FIESTA DEL PATRÓN “CRISTO DE LA VERA-CRUZ” EN VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)

POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)

Cristo antiguo, con la cruz actual.

Incendio de claveles.

Se celebran, el día 3 de mayo, la fiesta religiosa en honor del Patrón de la localidad, El Cristo de la Vera-Cruz.

Varias localidades del Antiguo Adelantamiento de Cazorla, coinciden en dar culto como patrón al Cristo de la Vera-Cruz: Iznatoraf, Villacarrillo y Villanueva, citan como punto de unión la victoria de las Navas de Tolosa en 1212 para tener la cruz como eje principal, aunque curiosamente cada localidad lo celebra en un día o mes diferente. Curiosamente fue el día 3 de mayo de 1582 cuando los carmelitas toman posesión del Santuario de la Fuensanta en nuestra localidad.

Una fiesta singular se celebró en 1899, cuando se estrenó la artística Cruz de Plata, construida en los talleres Meneses de Sevilla para la imagen del Santísimo Cristo, que se veneraba en el templo. Encargada al representante en esta provincia D. José Navarro Jiménez, que entregó también un magnífico templete para Nuestra Señora de la Cabeza de Andújar. Afortunadamente esta cruz se conserva y es sobre la que está colocado el Cristo. El escultor Mariano Benlliure realizó otra cruz de madera, que fue sobre la que estampó su firma y la fecha.

Cristo y Virgen de la Encarnación.

En otro tiempo se trasladaba el Cristo a la Iglesia de San Andrés por la mañana en procesión, se celebraba la Eucaristía y por la tarde se subía la imagen a las Eras, para bendecir los campos y retornaba a su templo.

La destrucción de la imagen del Cristo, antiguo en el periodo más nefasto de nuestra historia, motivó que se tuviese que encargar una nueva talla realizada por Mariano Benlliure en 1944.

El antiguo Cristo de la Vera-Cruz, fue destrozado en el periodo de la guerra civil. Un villanovense Jonathan Méndez Robles, de profunda religiosidad y devoto de la imagen perdida ha encargado en estos días, para culto particular, una talla de unos 50 centímetros al escultor onubense Manuel Callani y los bordados, el fondo y faldón al sevillano Francisco Javier Soca; ambos con una gran trayectoria profesional.

Este año será una conmemoración diferente; la noche del día dos silencio en la calle, la ermita no aglutinará los cientos de visitantes, los rezos y plegarias; el olor a azahar, e incienso; la mirada levantada para encontrar la del Cristo; la bondad que desprende la Virgen de la Encarnación, obra del escultor D. Domingo Sánchez Mesa, con su manto verde de la esperanza, del olivar; los estandartes colocados en el altar; o los sonidos de los pitos, el olor de los churros y el alboroto de las barras montadas por las Cofradías de Semana Santa, para obtener fondos para las procesiones, compras de tronos, o arreglo de locales; no sonarán las canciones del grupo Músico-Vocal desde el inicio de la calle Nueva…

La noche de los pitos, desde los balcones a las 22 horas servirá para recordar esta fiesta singular, pero también irán dirigidos a los gobernantes que en estos momentos difíciles, no están dando la talla.

Se han recibido más de cuarenta fotos de cruces, balcones y patios, realizadas en las casas y patio, ya comentaremos su singularidad, ya que se han recibido algunas fotos desde Barcelona.

Cristo.

La mañana del tres no se celebrará la fiesta del Cristo, con una emotiva Eucaristía, con la asistencia de los cofrades, autoridades y vecinos.

Ni por la tarde la procesión, con sus cuadrillas de anderos o el orgullo de las mujeres por llevar sobre sus hombros a la Virgen de la Encarnación.

El templo de la Vera-Cruz, no estará vacía, el corazón amplio y sereno de los vecinos estará presente, sentados en su banco imaginario de fe y devoción. Como escribió Miguel Hueta: “Todos acudiremos a la Iglesia para rezar ante el Santo Cristo, incendiado de luces y claveles, y para gozar del sabor popular de la fiesta entrañable”.

Datos de la nueva imagen, de la Oficina de Cultura. Fotos Beato

 

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