LA COMARCA DE SIERRA MÁGINA (JAÉN). PASADO, PRESENTE Y FUTURO. (2)
Ene 14 2025

POR JOSÉ MANUEL TROYANO VIEDMA. CRONISTA OFICIAL DE LAS VILLAS DE BEDMAR Y DE GARCIEZ (JAÉN).

Pioneros-en-la-investigación-sobre-Sierra-Magina

Las pinturas rupestres de la Cueva de la Graja de Jimena, su descubrimiento y su catalogación como Monumento Nacional.

Esta Cueva prehistórica fue descubierta por Eduardo Cobos en 1902, siendo Notario de Jimena, y la noticia la dio a conocer en la revista Alhambra (Nº 301, pp. 426-427), aunque en 1867 fue visitada, por el jienense  Manuel Góngora Martínez ya que en 1868 nos da cuenta de ella en su obra Antigüedades Prehistóricas de Andalucía. Con posterioridad al hallazgo de las pinturas (1902) esta cueva prehistórica fue estudiada por D. Manuel Gómez Moreno, quien recogió, mediante dibujos realizados por él sobre las pinturas encontradas y que luego, en 1908, en su obra Pictografías Andaluzas, les daría la denominación de “pictografías”. El abate francés H. Breuil que visitó el yacimiento en junio de 1911, acompañado de J. Cabré, incluyó estas pinturas en su obra sobre las Pinturas Rupestres Esquemáticas en la Península Ibérica (París, 1935. Pp. 5-8, pliegos I-III) y estudiadas por Obermaier y Woermann, denominándolas “figuras rupestres esquematizadas” y comparándolas con los petroglifos o guijarros pintados procedentes de la Mas d´Azil (Francia).

Sin olvidar los serios estudios realizados por el Cronista de Jimena. Mariano Sáez Gámez –quien firmaba con el pseudónimo de Bachiller Mariano de Ximena, los cuales fueron publicados en la Revista Paisaje, bajo el título de “Monografías Jimenenses” en 1966, páginas 792 y ss. Previamente, sobre las pinturas rupestres de la Cueva de la Graja, decía en 1902 D. Francisco de Paula Valladar y Serrano, Cronista Oficial de Granada, las cuales presenció in situ, que, ese primer conjunto encontrado, “fue uno de los primeros en descubrirse en España dentro del estilo esquemático”, ya que la actual configuración del núcleo completo es muy reciente, pues la práctica totalidad de sus 17 conjuntos catalogados, han permanecido inéditos hasta los años ochenta del pasado siglo XX. Años más tarde, en agosto de 1916, D. Mariano de la Paz Gómez Rodríguez, además de dar a conocer las reflexiones que sobre la misma habían hecho prehistoriadores de la talla del Abate Henry Breuil (1877-1961), Obermaier, Juan Cabréy Gómez Moreno, entre otros, escribía en la Revista Don Lope de Sosa lo siguiente: “Obermaier atribuye a buena parte de las pinturas rupestres andaluzas al período Azilo-Tardenoisiense, un período que se continuó hasta el Neolítico y las pictografías se iban separando cada vez más del arte naturalista, perdurando así hasta el Neolítico final y la primera etapa de la Edad de los Metales… Opinión que coincidía, en lo substancial con la de Gómez Moreno, quien atribuía a las pinturas de la citada Cueva, una procedencia Neolítica”. Hoy, sabemos, que las figuras de esta Cueva están datadas y catalogadas dentro del periodo Neolítico Final y se estudian de forma diferenciada de las dos clásicas escuelas de arte rupestre español: la franco-cantábrica y la levantina, creándose con estos hallazgos una nueva escuela: la Andaluza, sobre todo debido a los nuevos estudios realizados por los profesores Soria, López Payer y Zorrilla (6)yhechos públicos en las XIX Jornadas de Estudios de Sierra Mágina celebradas en Torres (Jaén) en octubre de 2001.

