POR ANTONIO LUIS GALIANO LÓPEZ, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA.
Hay años en que el mes de diciembre en sus primeros días nos da alguna sorpresa, sobre todo a aquellos que son aficionados a viajar. Pues, es mucho mejor aprovechar gracias al calendario el poder coger un puente desde el sábado al lunes. Esto sucede en este 2025 que está agonizando, y que se nos va manteniendo cada vez con más noticias de las que dan miedo. Primero, la peste aviar o de los pollos, ahora la peste porcina y al final, no sabemos qué peste más aparecerá antes del 31 de diciembre, aunque no quiero ser ave de mal agüero y que los pollos no se enojen, y regrese aquella que se denominó como «las vacas locas». Así, tengamos paciencia y que no suba mucho la cesta de la compra navideña.
Hablábamos de puente. Pero, hace cuatro lustros lo que pasó a principios del último mes del año fue un auténtico acueducto, sólo comparable con el de Segovia. Pues, el día 4 era domingo, el martes 6 la Constitución, y dos días después la Purísima Concepción. Yo no recuerdo si hice «acueducto», lo que si pienso es que debía de hacer frío. Era el momento, y pronto llegaría la Navidad, que se anunciaba en la noche del miércoles, víspera de la Inmaculada, con la inauguración de la iluminación navideña en la ciudad, destacando el adorno de las calles de José Antonio (ahora Avenida de España), Calderón de la Barca y Arzobispo Loazes, con «diseños tridimensionales».
Aún permanecía abierta al público en el Museo de la Reconquista, la exposición conmemorativa del 700 Aniversario de la Sentencia Arbitral de Torrellas, a cuyos actos acudió a Orihuela la Mesa de las Cortes Valencianas. Recuerdo la anécdota en la que me vi involucrado, en el almuerzo que ofreció el presidente de dichas Cortes. Lo cierto es que no me viene a la memoria con quién compartí mesa y mantel, salvo un señor correctamente trajeado que me tocó al lado, al cual le pregunté a qué institución representaba. A ello, me respondió: «al pueblo de Orihuela». Me quedé perplejo, y recordé aquel pensamiento de Caralampio Ruiz «El Sabio» que reza: «Si le das la razón comerás en su mesa». Y, eso hice: le di la razón. Después me enteré, que solía acudir a todos los banquetes institucionales sin ser invitado, o sea: se colaba. Pero, para mí, al darle la razón en aquellos momentos me sentí congratulado por saber que había estado con el que se consideraba «pueblo de Orihuela». Volví a coincidir en otras ocasiones y no dudé en volver a comer en su mesa.
Sin embargo, ya estábamos con la Navidad cercana y se vivían otras circunstancias en aquel mes de diciembre de 2005. Así, en los primeros días de dicho mes, el alcalde José Manuel Medina Cañizares anunciaba para enero de 2006 el inicio de la obras de la Plaza del Carmen, calles del Hospital y de Santiago, culminándose así la urbanización del centro de la ciudad, que tuvo que paralizarse con motivo de la exposición «La Luz de las Imágenes».
Ya habían tomado posesión los nuevos canónigos José Antonio Gea Ferrández, José Luis Satorre García y José Luis Úbeda Sierras y, el 17 de diciembre, se despedía de sus diocesanos en la Catedral de Orihuela, Victorio Oliver Domingo después de habérsele aceptado su renuncia por motivos de la edad. En su homilía destacaba sentimientos de agradecimiento, de perdón y de amor.
Un día antes, dentro de la tradicional Cena de Navidad entre la Corporación Municipal y los medios de comunicación, fueron entregados por los primeros los «Premios Ondas 2005». El Premio Ondas al Periodista del Año recayó en Francisco Manuel Murcia Costa (Paco Murcia), locutor y reportero radiofónico de Radio Orihuela SER, y el Premio Ondas al Periodista Gráfico del Año, fue para el cámara de televisión del Canal 34, Antonio José Rubio. Las distinciones fueron entregadas por el alcalde. Por su parte, los medios de comunicación distinguieron con el «Premio Naranja 2005» a la primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Eva Ortiz Vilella, del grupo municipal del Partido Popular. Mientras que «Premio Limón 2005», le fue otorgado al concejal de Personal, Antonio Franco Andreu, del mismo grupo municipal. También fueron mencionados como finalistas del «Premio Naranja 2005», el concejal de Cultura, Educación y Festividades, Manuel Hernández Terrés y el concejal de LV-IV, Monserrate Guillén Sáez. Con respecto al «Premio Limón 2005», fueron finalistas el concejal del grupo Socialista, Isidro Hernández Lozano y la concejala del Partido Popular, Mónica Lorente Ramón.
