EL CRONISTA DE CASINOS (VALENCIA) PARTICIPA EN EL XLIV CONGRESO DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CRONISTAS

JOSÉ SALVADOR MURGUI (CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA) EXPONE LA RELACIÓN ENTRE SEVILLA Y CASINOS: DOS CIUDADES POR EL DULCE

Murgui durante su intervención junto a Juan Alondo Resalt, vicepresidente de RAECO

Con Motivo del XLIV Congreso de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales que se celebra en  Carmona y Sevilla los días 26, 27 y 28  de octubre del corriente  el Cronista Oficial de Casinos, José Salvador Murgui, presenta la comunicación «Sevilla y Casinos, dos ciudades unidas por el dulce».

En este acto el Cronista de Casinos ofrecerá peladillas y turrones a los asistentes con la finalidad de que los dulces de Casinos, traspasen nuevas fronteras.

CASINOS Y SEVILLA DOS CIUDADES UNIDAS POR EL DULCE:

Esta Comunicación podía titularse perfectamente  <El sueño de una noche de otoño a primavera>, que nace para dar a conocer la «artesanía» de nuestros pueblos.

Pensamos que está todo hecho, que  está todo inventado, que ya no nos queda nada por hacer… y no es así. El mundo necesita de innovación, necesita descubrir nuevas metas, asumir nuevos retos,  en una palabra «innovar» dentro de la esencia de cada pueblo.

Casinos, Villa dulce por excelencia, celebra su Feria del Dulce Artesano  desde el año 2000, y cada año se esfuerza por superar su marca, por hacer un turrón de calidad capaz de conquistar los más exquisitos paladares, porque nuestros turrones y peladillas, tienen la mejor marca que es «la artesana», hechos en obradores caseros, atendidos por el cariño de manos artesanas, consiguen presentar dulces exquisitos que han saboreado santos como Juan Pablo II, Papas, Monarcas, embajadores y han recorrido casi todos los continentes.

YO siempre fui un enamorado de Sevilla. Su monumental atractivo seduce al visitante que se encuentra con esta maravillosa ciudad. Mi primer encuentro con Sevilla fue en la primavera de los primeros años de la famosa década de los ochenta, cuando yo era un joven aprendiz de la vida que se dejó encantar por todos los encantos de esta acogedora capital.

No voy a hablar de sus monumentos, ni de su historia llena de apasionantes capítulos que en poco espacio de tiempo es difícil o imposible relatar;

tampoco quiero hablar de las «tres o cuatro Sevillas» que conozco: la Sevilla de siempre, la Sevilla de la Semana Santa, la Sevilla de la Feria de Abril o la Sevilla del Corpus porque, teniendo un mismo denominador que es Sevilla, en cada uno de esos instantes se nos muestra diferente.

Es Sevilla gloriosa, fecunda, única, la Sevilla que enamora, la Sevilla que ha sabido mantener su estilo desde tiempo inmemorial hasta nuestros días.

¿Qué tiene que ver Casinos con Sevilla?

¿Qué dulzura une a Sevilla y Casinos? Tan lejos, tan distante… Dos comunidades tan diferentes; una ciudad histórica donde aún se hacen presentes las diferentes culturas, donde convivieron Fenicios y Tartesios o donde, más tarde, el Imperio Romano dejaría huellas tan profundas que han llegado hasta nuestros días (recordando a los Emperadores Adriano o Trajano).

Sevilla, bañada desde siempre por esa joya que es el Rio Guadalquivir. Casinos, tan seco que cuando algún visitante por nuestro pueblo pedía un poco de agua para calmar su sed le regalaban un vaso de vino…

Casinos es dulce desde que un Guardia Civil gallego, que vino a desempeñar su trabajo a éste pueblo en el año 1884, se casó con una joven de diez y seis años (nieta del primer Alcalde Constitucional de Casinos, Juan Rocher y Visiedo) y aprendió el oficio de hacer peladillas y turrones en Alpuente; en la alta Serranía de la Comunidad Valenciana.

De este matrimonio, formado por Manuel Jarrín y Carmen Murgui Rocher, nació en Casinos -Villa enclavada en un cruce de caminos-  la primera fábrica artesana de peladillas y turrones…

De forma manual, sencilla, a la lumbre del hogar, con azúcar, almendra «marcona», miel, y huevos caseros… todos ellos, ingredientes naturales.