Con anterioridad el profesor Almagro nos hacía ver, entre las figuras halladas en la misma, una que representa a un hombre que lleva de los cuernos a una cabra, dada la existencia de cuadrúpedos, que fueron analizados por el Departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada en 1984, junto a signos antropomórficos masculinos en “phi”, propios de la pintura rupestre esquemática y la existencia de unas cabezas emplumadas que nos enlazan con los “cazadores” paleolíticos, junto a numerosas hachas de piedra pulimentadas –Neolítico- como señalaba el historiador D. Antonio Gaya Nuño en 1968.

Por todo ello, la Cueva de la Graja fue declarada Monumento Nacional mediante una Real Orden de 25/IV/1924 a propuesta de la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades. Por ese motivo el Ministerio trasladó copia de la misma al Gobernador Civil de la Provincia, al Presidente de la Comisión Provincial de Monumentos y éstos a las autoridades municipales, los cuales dieron cuenta de la feliz noticia a sus convecinos para que a partir de ese momento se convirtiesen en los mayores defensores de ese gran patrimonio que le dejaba la Historia de España, tal y como se desprende de la justificación de tal denominación: “… Porque sabemos la cultura del Pueblo de Jimena y de sus dignísimas autoridades, abrigamos la evidencia de que ellas y cada uno de sus vecinos, será un defensor de ese monumento, para que sea respetado y tenido en la estima que merece y que oficialmente le ha sido reconocida. Pueblo que tradicionalmente mantuvo sus prestigios, será en este caso también fiel a ello”. Poco tiempo después de la concesión de la distinción de Monumento Nacional, el Presidente de la Comisión Provincial de Monumentos de la Provincia, D. Alfredo Cazabán y Laguna, junto con el Académico Conservador, Sr. Espantaleón, visitaron la Cueva de la Graja con el fin de “conocer su actual estado y adoptar las disposiciones que procedan”. Dichas pinturas fueron fotografiadas y expuestas por vez primera en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929. En 1971 fue visitada por los asistentes al Congreso de Prehistoria y Arqueología que se celebró en Jaén y que en el pasado mes de abril de 2024 ha celebrado con unas Jornadas su Centenario. 

Las Excursiones arqueológicas de D. Mariano de la Paz Gómez y Rodríguez, desde Villa María (Jimena) a los territorios de Albanchez de Úbeda entre 1920 y 1922.

En septiembre de 1920, D. Mariano de la Paz Gómez y Rodríguez (7), en su “Excursión a Albanchez”, publicada en la revista Don Lope de Sosa(8), encontró en el castillo “tres recintos rectangulares de mediana extensión y en plantas diversas, uno de ellos completamente oscuro y cubierto de sólida bóveda; los otros iluminados por aberturas cuadrangulares y con la techumbre destrozada. Por el lado que mira a Albanchez un muro almenado sepárase del castillo, formando ante él un pequeño patio de armas por el cual se entra al edificio… la construcción recuerda obra romana y su estado deja mucho que desear”. También en su Crónica nos dejó claro reflejo “de los bastantesapuros que les costó descender una vez que estuvieron arriba del alcazarejo”.

En el verano de 1922, el citado D. Mariano, realizó por tierras de Albanchez su segunda Excursión (9), la cual publicó también en la Revista “Don Lope de Sosa”, quedándonos un magnífico testimonio de la visita, la cual en esencia, dice así: “Salimos de Villa María en Cánava –(Jimena)- y al pasar por Gutar, recogió al guía, con el que se dirigió hacia la villa de Albanchez, la cual atravesó con el fin de dirigirse a la Sierra de los Castillejos, a través de una ascensión dura y peligrosa y llegar a las Zorreras, lugar donde se encuentra la Cueva de los Esqueletos, denominada así por los naturales del lugar, por haberse encontrado los antedichos esqueletos. La cueva es pequeña, situada en la parte alta del monte y orientada casi al poniente; su techoes firme y está adornado por estalactitas; el suelo cubierto de piedras sueltas y escombros removidos; la entrada tan angosta que obliga a penetrar reptando, una abertura lateral cual tosca ventana por donde se ilumina el recinto. Desde ahí se dirigieron a la Peña de los Enamorados, la cual fue catalogada por el Sr. Góngora, como un monumento megalítico; mientras que para D. Mariano es simple y llanamente un capricho de la naturaleza. Desde ahí se dirigieron a la Caldera, siguiendo esta ruta una vez llegados a La Puerta, -un desfiladero limitado a poniente por Peña Traviesa y los Galayos y a saliente por el Peñoncillo y el Morrón-, seguimos hasta divisar la Cascada de Poyo Pulido y de ahí a un pequeño barranco sombreado por olivos, almendros y nogueras, conociéndose a este lugar con el nombre de la Huerta del Tío Lobo, para por fin llegar a la vista de la Caldera, desde donde regresamos de nuevo al punto de partida al caer la tarde”.