En esos momentos, no quedaban en olvido las pedanías oriolanas. Pues, el día 14 se inauguraba la mejora de abastecimiento de agua de Puertas de Murcia, La Aparecida, Raiguero de Levante, Raiguero de Poniente, Rincón de Bonanza, Carretera de Beniel, Desamparados y Las Norias, cuyas obras importaron 1.341.988 euros. Por otro lado, Asojoven que presidía Alfredo Sigüenza, recogía firmas en el mes de diciembre, con objeto de solicitar mejoras en el servicio de correos en La Murada, dirigiéndose al respecto al alcalde y al síndico de Agravios. En esta última pedanía, el 8 de diciembre, fue bendecida un su Iglesia parroquial una imagen de la Inmaculada, siendo costeada por los vecinos de la calle Óscar Esplá de la misma. Al acto acudió la concejala y diputada autonómica, Mónica Lorente Ramón, así como Antonio Rodríguez Barberá, secretario autonómico de Agricultura y los concejales, David Costa y José Antonio Aniorte Grau.
La ciudad seguía intentando promocionar su historia, tradiciones y fiestas a través de los medios de comunicación. Así, el día 3 de diciembre, desde el Museo de la Semana Santa se efectuaba en directo a nivel nacional el programa de radio «Gente Viajera» de la cadena Onda Cero Radio, a fin de favorecer la declaración de Interés Turístico Internacional para la Semana Santa de Orihuela. Dicho programa, dirigido por Esther Eiros contó con la intervención de la consellera de Turismo, Milagrosa Martínez; el alcalde de Orihuela José Manuel Medina Cañizares; el presidente de la Junta Mayor de Cofradías, Hermandades y Mayordomías de la Semana Santa de Orihuela, Eduardo Ferrández Felices; el promotor y propietario de tres campos de golf, Antonio Pedrera Soler y el cronista oficial de la Ciudad.
Como es tradicional se mantenía la costumbre de instalación de belenes, tanto en casas particulares, como en algunos centros e iglesias, que días antes se abrían al público. El belén municipal fue inaugurado el viernes 16 de diciembre en el claustro del Palacio Episcopal, que este año se vio enriquecido con la incorporación de dos nuevas escenas (La Visitación y la Presentación en el Templo). Durante el acto intervino el Coro Mixto de la Catedral de Orihuela. Entre los belenes montados destacaron los montados por: Enrique Hernández y Carmen Luisa Cabrera en la Avda. Constitución, nº 83 que logró el segundo premio en el concurso organizado por la Concejalía de Cultura; José García Lidón en la calle del Bado, que alcanzó el primer premio; Monserrate Grao Torres, en el convento de San Francisco; Ángel Montero Belmonte en La Cartuja de La Campaneta; Luis Manuel Serna Rocamora, en la calle Francisco Díe, el de la Hermandad del Cristo de la Buena Muerte en la calle Torreta y el de Manuel González García en el Bar Manolé.
A nivel de logros culturales por parte de oriolanos, Joaquín Garrigós Bueno, licenciado en Filología Hispánica y en Derecho por la Universidad de Murcia, intérprete jurado de lengua rumana y traductor literario, premio 1999 de la Unión de Escritores de Rumanía y Comendador de la Orden del Mérito Cultural de Rumanía; era nombrado en este mes de diciembre de 2005, director del Instituto Cervantes de Bucarest.
Así, continuaban avanzando las hojas del calendario que nos irían acercando a la Navidad. Algunos habrían disfrutado del «acueducto», y otros estarían montando sus belenes. Por mi parte, miraba al cielo y esperaba que en la cena de Nochebuena no apareciera en mi casa aquel señor trajeado que se otorgó ser el representante del pueblo de Orihuela. A pesar de que se pudiera cumplir la variante del pensamiento del Sabio Caralampio: «Si le das la razón comerá en tu mesa». Pues yo, le había dado la razón en su momento.
FUENTE:https://www.informacion.es/opinion/2025/12/14/acueducto-124737986.html