN JULIO DE 1275 EN VILLA REAL
Dic 13 2025

POR JOSE MARÍA GOLDEROS, CRONISTA OFICIAL DE VILLA DE GRIÑÓN (MADRID)

El hijo mayor de Alfonso X, murió en 1275 Villa Real (Ciudad Real), Fernando de la Cerda cuando se dirigía a la frontera para enfrentarse a los benimerines, quienes habían cruzado el estrecho de Gibraltar. La Crónica de Alfonso X detalla cómo, desde ese momento, se planteó el conflicto sucesorio que su fallecimiento acarreaba. Mientras que Juan Núñez de Lara se comprometió ante el agonizante Fernando a criar a su hijo Alfonso y defender sus derechos al trono como sucesor del rey Sabio, el otro gran magnate del reino, Lope Díaz de Haro, se vinculó al infante Sancho, luego Sancho IV, para ser este quien heredase la corona de Castilla y León. Fue Fernando hijo de Alfonso X, rey de Castilla, y de su esposa, la reina Violante de Aragón.

< Escudo de armas de la Casa de la Cerda.

Era nieto de Fernando III, rey de Castilla y León, y también de Jaime I el Conquistador, rey de Aragón. El infante de la Cerda nació en Valladolid el 23 de octubre de 1255, el mismo año que su padre fundaba la futura Villa Real en pleno centro de los dominios calatravos.
En las Cortes de Vitoria de 1256 fue proclamado y juramentado como heredero al trono. Al cumplir el infante llamado de la Cerda diez años de edad, su padre convino su matrimonio con la infanta Blanca, hija de Luis IX de Francia. Sin embargo, el enlace no se celebró hasta tres años después en la ciudad de Burgos, el 30 de noviembre de 1269.

Contaba entonces el infante Fernando con catorce años de edad, siendo su esposa tres años mayor que él. Después de los esponsales el infante fue armado caballero por su padre el rey. A su vez, Fernando de la Cerda armó como caballeros a sus hermanos los infantes Juan y Pedro de Castilla, y hubiese debido armar a su hermano el infante Sancho, pero este se negó a ser armado por él.
< Sepulcro del infante de la Cerda en el monasterio de las Huelgas de Burgos.

En 1271 Alfonso X, ordenó que todos los asuntos fueran transferidos al infante Fernando de la Cerda, que en esos momentos se encontraba en la ciudad de Valladolid.

En ese verano, permaneció en Sevilla al mando de importantes fuerzas de caballería, dispuestas para luchar contra el Reino de Granada, estando asesorado por su hermanastro Alfonso Fernández «el Niño», hijo ilegítimo de Alfonso X el Sabio.

En 1272, durante la revuelta de los nobles contra Alfonso X, intervino el de la Cerda en las negociaciones mantenidas entre su padre y los nobles sublevados. De nuevo en marzo de 1273, participó en el concejo de Almagro, en el que se trató de las dificultades de la presión fiscal, así como del cobro de los diezmos derivados de los aranceles, y el problema de los negocios de Cortes. En efecto, en las cortes de Burgos de 1274 el rey nombró al infante Fernando regente del reino en su ausencia, mientras perdurase su viaje a Europa para llevar a cabo el «fecho del imperio».

El día 25 de julio de 1275, falleció el infante Fernando de la Cerda de forma repentina en Villa Real, cuando iba a ponerse al frente del ejército destinado para combatir a los benimerines en el sur de la península. La Crónica de Alfonso X el Sabio relata así la muerte de su hijo, que aún no había alcanzado la edad de veinte años: ​

“Estando el infante don Ferrando en esta Villa Real, adolesció de gran dolencia. Et veyéndose quexado de la muerte, fabló con don Juan Núñez e rogó mucho afincadamente que ayudase e fiziese en manera que don Alfonso, fijo deste infante don Fernando, heredase los regnos después de los días del rey don Alfonso su padre … Et luego este infante don Fernando finó en el mes de agosto”…(sic).
Después de su defunción, el cadáver del infante recibió sepultura provisional en un lugar no especificado de Villa Real en espera del traslado al monasterio de las Huelgas de Burgos, fundado en el siglo XII por Alfonso VIII de Castilla con el propósito de convertirlo en panteón real de la Casa de Castilla.

Los restos del infante D. Fernando reposan en la actualidad en un sepulcro colocado en la nave de Santa Catalina del monasterio burgalés. El sepulcro se encuentra cobijado bajo un arco con lucillos de arcos escalonados, con adornos vegetales y escudos de Castilla y León cuartelados, sin corona. Las arquivoltas interior y exterior del arco se encuentran adornadas con hojas de vid y racimos de uvas, mientras que la arquivolta central se adorna con castillos y leones. En el tímpano del arco aparece colocado un calvario de bulto redondo.

El sepulcro que contiene los restos del hijo primogénito de Alfonso X conserva su policromía, consistente en escudos, enmarcados, de Castilla y León, apareciendo intercalados entre ellos escudos con las armas del Reino de Aragón, por ser la madre del infante hija de Jaime I el Conquistador. Durante la Guerra de la Independencia española todos los sepulcros del monasterio fueron profanados por las tropas napoleónicas, buscando objetos preciosos, siendo el sepulcro del infante Fernando de la Cerda el único que permaneció intacto.

El ajuar que se extrajo del sepulcro, muchos años más tarde consistente en las vestiduras del infante, su anillo, birrete, espada, espuelas, talabarte y otra serie de objetos, se encuentran expuestos actualmente en el museo de Telas Medievales de Burgos.

CONFLICTOS A CAUSA DE LA MUERTE PREMATURA DE D. FERNANDO DE LA CERDA.

En las Cortes de Segovia de 1278, reconocía Alfonso X como heredero a su segundo hijo, el futuro Sancho IV, en aplicación del derecho tradicional. Fue entonces cuando Violante, mujer de Alfonso X, acompañada de sus nietos los infantes de la Cerda, y de la madre de éstos, Blanca, huyeron a Aragón, bajo la protección de Pedro III, hermano de Violante. Aunque la reina castellana no tardó mucho en regresar a Castilla, los infantes de la Cerda fueron obligados a permanecer en Aragón.

La vida de Fernando corrió pareja a la de su hermano Alfonso, si bien su protagonismo político fue mucho menor, así como la documentación que de él se ha conservado, y secundó en todo momento las aspiraciones de Alfonso al Trono castellano. Desde 1281, los infantes de la Cerda estuvieron prisioneros en el castillo de Játiva, rehenes del esperado entendimiento entre el infante Sancho IV y Pedro III, tras haberse entrevistado en Ágreda. Tras la muerte de Alfonso X, su hijo Sancho pudo coronarse rey.

FUENTE:https://www.lanzadigital.com/cultura/don-fernando-de-la-cerda-murio-en-extranas-circunstancias-con-19-anos-en-julio-de-1275-en-villa-real/amp/

 

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