El Colectivo de Cronistas e Investigadores de Sierra Mágina y el nacimiento de las Jornadas de Estudios sobre Sierra Mágina.

El 22/V/1983 un grupo de Cronistas e Investigadores de distintos lugares de la de la Comarca de Sierra Mágina se reunieron en el Parque del Nacimiento de Bélmez de la Moraleda para exponer sus trabajos sobre la Historia y las costumbres de sus respectivos pueblos. Tan sólo se presentaron 7 comunicaciones pero fue el inicio de la vida del Colectivo de Cronistas e Investigadores de Sierra Mágina, que a través de tres momentos: a) 1983-1984, con el patrocinio de los propios participantes, se celebraron las Jornadas de Bélmez de la Moraleda y Campillo de Arenas. b) 1985-1989, donde los Ayuntamientos de la Comarca asumieron el patrocinio de las Jornadas, haciéndolas coincidir con alguna efeméride o conmemoración local: Cambil con el V Centenario de la Toma de sus Fortalezas. Mancha Real con el IV Centenario de la Fundación del Convento de Carmelitas Descalzos por San Juan de la Cruz. Bedmar con el XI Centenario de su Castillo del Mirador. Huelma con el 550 Aniversario de la Toma por el Marqués de Santillana y Jódar, con el XI Centenario de su Castillo-Fortaleza, respectivamente. c) 1990-1991, donde la celebración de las Jornadas se convierte en una propuesta concreta para abordar líneas de investigación sobre la Comarca: Albanchez, bajo la temática de “Sierra Mágina: Parque Natural y perspectivas socioculturales”. Torres, bajo el tema de “Marginación y Pobreza en Sierra Mágina”. De esa manera en todos esos años con el apoyo y trabajo constante de D. Manuel Amezcua Martínez y los Cronistas de la Comarca se fue cumpliendo con el ambicioso objetivo de profundizar en nuestras raíces e ir conformando, con estudios puntuales, la microhistoria de nuestra Comarca, posibilitando al mismo tiempo una comprensión mayor del papel histórico, cultural y antropológico de los pueblos que fueron surgiendo a lo largo de la historia en torno a la Serranía de Mágina.

