
POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
Murcia
Tras varios meses logra el traslado al Regimiento de Infantería “Sevilla” de Murcia. Antes, en un viaje a Madrid, había conocido, de una forma especial, a la que sería su mujer, Mercedes.
En Murcia comienza a organizar el Hospital con buenos resultados, recibiendo felicitación del Coronel y tropa y es apreciado, apareciendo en la prensa local como excelente cirujano y discípulo predilecto del Dr. Cifuentes, de Madrid.
Boda
Solicitó permiso para casarse en Villanueva del Arzobispo, y lo hace en la Parroquia de la ciudad el 22 de marzo de 1930. La novia, de blanco y él, con uniforme de gran gala. Los casó el párroco D. Matías Molina de la Poza. La boda se comenta en la población, como que no se había visto otra igual. Viaje de novios en Sevilla, donde quedan algunos actos de la Exposición Iberoamericana.
Alfonso XIII
Regresa a Madrid para el Congreso de la Asociación Española de Urología, de la que es miembro.
Se encuentra con una invitación: “S.M. el Rey invita a los asistentes al Congreso de Urología a un lunch que se ha de celebrar en el Palacio Real”.
Vestidos para la ocasión, su esposa en traje de noche y él con el traje de gala azul, sus cruces y el emblema de la Legión. Entran en Palacio por la escalera principal. Solamente están de uniforme el General Aznar y Berenguer, sus dos ayudantes y él. El resto de médicos, de frac.
Al bajar los Reyes, Príncipes, Infantas y séquito, todos los congresistas se colocaron en dos filas, El Rey se para ante Tera, y mantiene un breve diálogo, así como el saludo a su mujer. Durante el banquete, el infante D. Alfonso se desvivió por obsequiar al matrimonio con emparedados y tapas.
Regresan a Murcia, tras pasar por Villanueva del Arzobispo para recoger ropa y algunos enseres, y a una cocinera de la localidad, Juanica.
A los pocos días recibe una llamada del Gobernador Militar de Murcia para que vea a su hija, que lleva unos días enferma. Al llegar comprueba que tiene una apendicitis aguda grave, por lo que le propone operarla lo antes posible. La operación fue un éxito y la niña, de ocho años, al poco tiempo estaba en casa, sana y salva. La prensa local publica la noticia con grandes elogios para el médico.
Atraído por ejercer su profesión como médico, solicita irse a Madrid, sin dejar el ejército como supernumerario sin sueldo, y en las Navidades de 1930 ya está instalado en la capital.
Pasaba consulta en distintas clínicas particulares, operando en ocasiones a varios villanovenses: la mujer de Física,y a Juan Antonio Rodríguez…
Hija, República
El matrimonio tiene su primera hija, en marzo de 1931. Su esposa fue atendida por el doctor Vital Aza. A su hija la bautizaron en la Iglesia de Nuestra Señora de Covadonga y le impusieron por nombre María de las Mercedes. Nació monárquica y al mes vivía en la República. Cuando daban un paseo con su recién nacida en su coche Chrysler por la calle de Alcalá, el mismo día que se proclamó la República, se vieron en grandes apuros creyendo que la masa los sacaban por las puertas del coche.
A los veinte días el Diario del Ejército publicaba que todas las excedencias de los Jefes, Oficiales y clase del ejército quedaban derogadas. Las disposiciones tardaron unos meses en salir. Aparece en el Boletín Oficial del Ejército: disponible con destino forzoso en la 1ª Región. El día 1 de junio cobró su primer sueldo 750 pesetas, correspondiente al mes de mayo.
La Ley de Azaña indicaba que “Todo Jefe u Oficial del Ejército puede solicitar el retiro con todo el sueldo si así lo desea”. Presentó su solicitud en el Ministerio del Ejército como lo hicieron numerosos oficiales entre ellos, Blanco y Palanca, ambos casados con villanovenses. Nunca le dieron explicaciones y a todos los presentados les admitieron el retiro, menos a él. Quiso pedir explicaciones, pero le indicaron que tuviese cuidado que ya empezaban “los paseos” y la quema de conventos.
En septiembre lo destinan al Regimiento de Almansa, en Tarragona, pero él optó por no presentarse. Alega que está enfermo. Pasado un mes envía el parte de baja, firmado por tres Capitanes Médicos.
En abril de 1932 recibe un oficio para que se presente en el Hospital Militar de Carabanchel para ser reconocido. Le certifican que no puede prestar ningún servicio. En este periodo, el 10 de agosto es la sublevación del General Sanjurjo. Se complican las cosas y recibe la visita de un suboficial con un pasaporte, con la máxima urgencia para que se incorpore al Regimiento de Infantería de Santa Cruz de Tenerife y, en comisión de servicio, en Villa Cisneros, para la atención de los deportados.
Uniformado se dirige al Ministerio de Guerra para ver al Presidente del Gobierno y Ministro de Guerra Azaña. Lo recibe el General Ruiz Fornell, Subsecretario de Guerra, al que cuenta todo su expediente. Su época en África, condecoraciones… Después lo recibe el Ministro Azaña que le pide que se incorpore a su destino, que parecía tener una marcada hostilidad a la República, pero que era su Cuerpo Sanidad Militar, el que podría sustituirle por otro capitán. Pero fracasó en sus deseos, se vio vigilado y observado, por lo que le aconsejaron sus amigos que abandonase Madrid. Decide trasladarse a Villanueva del Arzobispo con la familia.
En Villanueva, una cochera de la calle Glorieta, la transforma en Clínica, y allí empieza a pasar consulta, con gran éxito profesional y económico.
FUENTE: EL CRONISTA