POR MIGUEL A. FUENTE CALLEJA, CRONISTA OFICIAL DE NOREÑA (ASTURIAS)

Bastará acordarse de las frases alegóricas que existían en la mayoría de las ciudades en los años sesenta del siglo pasado, siempre destacando o haciendo referencia a algún motivo que caracterizase cada lugar.
Recuerdo con especial cariño las que aseguraban que “de Madrid al cielo”; “Rincón por rincón, León; “Cádiz, la tacita de plata”; otras, “Gente de Oviedo, tambor y gaita” o la también carbayona de “Oviedo, la ciudad madre de la vida padre”. Villaviciosa acogió con gran boato lo de “Capital Manzanera de España” y “Nava, Villa de la sidra”; Gijón defendió lo de “Capital de la Costa Verde” y “Luarca la villa blanca de la Costa Verde. Avilés la villa del Adelantado y Cudillero, la villa del Sain y el Chicharro…
Lo recuerdo de niño como en Luarca predominaba el encalado en todo su casco urbano, incluidos los policías municipales, en contraste con los rojos geranios que abundaban por todos los sitios colocaditos en sus macetas en las diferentes plazas en las márgenes del Rio Negro.
Cercana a Luarca está “Navia, la villa de Campoamor” y siguiendo por la costa no nos olvidamos de “Villaviciosa hermosa”, “Llanes, 30 playas” y la más popular de todas, la de “Pola de Siero, Capital de la Asturianía” en homenaje a las Fiestas de Les Comadres, Huevos Pintos y el Carmín, mientras que en Noreña defendíamos “Capital Gastronómica de Asturias”.
Seguro que habrá muchos más sloganes casi todos relacionados con el turismo incipiente, más lamento no recordarlos.
Hace algún tiempo asistí invitado a la localidad lucense de Portomarín. Allí tuve el honor de coincidir con Alfredo Sánchez Carro, asturiano de Campo de Caso, Maestro Nacional y en su tiempo, Delegado de Información y Turismo en Lugo, radiofonista, periodista… y su tarjeta de presentación fue la siguiente: soy el inventor de la frase…”Y para comer Lugo”.
Fue suficiente. La conocíamos todos y el amigo Alfredo podía presumir de ello, porque orgulloso sí que lo estaba, ya que no fue una frase creada para andar por Lugo, si no que fue explotada para indicadores turísticos de España entera.
Me acordé de ella porque la vi por vez primera cuando acudí en 1967 –creo recordar- al Camino de Santiago e inauguramos El Burgo de las Naciones en los aledaños de la histórica ciudad.
Ya estaba rodando el Seat 600 y en Lugo se adelantaron a las intenciones turísticas e idearon el cartel metálico que vemos en la fotografía…Y PARA COMER LUGO anunciando a su vez la “Semana de la Zorza” que es como denominan por aquella tierra gallega a nuestro picadillo de chorizo.
Me reitero en el tiempo en la enhorabuena al maestro Alfredo Sánchez Carro por la brillante idea.
FUENTE: M.A.F.C.