EL GRAN AUSENTE
Sep 27 2013

POR ANTONIO LUIS GALIANO PÉREZ, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA

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A veces, cuando hablamos y utilizamos algunas palabras lo hacemos de manera impropia, creyendo que las empleamos correctamente. De ello, probablemente nos hubiera instruido y corregido nuestro protagonista, al referirnos a él como si no supiéramos si vive todavía y dónde está. Sin embargo, sabemos que nos dejó hace muchos años, falleció allá por el 13 de octubre de 1997, e intuimos dónde está, si tenemos como `El Gallo Crisis´ que «nada tiene sino fe», pues nuestra certeza y corazón lo ubica en el «balcón más viejo de este mundo», como en alguna ocasión apuntó Julio Calvet Botella, junto a Aquél al que siempre respetó, invocó y reverenció. Por ello, que el filólogo me disculpe, pues no dudo en justificar la calidad de ausente en el sentido de falta o privación del mismo, o carencia del fraternal amigo. Llevándome, efectivamente, a considerar que su ausencia es más el vacío de su presencia y la nostalgia de que no esté entre nosotros para aprovecharnos de sus conocimientos en este año, en el que conmemoramos el centenario del nacimiento del malogrado joven que fue objeto de su estudio. Efectivamente, me refiero al ensayista oriolano José Marín Gutiérrez, el cual él mismo se llamó Ramón Sijé. Y el sentimiento de nostalgia es hacia su biógrafo, `el gran ausente´, y por qué no decirlo, `el gran olvidado´, José Muñoz Garrigós, máxima autoridad en el estudio de la vida y obra del primero.

Como decía, en este año se está viviendo el recuerdo hacia Sijé, y en los días de ayer y de hoy, la Universidad Miguel Hernández le está dedicando un curso bajo el título `Ramón Sijé y Miguel Hernández, compañeros del alma´. Cuando me enteré de la organización de esta actividad académica, en la que la Cátedra y la Fundación Cultural Miguel Hernández, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela y la Comisión Organizadora del Centenario de Ramón Sijé; me pregunté cómo lo hubiera vivido Pepe Muñoz Garrigós, qué nuevas aportaciones hubiera hecho y qué nos habría descubierto. Pero, por desgracia no puede ser, ya que parafraseando a Miguel en su elegía, también en él se cumplió aquello que nos decía el poeta: «temprano levantó la muerte el vuelo», pues la parca se cebó con él hace dieciséis años. ¡Cuánto tiempo!, y tampoco, pues siempre está en mi memoria, y parece que fue ayer, cuando dejó esta vida, acompañándole en esos últimos momentos con su familia, mi mujer y yo. Pero, a pesar del mucho o poco tiempo transcurrido, las nuevas generaciones pueden preguntarse, quién era Muñoz Garrigós, injustamente arrebatado cuando contaba cincuenta y tres años, estando en todo su esplendor intelectual y académico.

Pepe, nació en la misma tierra que Sijé, en su «pueblo y el mío» como diría Miguel. Alumno del Colegio Santo Domingo, primero regentado por los jesuitas y después por la Diócesis. El paso por sus aulas fue brillante, al igual que fue por las de la Universidad de Murcia, en la que se doctoró en Filosofía y Letras, siendo Premio Final de Carrera. Desde el curso 1967-68 se incorporó a la docencia universitaria, primero como ayudante, y después como adjunto en la Cátedra de Gramática Histórica regentada por el profesor Muñoz Cortés. Pronto empieza a lograr premios literarios, destacando el otorgado por la Fundación Conde de Cartagena de la Real Academia de la Lengua, en 1974, por su estudio `Contribución al estudio del léxico de La Celestina´, que fue objeto de su tesis doctoral. En ella, efectuó una gran aportación al vocabulario del Siglo de Oro, llegando a estudiar treinta mil palabras con contenido semántico. Un año antes, por un trabajo conjunto con el profesor José Guillén García logró el III premio de Ensayo Ramón Sijé del Ayuntamiento de Orihuela, sobre `Antología bibliográfica de escritores oriolanos´. Su carrera académica le llevó a dictar cursos a nivel nacional e internacional, siendo becario de la Fundación Juan March y conferenciante del Instituto Español de Munich y profesor en la Universidad de París. Desde 1970, pone sus ojos en Sijé, prolongándose sus estudios sijenianos en una cadena de trabajos que fueron recogidos, entre otras, en la revista del Instituto de Estudios Alicantinos de la Diputación Provincial de Alicante, en el Boletín de la Asociación Europea de Profesores de Español, en Monteagudo, en los Anales de la Universidad de Murcia y en Los cuadernos del 27. Pero, su gran obra, fue su `Vida y obra de Ramón Sijé´, publicada en 1987 por la Universidad de Murcia y la Caja Rural Central de Orihuela, en la que recopiló todos los textos publicados por Sijé y algunos inéditos. De debemos encuadrar la vida y la obra de Muñoz Garrigós solo en Orihuela, en Murcia y en Sijé, sino que traspasó las fronteras académicas más allá, gracias a sus estudios filológicos. Ahora bien, en la universidad murciana llegó a regentar la Cátedra de Gramática Histórica, que logró en 1987. En Orihuela, además del premio citado, fue glosador de los pregones de Moros y Cristianos, en 1986, y de Semana Santa, al año siguiente. En este último, nos decía: «Dios, la naturaleza, el arte y el hombre se dan la mano en las procesiones de nuestra Semana Santa. Se forma así un conjunto, cuya armonía es difícilmente repetible». Pepe Muñoz Garrigós vivía, aunque críticamente, las cosas de su tierra y de sus gentes. Y entre ellas, a Ramón Sijé, al que dedicó gran parte de su existencia y de sus estudios. En 1985, estuvo presente dictando una conferencia con motivo del cincuentenario del fallecimiento del ensayista. Hoy, en el centenario de su nacimiento será el gran ausente. Sin embargo, hemos te tener en cuenta que, gracias a él, según decía Vicente Ramos, Sijé «se nos ofrece vivo e íntegro, en su plena individualidad, con su luz y trascendencia».

Fuente: http://www.laverdad.es/

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