POR JOSE LUIS ARAGON PANES, CRONISTA OFICIAL DE CHICLIANA DE LA FRONTERA (CÁDIZ).
El otoño de 1978, con escasas precipitaciones, estaba siendo seco. Se acercaba el invierno y, el día 6 de diciembre, tal día como hoy, Chiclana despertaba con una mañana agradable de sol y una temperatura más suave de lo acostumbrado para el mes que corría. En aquellos días históricos, la ciudadanía en general, se hallaba expectante entre el escepticismo y la prudencia política, ante otro referéndum.
A pesar de ello, la participación se hizo importante –casi un 69,2% del electorado en la provincia de Cádiz fue a votar, superando la media española–; algo inferior al último celebrado, en diciembre de 1976: el de la Ley para Reforma Política. Porque si bien fue relevante para el cambio de régimen, también lo era esta nueva convocatoria a las urnas. Se trataba de ratificar el contenido del texto de una nueva Constitución Española, pues con ella se pasaba otra página histórica, dejando enterrado el Fuero de los españoles que, desde 1945, vino a sustituir a la Constitución republicana de 1931. Era una de las leyes llamadas «fundamentales» del ordenamiento jurídico del franquismo.
La jornada transcurrió con la normalidad que es tan habitual en Chiclana durante un día de elecciones. De los 36 419 habitantes con los que contaba la ciudad, 17 320 estaban llamados a las urnas para depositar sus votos. El 85,34 % introdujo su voto favorable. En la provincia, el sí alcanzó un porcentaje mayor: el 92,8%. A nivel nacional, con una participación del 67,10% dieron el sí, el 87,7% de los votantes.
Así, con esta inmensa mayoría, quedaba refrendada la recién elaborada Carta Magna; la séptima a lo largo de la historia de España y, desde este año 2025, la más perdurable de todas las constituciones, tanto las de carácter progresista –como lo es– o conservadora. Hoy la Constitución del 78, la del «CONSENSO», cumple cuarenta y siete años. Feliz Día de la Constitución.