Los Cronistas e Investigadores de la Comarca de Mágina que estuvieron presentes en la constitución de las Jornadas de Estudios de Sierra Mágina (Plaza del Nacimiento de Bélmez de la Moraleda, 1983), lugar donde se celebró la Iª Edición fueron los que siguen, de acuerdo con la fotografía que se acompaña: D. Nicolás Navidad Vidal. Investigador de Albanchez de Úbeda y Maestro en Bélmez de la Moraleda, con su trabajo: Dos costumbres tradicionales de Albanchez de Úbeda: “Hachones y luminarias” y “Costumbres de la Noche de San Juan”. D. Martín Santiago Fernández Hidalgo. Párroco de Bélmez de la Moraleda e Investigador, con su trabajo: Recuperación de la Fiesta de Moros y Cristianos en la aldea de Bélmez. D. Manuel Amezcua Martínez, Cronista Oficial de Noalejo (Jaén), con su trabajo: La investigación de la Historia y el Arte en la Comarca de Sierra Mágina. [Agachados]. D. Ignacio Quesada Menduiña, Periodista de IDEAL JAÉN. D. Narciso Mesa Fernández, Cronista Oficial de Jódar (Jaén), con su trabajo: El Cantón Militar de la Villa de Jódar durante la Guerra de la Independencia. Dª. Pilar Mesa Fernández, hermana de D. Narciso. Señora de D. Manuel Amezcua Martínez. D. José Nieto, del Grupo Folk “Andaraje” (Jódar y Sierra Mágina).Señora de D. Nicolás Navidad Vidal. D. Enrique Fernández Hervás, Cronista Oficial de Campillo de Arenas (Jaén) y Señora, con su trabajo: Campillo de Arenas, ejemplo de repoblación y fundación de Villas en la Sierra de Jaén después de la Reconquista. D. José Chamorro Lozano, Cronista Oficial de la Provincia de Jaén, natural de Jimena y Dª. Remedios, su Señora. D. Mariano Sáez Gámez, Cronista Oficial de Jimena (Jaén) y residente temporadas en Bélmez de la Moraleda, con su trabajo: Un grave error histórico sobre la fecha de la conquista de Jimena [De pie]. También presentó comunicación D. Martín Baena Jiménez, investigador de Torres, bajo el título de: La Fiesta de los Jornaleros. Orígenes de una Fiesta Popularen una situación de penuria social. Génesis de una Leyenda. Además, hemos de decir, que el moderador de la Jornada, D. Manuel Amezcua Martínez, procedió, en el inicio de la reunión, a dar lectura a dos Cartas, una de D. Vicente Oya Rodríguez, Cronista Oficial de Cambil y la otra, de D. José Manuel Troyano Viedma, Cronista Oficial de las Villas de Bedmar y de Garciez, “sumándose al acto, por encontrarse ausentes en Madrid y Córdoba”, respectivamente.D. Manuel López Pegalajar, Investigador Local natural de Jaén y Maestro en Jódar, también se adhirió a la reunión. Todas esas comunicaciones se convirtieron en las Actas de la Iª Asamblea de Estudios de Sierra Mágina.

La vía férrea de Madrid-Linares/Baeza-Granada-Almería a su paso por Sierra Mágina.

La popular Estación de Linares-Baeza de esta línea ferroviaria entró en funcionamiento en 1865 en la sección de Vílchez a Córdoba, mientras que en 1876 se procedió a la realización del perfil transversal del recorrido hacia Granada y el Puerto de Almería; aunque no sería hasta 1890 cuando se elaboró el proyecto definitivo, como consecuencia de la dificultad que presentaba el trazado, el cual atravesaba todo el Sistema Bético. A lo largo de ella, en la cara NE de Sierra Magina, contaban con estación las siguientes localidades: Garciez-Jimena-Bedmar. Jódar. Larva. Cabra del Santo Cristo. y Huelma.

El proyecto fue redactado por la compañía francesa Fives-Lille, aunque contó, para su ejecución, con una empresa concesionaria denominada Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España, con el ingeniero R. de Ynchaurraudieta al frente de los trabajos técnicos. Dicho Proyecto, a su paso por la provincia de Jaén, presentaba las siguientes estaciones: Linares-Baeza; Torreblascopedro (entre los kilómetros 10-20); Baeza-Begijar (entre los kilómetros 20-30); Úbeda-Garciez-Jimena (entre los kilómetros 30-40); Jódar (entre los kilómetros 40-50); Propios-Peal de Becerro (entre los kilómetros 50-60); Huesa-Quesada (entre los kilómetros 60-70) y, por último, la estación de Hinojares (entre los kilómetros 80 y 90). Sin embargo, ese proyecto sufrió una profunda modificación en el año 1896, cuando el ingeniero de caminos D. José Olano, en base a informes técnicos de toda índole, redactó su Memoria en apoyo del proyecto de Viaducto para cruzar el río Salado –(presentada en París el 20/V/1896 y que en esencia se describía así: “El Viaducto está constituido por un tablero metálico de 315 metros de longitud compuesto de dos vigas continuas de 10 metros de altura, de acero, de doble alma, con montantes verticales y dobles celosías, formando tres tramos de 105 metros de luz entre los ejes de los apoyos, habiéndose hecho los tres tramos de igual luz con objeto de facilitar el corrimiento del Viaducto”)-, por lo que se abandonaba el trazado originario que pasaba sobre el curso del Guadiana Menor, por ser aquel más seguro y como consecuencia el trazado sufrió cierta alteración ya que desaparecen las estaciones de Huesa-Quesada, que se convirtió en un apeadero (“apeadero de Quesada”), así como la de Hinojares, mientras que se erigían tres nuevas estaciones: Larva, Cabra del Santo Cristo y Huelma.

