POR MANUEL GONZALEZ RAMIREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO).
La historia es muy interesante, ya que involucra a San Felipe de Jesús, el primer santo mexicano que fue enviado primero a Filipinas y posteriormente a Japón, con la intención de evangelizar la región.
San Felipe de Jesús, nace en ciudad de México en 1572 y años después es enviado a Manila, se enrola con los franciscanos y se embarca para continuar su misión, pero una tormenta desvía el barco y naufragan cerca de Kyoto, al principio tuvieron éxito, pero posteriormente son capturados y enjuiciados para ser ejecutados.
Junto a 17 japoneses convertidos, 9 españoles y San Felipe, fueron llevados en procesión por varias ciudades, de Kyoto a Nagasaki, para ser objeto de burla, al final les fue cortada una oreja a cada uno y finalmente, en la colina Nishizaka fueron crucificados.
A los 30 años del martirio fueron beatificados, y serían canonizados en el año 1862.
Martin Scorsese realizó una película llamada «Silencio» en año de 2016. Es alusiva a ese martirio que tuvo lugar en Nagasaki. Cuatro siglos y medio más tarde: Quién lo iba a imaginar… que, precisamente, un 9 de agosto de 1945, hace ochenta años, una bomba atómica fue arrojada sobre la ciudad nipona de Nagasaki, quitándole la vida a unas 40,000 personas y dejando un saldo de más de 60,000 heridos.
Ambos sucesos son recordados con tristeza. No obstante, el presente no pinta mejor en este sufrido planeta. Así el estado de cosas. Oremos por la paz y la concordia universal.