POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)

Andan buscando a Cervantes en la iglesia trinitaria del Madrid del Siglo de Oro. Que lo encuentren cuanto antes con la georradar viaria que persigue ese tesoro.

Cien mil euros del erario municipal cuesta el hecho de removerlo en su tumba y el aspecto dinerario Botella lo ha satisfecho zumba que zumba que zumba.

Yo prefiero su Quijote, sus novelas ejemplares y sus entremeses varios, mas sé que van en el lote con sus huesos seculares y otros datos necesarios.

No se escatimen los gastos pues su fama universal los revertirá al común.
Adelante con los fastos. Cervantes lo pasó mal y de él vivimos aún.