En todas las estaciones se observa una importante novedad constructiva, el uso del ladrillo en la estructura arquitectónica, alternándose con el enfoscado del muro. La noticia de la inauguración de la línea Linares-Baeza-Granada-Almería la dio el periodista D. Francisco Fernández de Villegas “Zeda” en la primera página del rotativo madrileño “La Época” en su edición del 16/III/1899 con el título “El ferrocarril de Baeza a Almería”, en el cual se dice que “el señor Ibo-Bosch ha sido el verdadero Deus ex Machina de esta obra ferroviaria…La vía inaugurada, que desde Baeza recorre una gran parte de la Provincia de Jaén, otra de la de Granada y el Norte de la de Almería, además de unir tres comarcas tan importantes como las citadas, es desde el punto de vista comercial de grandísima ventaja para la industria minera, puesto que facilita y abarata considerablemente el transporte del mineral, que tanto abunda en toda esta rica región”, aunque el trazado no estuvo completado hasta 1904. Qué duda cabe que la inauguración de esta vía férrea fue una noticia muy importante para la Comarca de Sierra Mágina y en especial para las Estaciones citadas, hasta los años 70 (10).

De Camino a Carretera Nacional y Autovía de Jaén a Granada por Sierra Magina.

El valle del río Guadalbullón constituye uno de los principales pasos naturales de comunicación entre el alto valle del Guadalquivir y la depresión intrabética de Granada, a través del obstáculo que representa la Sierra Mágina, perteneciente a la cordillera Subbética. El descubrimiento de asentamientos enclavados en lugares estratégicos a lo largo del curso fluvial, como el poblado argárico hallado en la propia Puerta de Arenas, pone de manifiesto la existencia de un camino prehistórico en las postrimerías de la Edad de Bronce.Aunque esta vía de comunicación no aparece en los repertorios publicados por Juan Villuga (1546) y Alonso de Meneses (1576), el paraje de Puerta de Arenas ha sido un punto de tránsito obligado para los viajeros extranjeros que visitaron esta región desde el siglo XVII, dejando testimonio de sus observaciones en numerosos libros donde describieron sus gentes y lugares, dando muchas veces una visión romántica del camino y su entorno.

Así, por ejemplo, en la segunda mitad del siglo XVII el diplomático y escritor francés François Bertaut de Fréauville describía el paso de la siguiente manera en su «Journal du Voyage d’Espagne»: «Todo este camino es admirable, porque al salir de allí se sube por grandes montañas y se toma el paso o pasaje que se adentra en el reino de Granada.El reino de Granada está separado de la Mancha y del de Jaén por rocas terribles, entremezcladas con gran cantidad de torrentes, que son tal que no se podría entrar más que por un sitio, donde han tallado una abertura a través de una montaña de una altura prodigiosa (…)Este paso dura cinco leguas largas, que van desde Manchuela hasta Campillo, y se estrecha particularmente desde Pegalajar, donde se va siempre por entre dos líneas de roca, y en donde hay muchos sitios donde las mulas no podrían pasar más que de una en una.Yo pasé en esas cinco leguas de camino el mismo torrente dieciocho o veinte veces, antes de llegar a esa parte célebre, que es una roca cortada a cincel y a plomo desde abajo hasta lo alto, en donde hay un paso ancho de cerca de tres toesas, cuyos dos lados son un poco menos altos que las torres de Notre-Dame de París.Los españoles llaman puertos a todos los pasos difíciles de los Pirineos y otras montañas, a causa de que sólo por éstos se puede entrar en su país por tierra».

