POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Se cumplen 86 años de la muerte de Federico García Lorca, y la fecha exacta ha sido objeto de una larga polémica. Aunque se decía que se había producido el 19 de agosto, algunos investigadores la sitúan en la madrugada del 18.
Sea como fuere, sirva esta poesía que compuse en su 45 aniversario como homenaje y recuerdo para el poeta, junto a Antonio Machado y Miguel Hernández, más influente y popular de la literatura española del siglo XX. Al menos en mi humilde opinión.
A FEDERICO GARCÍA LORCA
En el 45 aniversario de su muerte.
«Agosto diecinueve de mil novecientos treinta y seis,
en Granada, junto al Darro,
frente a la silueta encantada de la Alhambra,
sangre, fusiles, pólvora y barro.
Que toquen clamor las campanas
rasgando los timbres del aire,
que al mundo ensordezcan sus notas
lanzando su triste mensaje.
Que entonen canciones de luto
las aves del cielo a su paso,
y que alcen sus alas clamando
justicia del alba al ocaso.
Que incline su talle el olivo
y humille su copa la encina,
que lancen sollozos los pinos
y lágrimas grane la espiga.
Que cambie de tono la sierra
y tiña de rojo su frente,
porque han empapado su tierra
con sangre de un hombre inocente.
Que escriban las plumas los versos
cargados de furia y de duelo,
manando su tinta sangrienta
regueros de cruel desconsuelo.
Que el cielo descargue su enojo
con rayos de fuego candente,
sembrando de ira el rastrojo
que antaño bañara su frente.
Que porten crespón en su brazo
los hombres de bien de la Tierra,
que ha muerto un poeta del pueblo
cual vil prisionero de guerra.
Agosto diecinueve de mil novecientos treinta y seis,
en Granada, junto al Darro,
frente a la silueta encantada de la Alhambra,
sangre, fusiles, pólvora y barro.»
FUENTEPIÑEL, 19 de agosto de 1981
¡Buen día!
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