Así comenzó a tejerse una historia de trabajo, cuyo resultado ha sido alcanzar el siglo XXI presentando ante el mundo un Casinos que es dulce como sus peladillas y sabroso como su turrón.

¿Qué es la peladilla? «La peladilla es un trocito de cielo».

Es un dulce tan sencillo que solo contiene almendra y azúcar. Y como la peladilla es dulce, azúcar, almendra… y su género es femenino, necesita una pareja.

A su lado demanda algo que represente el género masculino y, así, nuestra peladilla hace un perfecto maridaje con «ÉL»… EL TURRÓN DE CASINOS.

Ya tenemos el binomio perfecto: LA PELADILLA Y EL TURRÓN…

Sevilla celebra una Semana Santa única, Muestra al mundo que es capaz de unir fervor, religiosidad, caridad, fe, esperanza… arte, música, meditación, entusiasmo y amor en esos días y noches intensas en que Sevilla huele a cera, incienso, azahar… pero en los que en el centro de todas las almas está la PAZ inmensa que nace de lo más profundo de las tradiciones arraigadas en los corazones humanos.

Y ahí quería llegar. ¿Sevilla y Casinos unidos por la SEMANA SANTA?

Sevilla y Casinos…, ¿abrazados por la intensidad de unos actos que nacen de unas culturas diferentes, distantes y diversas? ¡No!.

Sevilla y Casinos unidos por la dulzura que nace de vivir una Semana Santa.

Esa es la historia de amor que este Cronista pretende enlazar después de exponer unos gloriosos antecedentes dignos de ser tenidos en cuenta para iniciar una profunda relación.

Que calificativo tan bonito para referir tan importantes pasos: «El Dulce Nombre», las dulces peladillas de Casinos. Nuestro Padre Jesús de la Paz, el Santísimo Cristo de la Paz. Túnicas blancas. El Palio Blanco, o el Silencio Blanco, Marchas tan dulces y tan blancas como nuestras Peladillas de Casinos

Unidos por el dulce, unidos por la ilusión de contagiar Sevilla, de ese efecto multiplicador que supone abrir en noviembre ese escaparate único en el mundo de la Feria del Dulce Artesano, para  llegar hasta la más hermosa primavera Sevillana y que en su Semana Santa, gozara de nuestros dulces,  gozara de nuestras peladillas, esa perla blanca de almendra y azúcar que es el néctar embriagador, capaz de abrir hasta las mismas puertas del cielo.

«Todos por igual, ¡Valientes! ¡Al cielo con ella!» que dulce sería ese grito acompañado por las peladillas de Casinos, y ese sueño puede hacerse realidad, porque la distancia entre dos pueblos la marca el afecto de las personas, la distancia, se hace corta, se recorre a buena velocidad, y la meta solo busca que se  conozcan  los pueblos que por lejanía estaban distantes y que han sellado su amistad por esa nota dulce llamada «Peladillas y Turrones  de Casinos».

La semana santa Sevillana sería mucho más dulce si los niños de las cofradías repartieran nuestras blancas peladillas que irían desde la Calle Pureza hasta el  Arco de la Macarena; de la Plaza San Lorenzo endulzando al gran Poder,  hasta el Cristo de los gitanos que mece  si imagen en la noche que une la luna con el sol, y finalmente cada día, cada paso, cada momento sería más dulce  y las cruces se harían más llevaderas con el azúcar que envuelven las peladillas de Casinos.

Ahí tienen Vds. la comunicación  escrita, para que la disfruten, la vivan, la gocen, no es una irreverencia que  el Señor de Sevilla contemple nuestras peladillas, es la máxima expresión del amor entre dos pueblos,  en la última cena se nos dijo «Tomad y Comed»… Yo  un sencillo y apasionado corazón Valenciano, atrapado en un alma sevillana os digo, aquí están las peladillas y los turrones de Casinos, endulzad vuestra semana santa gloriosa, porque son para colmar de felicidad a Sevilla,  este  pueblo amante y agradecido, que abre sus puertas de par en par, para demostrar al mundo que  es la ciudad más artista del Universo.

¡¡¡Tomad y comed PELADILLAS de Casinos!!!!

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