En 1833, Fernando VII aprobó una Real Orden por la que se declaraban y reconocían como carreteras generales del Reino los caminos que se estaban construyendo desde Bailén a Granada por Jaén.En aquella época, el paso habilitado para la carretera sobre el cauce del Guadalbullón en el congosto de la Puerta de Arenas presentaba dificultades y peligros para los viajeros en los episodios de avenidas, por lo que a finales de la década comenzó la construcción de un túnel que evitara vadear el río, «obra indispensable para asegurar el tránsito en aquel punto en el que el rio del Campillo destruía cuantas obras se ejecutaban en su margen», según se reconocía en el oficio publicado en la «Gazeta de Madrid» con motivo de la inauguración de la galería. En marzo de 1839, el mismo Boletín publicó el siguiente comunicado sobre el desarrollo de las obras de la carretera en la provincia de Jaén:«Las obras de caminos de esta provincia se continúan con asiduidad e interés. El puente que se construye sobre el Guadalbullón se halla bastante adelantado; es de muy buen gusto, de no menos solidez, y de prueba para la mano diestra que lo dirige: se han arrimado muchos materiales en estos días, y creo que siguiendo como hasta ahora estará concluido en fin de año. También se halla muy adelantada la mina de la puerta de Arenas; más esta empresa que tanto honra al atrevido pensamiento que la dirige, como al celoso Gobierno que la lleva a efecto, es difícil; y por lo mismo ella misma recomendará á su tiempo las ventajas de su construcción: baste a V.E. la idea de que se está horadando una durísima roca de 44 varas de espesor con una luz de 40 pies”.En un parte del Gobierno Político de Jaén, publicado en abril del mismo año, se detallaba el número de operarios que trabajaron en la excavación del túnel durante la tercera semana de marzo, con expresión de sus jornales:«Mina de la puerta de Arenas en roca muy dura. Cuatro canteros a 10 reales, 4 ídem a 9, y 7 barreneros a 6. En la boca del Norte hay 6 canteros y 4 barreneros, y en quitar el esviaje que forma el peñasco en la parte del Sur 2 canteros y tres barreneros».

Los avances hechos en aquella semana fueron los siguientes: «En la boca del Norte se ha metido el minado un pie lineal, y en el esviaje que forma la peña por la parte del Sur se han desmontado 188 pies cúbicos de piedra en roca muy dura…».El túnel fue inaugurado el 9/VI/1840, tal y como explicaba el ingeniero D. Manuel María de Chávarri, encargado de las obras de la carretera de Bailén a Granada, en un oficio publicado en la «Gazeta de Madrid» «por la circunstancia de ser la primera mina que en España se ha abierto para caminos con muchas ventajas de los transeúntes Aquel acto se ha ejecutado del modo más solemne por este Sr. jefe político, con asistencia de una comisión de la diputación provincial y de los ayuntamientos constitucionales de las villas de Pegalajar, Canvil, Huelma, Campillo, Carchelejo y Carchel, y del juez de primera instancia de este partido, residente en la indicada villa de Huelma, todas poco distantes de la referida mina. Dios guarde á V.S. muchos años. Jaén 10 de Junio de 1840.- Manuel María de Chavarri. Sr. director general de caminos canales y puertos”.

