LAS TRADICIONES NAVIDEÑAS DE MURCIA QUE SE RESISTEN A DESAPARECER
POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
Antonio Botías, cronista oficial de Murcia, ha repasado en COPE Murcia las tradiciones murcianas en las fiestas navideñas. Según Botías, a pesar de la evolución lógica del paso del tiempo, la Región de Murcia ha tenido la suerte de mantener la esencia de su Navidad, con sus «cuatro o cinco patas» fundamentales intactas, aunque adaptadas a los nuevos tiempos.
Una banda sonora y una gastronomía únicas
Una de esas patas es la música, con los aguilandos como banda sonora propia. Botías ha explicado que, tras un período en el que parecían en riesgo de desaparecer, ahora se asiste a una revitalización de las cuadrillas y las peñas huertanas que mantienen vivo este cante tradicional.
La gastronomía es otro pilar fundamental. El cronista destaca la espectacularidad de los dulces murcianos, como las tortas de Pascua, los rollos de vino, los mantecados, los cordiales y los suspiros, recetas que en algunos casos tienen seis o siete siglos de antigüedad y reflejan la herencia de las tres culturas.
Lo que pensamos que se iba a perder para siempre, pues ahora se ha despertado cierto interés»
Aunque la costumbre de hacer los dulces en casa ha cambiado, no se ha perdido. Botías ha relatado que si bien antes eran las abuelas y vecinas quienes se reunían para amasar grandes cantidades, «ahora hay muchísima gente joven que también se reúnen en casas de campo o de la huerta con hornos de leña y recuperan esas recetas». «Lo que pensamos que se iba a perder para siempre, pues ahora se ha despertado cierto interés», ha señalado, comparando este fenómeno con el resurgir del chato murciano.
Vivir la Navidad en la calle
El ánimo festivo y el gusto por vivir la Navidad en la calle es otra de las señas de identidad. Las temperaturas suaves de la región invitan a ello. Además, Botías subraya la solidaridad innata del murciano: «no sabemos celebrarlas si no damos algo». Una costumbre que perdura es la de preparar una bandeja con dulces y una botella de mistela para ofrecer a cualquier visita. «Nosotros somos de ofrecer», ha afirmado.
El aguinaldo, un regalo con historia
Finalmente, el cronista ha explicado el origen del aguinaldo. Esta tradición tiene raíces en ritos romanos para recibir el año nuevo, que la Iglesia Católica adaptó después como un gesto de generosidad. Hace décadas, este regalo, material o económico, no solo se daba en familia, sino que se extendía a profesionales como carteros, serenos o policías, llegando a profesionalizarse tanto que generó disputas en la ciudad.
Hoy en día, el aguinaldo pervive principalmente como una costumbre familiar, siendo los abuelos quienes suelen dar un detalle a sus nietos, manteniendo viva una tradición que, según Botías, «sigue estando muy vivo».
