LAS BODEGAS PALACIO DE NEVARES COSECHAN SUS PRIMEROS 25.000 KILOS DE UVA EN HUEXES

DURANTE LA INAUGURACIÓN, EL CRONISTA OFICIAL DE PARRES, FRANCISCO ROZADA, RESUMIÓ LA HISTORIA DEL PALACIO, DEL SIGLO XVI

/ XUAN CUETO

«Un sueño cumplido». Así se refería ayer el empresario asturmexicano Tomás Álvarez Aja, presidente del Grupo Nature, a la primera vendimia de las bodegas Palacio de Nevares. De sus viñedos, «los más septentrionales de España», arrullados por el Cantábrico y protegidos por la sierra del Sueve, saldrán este año 25.000 kilos de uvas de las variedades albarín, riesling y gewürztraminer con las que se prevén elaborar cerca de 18.000 litros del vino ‘Quiéreme vida’. Será la primera cosecha enteramente parraguesa, ya que el pasado año se recolectaron, a modo de «experimento», unas cinco toneladas de uva que posteriormente se transformaron en vino en unas bodegas cántabras al no estar las de Huexes listas todavía.

Como el propio Álvarez Aja explicó, se trata de un proyecto muy personal que arrancó hace ocho años, cuando él y su hermano Juan José visitaron Nueva Zelanda y comprobaron, sorprendidos, cómo «allí crecen con garantía de calidad las viñas y, fruto de ellas, un vino excepcional en un clima y una vegetación muy parecidos a los de Asturias». Así, con la idea de seguir la trayectoria que el Grupo Nature mantiene de «crear empleo y riqueza en la zona rural asturiana», el presidente y su socio, el director general de la entidad, Antón Puente, se pusieron en contacto con los enólogos Pepe Hidalgo y Ana Martín, quienes llevaron a cabo exhaustivos estudios del clima, las temperaturas y los terrenos del entorno del Palacio de Nevares hasta determinar que, efectivamente, podrían albergar viñedos.

El siguiente paso fue seleccionar las variedades, decantándose finalmente, indicó Ana Martín, por la autóctona uva albarín, la más abundante, pero también por la riesling y la gewürztraminer, todas ellas blancas y de «ciclo corto». Es decir, «maduran pronto para no alargar mucho la vendimia y evitar el mal tiempo». El resultado se conocerá en unos meses, con el embotellado previsiblemente a principios de 2021, si bien ayer ya se pudo degustar el caldo creado con la vendimia experimental de 2019. «Se hizo una mezcla de las tres variedades, aunque en esta ocasión, al tener más cantidad, nuestra idea es hacer vino con cada una de ellas, además de con la mezcla», explicó la enóloga. El vino parragués, agregó, es un blanco «fresco, con la acidez típica de los vinos atlánticos, pensado para degustarse joven pero con una importante maduración que le aporta cuerpo». Un caldo, aseveró, que «puede competir perfectamente con otros blancos del Norte como el albariño y el txacolí».

Durante la inauguración de las bodegas celebrada ayer por la mañana se ofició una misa en la que se ofrecieron uvas a la Virgen de Guadalupe y el cronista oficial de Parres, Francisco Rozada, resumió la historia del palacio, del siglo XVI. La idea, indicó Tomás Álvarez Aja, es sumar en 2021 «un proyecto de enoturismo con visitas guiadas a los viñedos, pumarada e instalaciones con cata y degustación de producto».

Fuente: https://www.elcomercio.es/ – L. RAMOS

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