Carretera de Bailen a Granada:“Descripción de la mina de la puerta de Arenas. Al través del peñasco de la margen izquierda del rio Campillo se ha abierto para el paso de dicha carretera una gran mina de 100 pies de línea, 20 pies de luz y 16 de altura hasta el arranque de la bóveda que es escarzana. Sus frentes están perfectamente planos y verticales a escuadra con su directriz, habiendo dejado sus ángulos relievados en forma de antas de dos pies de ancho hasta recibir las impostas de los arcos de entrada. Los planos exteriores de las fachadas se elevan hasta terminar a nivel en el rozado del esviaje de la roca en el lado del Sur, cuatro pies sobre el vértice del arco, y en el del Norte tres. Sobre el medio de cada arco se ha colocado un tarjetón de mármol: el del lado del Sur de color rojo claro de tres pies, tres pulgadas de ancho y doble de largo (…). El minado entre pilastras está perfectamente rematado: en la bóveda se ha guardado la forma de los arcos de entrada a nivel, y los paramentos de los lados paralelos han resultado en términos que parecen muros de cantería de una pieza, porque la roca es tan maciza que solo presenta un hueco de unos tres pies de diámetro en la bóveda, por el cual se ven gruesas piedras estalactitas, y no se ha cerrado para que se observe mejor la naturaleza y variedades del peñasco.Además del minado efectivo hay un gran desmonte en el esviaje de la montaña por la parte del Sur de 35 pies de largo, 18 de ancho, media y 22 de altura en lo más endurecido de la roca.Por la parte del Norte hay otro desmonte de 15 pies de largo, 20 de ancho (término medio) y 12 de altura media.Los ramales de caminos contiguos a la mina están perfectamente enrasados con su pavimento, habiendo construido para dar salida a las aguas de los terrenos superiores al camino por la parte del Sur una alcantarilla de cobija de tres pies de luz, cuya disposición y fábrica no desmerecen relativamente del lugar que ocupa junto a la gran obra que queda descrita». En una inscripción latina, con una cuidada letra bastardilla española, se alaba la utilidad de la obra: «Bene est nihil amplius utile. Anno MDCCCXL» («Bien está, nada más útil. Año 1840») (11).

El Profesor Cuatrecases Arumi (Camprodon, Gerona, 1903-Barcelona, 1996) y sus estudios sobre la flora y vegetación del Macizo de Mágina y el endemismo de la “Viola Cazorlensis” en tierras de Mágina.

Con este título “Estudios sobre la Flora y Vegetación del Macizo de Mágina”, D. José Cuatrecasas Arumi defendió su tesis doctoral el 23/IV/1928 en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central en Madrid, la cual fue calificada con Sobresaliente por el Tribunal. Con ella se inicia el estudio ecológico de la vegetación en España, de la mano de una mente preclara, original y aguda, en las que se manifiesta su enorme interés por la botánica, área en la que tendrá un protagonismo mundial, pero partiendo de aquí, de nuestra Comarca de Mágina entre los años 1925 y 1926.En efecto el Profesor Cuatrecasas pasó varios meses en la Serranía de Mágina entre los años 1925 y 1926, residiendo, de acuerdo con su estudio etnobotánico, en las localidades de Cabra del Santo Cristo, Jódar, Torres y en la Venta del Capataz (Bélmez de la Moraleda), desde donde se fue desplazando a todas y cada una de las localidades cuyos términos se encontraban, total o parcialmente en dicha Serranía, tal y como se aprecia en este documento fotográfico de S. Casado, que exponemos a continuación, en el que se nos muestra a D. José Cuatrecasas (a la derecha), junto a su amigo D. Sans y uno de los Guías, descansando en una de sus expediciones por Mágina, al tiempo que describió de manera puntual y detallada su estancia en esta tierra, durante las campañas de recolección, así como el material de preparación de las plantas utilizado para las herborizaciones, un método ideado junto a su hermano Manuel.

