POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES.
Santos Benítez, esta semana en un rincón de la ciudad monumental
Santos Benítez imparte hoy una conferencia sobre el legado que han dejado en la tradición culinaria las distintas culturas que han pasado con la ciudad.
Cáceres es el resultado de la mezcla de culturas que han ido pasado a lo largo de los siglos por el territorio que ahora ocupa la ciudad y también tiene el sabor de la impronta que todas ellas han ido dejando en su gastronomía, en un momento de esplendor además para el sector. Ese recorrido gastronómico y cultural por la ciudad es el planteamiento de la conferencia que imparte hoy en la sala Clavellinas (a las 19.00 horas) Santos Benítez Floriano, que une en Historia y Actualidad de la Gastronomía Cacereña, de una forma didáctica, su conocimiento de las entrañas de la ciudad en su faceta como cronista oficial y su estudio de la tradición culinaria como académico de Academia Extremeña de la Gastronomía.
Esta conferencia, de hecho, se enmarca dentro de seminario permanente creado con la Universidad de Extremadura, y por el que han pasado ya varios académicos. La de este lunes es la primera de las conferencias que podrá seguirse de forma presencial tras el fin de las restricciones de aforo.
«Al margen de turismo cultural, Cáceres tiene también su gastronomía. Hay mucha gente que viene aquí a comer y que viene porque quiere comer bien, por eso hay cosas que aún tenemos que mejorar, desde facilitar cartas en varios idiomas a la atención al cliente o la propia formación en idiomas de los trabajadores del sector hostelero», incide Benítez.
La conferencia, que dura unos 45 minutos, aborda en primer lugar el sello que la gastronomía cacereña tiene de cada una de las culturas que han pasado por ella, desde la prehistoria a los romanos, almohades, judíos o cristianos, pasando por la profunda huella de la colonización americana, con los productos que llegaron del otro lado del Atlántico.
El legado americano
«Nuestra gastronomía es el resultado de todas esas culturas y de la llegada de productos como el pimentón, la patata o el tomate desde América», recuerda el académico, que también se detendrá en «la alta gastronomía» que supusieron en su día los monasterios, con ejemplos de Alcántara, Yuste o Guadalupe, o la influencia de «la gastronomía popular» que tiene a la caza como protagonista. Y en la cumbre todo ello, los 10 sellos de calidad (DOP e IGP) que avalan a productos de la provincia.
La charla concluye con un análisis del momento que atraviesa el sector, que inició en el 2015 un proceso de transformación con la designación de Cáceres como Capital Española de la Gastronomía: «está ante un momento espectacular», concluye el cronista y académico.
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