CAMPILLO DEL ALTOBUEY (CUENCA) YA TIENE CRONISTA OFICIAL: SANTIAGO MONTOYA
Oct 20 2013

EL INVESTIGADOR RECIBE ESTE RECONOCIMIENTO POR PARTE DEL AYUNTAMIENTO, QUE PONE ASÍ EN VALOR EL TRABAJO QUE LLEVA REALIZANDO DURANTE CERCA DE 25 AÑOS

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El nombramiento como Cronista Oficial de Campillo de Altobuey de Santiago Montoya se remonta al 9 de septiembre de 2013, aunque aún se están completando los trámites administrativos para que sea oficialmente definitivo. El cargo es completamente honorífico, pero su labor va a ser ardua, consistirá en “estudiar el pasado, registrar el presente y preparar el futuro de toda la historia de la localidad”, explica Montoya.

Esta labor no es nueva para él, ya que lleva más de 25 años escribiendo sobre el municipio, su patrimonio, costumbres y artesanía. No en vano, Montoya es pedagogo, arqueólogo, es Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Valencia, y tiene una cuarta licenciatura en Geografía e Historia. Además, ha realizado los cursos de doctorado, ha trabajado unos catorce años en el Museo de Bellas Artes de Valencia, así como en la Cátedra “Demetrio Ribes” de la Universidad de Valencia para la creación del Museo del Transporte y del territorio de la Comunidad Valenciana. “Campillo debe de ser de los pocos pueblos de la provincia de Cuenca que tienen un elenco bibliográfico de tipo científico publicado”, del que ha participado de forma muy prolija el recientemente nombrado Cronista Oficial del municipio, que también ha hablado del mismo en Congresos y simposios nacionales. Sus textos están a disposición del público a través de internet.

El Cronista considera que sería muy positivo que Campillo de Altobuey apareciera en las guías turísticas que se han editado en Cuenca. De hecho, “tenemos uno de los mejores archivos parroquiales de la provincia, que en guerra tuvimos la suerte de que no se destruyera” y recoge documentos desde 1560 hasta la actualidad.

Otro aspecto poco conocido de Campillo de Altobuey, y que reivindica su Cronista Oficial, es la alfarería, documentada desde el siglo XVIII, “muy doméstica, pero con una personalidad muy importante”.

La labor de Montoya tras su nombramiento será continuar con lo que venía haciendo hasta el momento, difundir el patrimonio y la historia del municipio. “Yo voy a seguir haciendo todo lo que pueda porque es una cuestión, digamos, de tipo afectivo. Mi conocimiento lo pongo al servicio de mi propio pueblo, que tiene todos mis afectos”, señala el Cronista.

Patrimonio y cultura que merecen una visita

A juicio de Montoya, no es conocida como mereciera la riqueza de Campillo de Altobuey. De esta localidad destaca varios factores, uno de ellos es su patrimonio monumental, “importantísimo para ser un pueblo tan pequeño como es ahora mismo, que no llegamos a los 2.000 habitantes”, dice. Tiene una iglesia del siglo XVI con una torre del XVII; un convento barroco fundado en 1690; un antiguo hospital del antiguo Camino de Santiago del siglo XVI; una ermita de 1580; otra del siglo XIV; e incluso llegó a poseer hasta 10 ermitas. También está documentado, asegura el Cronista, el paso de una calzada romana, “tenemos yacimientos ibéricos” que dan cuenta de que “desde tiempos ancestrales Campillo ha sido un lugar de paso de gente de los caminos”, explica.

Y es que en esta localidad había un pequeño puerto seco donde se cobraba el paso, de ahí que tuviera “un extraordinario número de posadas y mesones”, y que los agustinos ubicaran un hospicio en su convento para dar cobijo a los peregrinos que lo necesitaban.

Las noticias más antiguas de Campillo se remontan a la conquista de Cuenca, en 1177. “Su nombre deriva de un topónimo árabe que traducido al castellano significa “la gran torre del puertecillo donde se cobra la acabala”, especifica el Cronista Oficial.

Bajo el punto de vista de Montoya, el momento álgido de la historia de Campillo de Altobuey se puede situar entre los siglos XVI y XVII, pero también es cierto que su población “ha venido a disminuir muchísimo ya en el siglo XX por cuestiones de migración y ese tipo de situaciones económicas que obligaron a la gente a buscarse la vida en otras ciudades” como Valencia, Madrid y Barcelona.

Santiago Montoya no quiere perder esta ocasión para invitar a quien lo desee a viajar a Campillo de Altobuey, a comer en sus restaurantes, a visitar su Museo Histórico y Etnológico, que es “delicioso, con sección incluso de arqueología industrial, que ni se cita en las guías ni en la prensa”. En definitiva, anima a “deleitarse con su propio trazado urbano y con los monumentos que jalonan sus calles”.

Fuente: http://www.lasnoticiasdecuenca.es/ – Diana M.

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