Los dibujos, esquemas y fotografías que ilustran el trabajo, antes citado, son una muestra de la originalidad de Cuatrecasas: “-Primera Campaña (junio-julio de 1925): Salen de Barcelona el 31/V/1925, llegan a Cabra del Santo Cristo el 2/VI, instalándose en la Fonda “Los Jardines”. Se trasladaron luego a Bélmez de la Moraleda, estableciéndose el mes de julio en la Venta del Capataz junto a la carretera de Huelma a Jódar. Las largas excursiones las realizan a pie realizando un amplio recorrido exploratorio, siendo frecuente pernoctar en el campo aprovechando la “preciosa hospitalidad ofrecida por los paisanos habitantes de algunos cortijos”,como el del Caño del Aguaderoy al que consideraron como un “campamento obligado de quien quiera explorar minuciosamente los altos picos del núcleo de Mágina y sus torcas”.La 2ª campaña, octubre de 1925, transcurrió con arriero y caballería para el equipaje, durante cinco días por los términos municipales de Bedmar, Torres, Albanchez, la Mata Begid, Bélmez de la Moraleda-Bedmar, de nuevo, para finalizar en Jódar. La ruta partió de Cuadros y terminó en el Caño del Aguadero.Durante su tercera Campaña (abril–mayo de 1926), recolectó en los últimos días de abril y primeros de mayo plantas en los términos municipales de Jódar, Bedmar, Jimena, Torres, Albanchez, La Mata, Caño del Aguadero, torcales de Mágina y Bélmez. La 4ª campaña, en junio de 1926, la iniciaron por Jódar el 3/VI “herborizando los alrededores”, para pasar a Torres, donde se instalaron el 8/VI en la Fonda de D. Diego Gila, quien les ayudó en el trabajo de desecación y desde donde exploraron desde el Almadén hasta Cambil, el Cerro Cárceles (Bedmar), las Rastras de Albanchez, el Aznaitín, el Castellar, el Morrón, Cerro Alcalá y Mojón Blanco hasta alcanzar la Mata Begid, el Serrate, la Sierra de Huelma y la Cuerda del Milagro, el Alto Gargantón, la Sierra de la Cruz y lo alto de Mágina y el Caño del Aguadero, dentro del término municipal de Bélmez de la Moraleda”. Campañas de las que siempre guardaron un grato recuerdo que ellos reflejaron de esta manera: “los amigos que ganamos y paisanos todos de la región recorrida, que en todas partes y a todas horas nos dieron muestra de su carácter afable, desprendido y hospitalario” (12). (Continuará…)

NOTAS:

 SORIA LERMA, M., LÓPEZ PAYER, M. G. y ZORRILLA LUMBRERAS, F. “Arte rupestre en Sierra Mágina. Nuevas investigaciones”, en Sumuntán, nº 17 (Jaén, 2002), pp. 24; 26-27.

7.Linares, 6/II/1882-†1967. Arqueólogo y Zoólogo, era Licenciado en Filosofía y Letras y en Derecho por la Universidad de Granada y Doctor, en ambas disciplinas por la Universidad Central de Madrid. Como gran enamorado de la naturaleza, creó en su ciudad natal un museo arqueológico y formó a varias generaciones de jóvenes amantes del campo, a través de la Asociación de Exploradores. Fue un gran conocedor de Sierra Mágina (Jimena y Albanchez de Úbeda, en especial). Fue miembro de la Real Sociedad Española de Historia Natural y Caballero de la Orden Civil de Alfonso XII. Sostuvo económicamente el Certamen Nacional de Pintura que en 1941 creó el Ayuntamiento, debido a que mientras vivió fue uno de los animadores del mundo artístico de Linares y un entusiasta estudioso de los hallazgos prehistóricos de la zona del Aznaitín (Sierra Mágina). En 1952 ingresó como Consejero del Instituto de Estudios Giennenses, pronunciando su Discurso de Entrada sobre La Evolución en España de la Pintura Rupestre, en la que tomó como base su gran conocimiento de las pinturas de la Cueva de la Graja(Jimena) y la vida diaria en la Cueva de los Esqueletos de Albanchez de Úbeda (por Real Decreto del 27/VI/1916) –(hoy de Mágina)- durante sus visitas de 1920 y 1922.

8.Año 1920, pp. 261 y ss.

9.La base de las Excursiones (1920 y 1922) la tomó D. Mariano de la Paz de la obra Antigüedades prehistóricas de Andalucía, de D. Manuel de Góngora (1868), según atestigua TROYANO VIEDMA, José Manuel. “Albanchez de Úbeda en los escritos de D. Mariano de la Paz Gómez”, en Diario Jaén. Jaén, 12/VIII/1975. Y de ahí su interés por conocer el Castillo de Albanchez y de su término: la Cueva de los Esqueletos, la Peña de los Enamorados y la Caldera del Tío Lobo.

  1. TROYANO VIEDMA, José Manuel. Jimena de los Caballeros. La Magia de Mágina. Madrid, 2014. P. 100.
  2. Página Web: Metidos en Carretera. 2020.
  3. TROYANO VIEDMA, José Manuel. Bélmez de la Moraleda. Tradición y Misterio. Madrid, 2015. Pp. 168-170.

Aspectos comunes sobre la evolución histórica de la Comarca de Sierra Mágina (Cont.)

FUENTE: JU.M.T.B.

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