
POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
Juan Francisco Montalbán Carrasco, diplomático y ex embajador de España en Cuba, en El Salvador y en Bolivia, además de actual embajador para la Agenda 2030, visitó hoy Arriondas en busca de las raíces del primer hijo de Acisclo del Valle Blanco, indiano parragués de notable influencia.
Juan Francisco Montalbán nació en 1958 en Madrid, es licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Relaciones Internacionales por la London School of Economics, y doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, con una tesis doctoral sobre la transición democrática en México.
Ingresó en la Carrera Diplomática en 1985. Ha ocupado distintos cargos diplomáticos en Mozambique, Nicaragua, México y ante la O.C.D.E. en París.
Dirigió la Oficina de Planificación y Evaluación de la Cooperación Española y fue director general de Cooperación con Iberoamérica, embajador de España en El Salvador, en Bolivia, y en Cuba.
Desde el pasado mes de septiembre de 2024 Juan Francisco Montalbán es Embajador en Misión Especial para la Agenda 2030, del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
En visita privada realizada hoy lunes, 14 de abril de 2025, al señor Montalbán le acompañó un grupo entusiasta de estos asuntos cubanos, Alejandro Montalbán (hermano de Juan Francisco), y sus buenos amigos, el ovetense Alberto Setién Aldea y Miguel Ángel Aramburu-Zabala Higuera, catedrático de Historia del Arte en la Universidad de Cantabria, el cual lleva años investigando sobre indianos, junto con su esposa.
Estamos seguros que este diplomático -y hasta cuatro veces embajador- nos contará pronto en un libro muchos detalles de la vida de este primer hijo del parragués Acisclo del Valle Blanco, para lo cual contó en su visita de hoy con la ayuda inestimable de Acisclo del Valle Álvarez, cubano residente y casado en Arriondas, nieto de Acisclo del Valle Blanco y sobrino del protagonista de esta historia que parece una novela de aventuras, pero que fue real.
=== ALEJANDRO NARCISO RAMÓN DEL VALLE SUERO (1907-1976) ===
Alejandro Narciso Ramón del Valle Suero, nació el 12 de noviembre de 1907 en la ciudad de Cienfuegos, Cuba, hijo de Acisclo del Valle Blanco y de Amparo Teresa Suero Rodríguez, dueños del Palacio Valle en Arriondas -levantado hace un siglo- y nieto por línea materna de Alejandro Suero Balbín.
Su padre Acisclo del Valle Blanco murió el 26 de diciembre de 1919, dejando viuda y ocho hijos: Alejandro Narciso Ramón, Amparo Amalia, Amalia Modesta, Purísima Concepción, Acisclo José, Ramón Inocencio, Leopoldo Nilo y María Teresa, los cuales fueron declarados como sus herederos legítimos y universales.
Como todos eran menores de edad, la viuda nombró albacea a su cuñado Modesto del Valle Blanco.
Años después, la familia regresó a España, trayendo consigo los restos mortales de Acisclo del Valle Blanco que, actualmente, se encuentran enterrados en el interior de la capilla-panteón familiar que ocupa el lugar más importante del camposanto de la capital parraguesa, el mismo que Acisclo del Valle mandó construir -tras solicitar permiso al obispado ovetense- el 20 de julio de 1913, y así se le autorizó el día 1 de agosto siguiente.
Cuando Acisclo del Valle Blanco falleció en 1919, Alejandro tenía doce años y era el hijo mayor de los ocho que tuvo el matrimonio. Sus familiares lo enviaron a la Academia Militar Poughkeepsie del Estado de Nueva York, donde pasó su adolescencia aprendiendo disciplina en el patio de armas.
A partir de ahí su vida fue una aventura tras otra, casi increíble en muchos casos.
Nieto de Ramón Inocencio del Valle Marinas y de María Amalia Blanco Valdés.
Estudió en el colegio Monserrate (jesuitas) de su ciudad natal, posteriormente realizó estudios de ingeniería mecánica y agronomía, respectivamente, en Texas, ostentaba el grado 33 de la Masonería.
Residió por un tiempo en España a principios de la década de 1930, se alistó como voluntario en el ejército abisinio para pelear contra la invasión de las tropas italianas en 1935 en la guerra conocida como segunda Guerra Italo-Etíope.
En 1936 se sumó a los combates en la Guerra Civil Española, donde -parece ser- había apoyado a la II República y fue corresponsal de prensa.
Regresó a la postre a Cuba, donde contrajo matrimonio y tuvo dos hijos, Alejandro (muerto en combate en Playa Girón) y Jorge Luis.
Se casó con Lucila María del Valle Suero, a los 22 años, con Aida del Valle Suero, a los 42 años y con María Luisa Cady (nacida como M. Luisa Marti Ramia).
Alejandro tuvo que abandonar la ciudad de Cienfuegos, acompañado de su tío Álvaro Suero Rodríguez, alcalde de la ciudad, por participar en revueltas en contra del gobierno de Gerardo Machado.
Vivió en México desde 1960 y trabajó largos años en los astilleros de Veracruz, donde falleció el 7 de abril de 1976.
FUENTE: https://www.facebook.com/franciscojose.rozadamartinez