¡HOLA, DON PEPITO…! «DOS HISTORIES PA CONTAR»

POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Cabaña del Mar y Playa de la Griega en una postal de 1966 editada por Ediciones ALARDE, de Oviedo, empresa fundada en 1946 por don Luis Martínez Estrada. En el reverso de la postal se lee: COLUNGA. PLAYA DE LA CABAÑA DEL MAR. Ilustración que dedico a BORJA MÁRQUEZ para que siga identificando coches.

Resulta muy curioso comprobar las reacciones tan diversas que una misma noticia o comentario provocan en los lectores, oyentes o televidentes. Reacciones que suelen ser consecuencia de un recuerdo, de un modo de pensar político o religioso, de una afición, hasta de un amor …

Ayer comentaba en mis «Histories…» la merluza rellena que preparaban Álvaro y Carmen cuando regentaban el Hotel Costa Verde, de Colunga. Unos recordaron que el edificio del Hostal fue, en tiempos de la guerra civil, destruido por el bombardeo de tropas alemanas afines a Franco; otros añoraban «les madalenes tan sabroses» que elaboraba Carmen; no faltó quien suspirara por el FLAN PEPITO de La Cabaña del Mar y del Hostal y mi buen amigo BORJA MÁRQUEZ, en una respuesta supercariñosa hacia mi trabajo, se fijó en los MODELOS DE COCHE que aparecían en la foto.

¿Se dan cuenta? La merluza no interesó a casi nadie y eso que el número de lectores alcanzados superó los 2 500. Así que hoy, en consecuencia, trataremos de DOS PEPITOS «comestibles» y de un PEPITO «pa cantar».

¿Recuerdan a «los payasos de la tele» Gaby, Fofó, Miliki..:? Pues cantemos con ellos:

¡Hola, don Pepito! ¡Hola, don José!

¿Pasó usté por mi casa? Por su casa yo pasé.

¿Y vio usté a mi abuela? A su abuela yo la vi.

¡Adiós, don Pepito! ¡Adiós, don José!…

Sigamos ahora con los «pepitos alimentarios»

1.- EL PEPITO, BOCADILLO DE CARNE

Según escribió Teodoro Bardaji en el semanario «Ellas» de fecha 7 de mayo de 1933, un hijo del dueño del madrileño Café de Fornos, fundado en 1870 por don José Manuel de Fornos, llamado José de Fornos y conocido familiarmente como «PEPITO» acostumbraba a merendar un bocadillo de fiambre o de un filete de carne recién frita o puesta a la plancha.- Tanto gustó a la clientela, que dieron en llamar UN PEPITO a ese bocata elaborado con pan francés (ahora se dice baguette) y un filete frito o a la milanesa (rebozado en harina y huevo y después frito).

El PEPITO, nacido en Madrid, es actualmente poco menos que «patrimonio nacional culinario».

En Asturias tuvo y tiene su «sede regia» en Cornellana (Salas). En este pueblo, parada obligada de los autocares ALSA en su viaje desde Oviedo al Occidente, los viajeros -además de ir a mear, por supuesto- «reponían fuerzas» con un PEPITO DE CARNE en «Casa Grana». Este establecimiento ya cerró hace muchos años y cedió el testigo al cercano BAR-CAFETERÍA «CASINO» donde Ana Menéndez sigue y sigue ofertando sus BOCATAS DE CARNE (que solamente los madrileños llaman «PEPITOS») con la misma historia de calidad con que FORNOS los promocionó en el Madrid de 1933.

2.- EL PEPITO, UN FLAN QUE NO ES FLAN

En este caso la historia no es madrileña sino praviana. Nos la cuenta don Jesús Arango, antiguo Consejero de Agricultura en el Gobierno Asturiano, en su libro-recetario «LLAMBIONADAS. POSTRES DE PRAVIA», publicado en Oviedo, año de 2012, por Ediciones KRK.

Según don Jesús hubo un Pravia un confitero de gran fama y experiencia, altamente solicitado para elaborar postres en grandes celebraciones, llamado don CARLOS PRAST, a quien cariñosamente apodaban PEPITO. El hizo fama con su falso FLAN porque realmente no es un flan sino más bien un postre entre semifrío y helado.

La receta es sencilla: Mezclen muy bien en un cuenco almendra molida, mantequilla y azúcar en cantidades iguales (por ejemplo, 400 g de cada sustancia). Si lo desean pueden añadir dos o tres yemas de huevo. Aromaticen con un vasito del licor que gusten (brandy, cointreau, triple seco…).

Forren un molde (fondo y paredes) con una capa fina de bizcocho, que deben humedecer con un almíbar ligero. Viertan la mezcla anterior en el molde y lleven al frigorífico hasta que endurezca.

Desmolden con cuidado y sirvan raciones al gusto complementando con unas natillas.

CARMEN Y ÁLVARO, en «La Cabaña del Mar», primero, y después en el «Hostal Costa Verde», de Colunga, eran «artistas del flan pepito».

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