«SABEMOS QUE SU REHABILITACIÓN SERÍA UNA OBRA COSTOSA PARA LAS ARCAS MUNICIPALES, PERO SE TRATA DE EVITAR QUE EL EDIFICIO, QUE FUE PROPIEDAD DE LA INQUISICIÓN, SE CAIGA», MANIFESTÓ LINA URBANEJA, CRONISTA OFICIAL DE ISTÁN (MÁLAGA) Y PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN CILNIANA
Es indudable el valor patrimonial del Trapiche del Prado, edificio fundamental en la historia azucarera de Marbella. El conjunto, construido en 1644 y actualmente propiedad del Ayuntamiento por donación de la familia de Mateo Álvarez, fue incluido en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz en 2011. Pero el abandono por parte de las administraciones y el progresivo deterioro del edificio, situado en el área de Xarblanca, en la zona norte del término municipal, han acabado por incluir el inmueble en la lista roja del Patrimonio de Hispania Nostra, a nivel nacional. «Sabemos que su rehabilitación sería una obra costosa para las arcas municipales, pero se trata de evitar que el edificio, que fue propiedad de la inquisición, se caiga», manifestó Lina Urbaneja, cronista oficial de Istán y presidenta de la asociación Cilniana, que vela por la conservación del patrimonio histórico de Marbella, y que ha impulsado su incorporación a este catálogo con la pretensión de llamar la atención sobre el continuo deterioro al que se encuentra expuesto.
Asimismo, señalan que una de las puertas del recinto permanece abierta pese al peligro de derrumbe, además de los posibles actos vandálicos que puedan ocasionarse. «Bastaría con aplicarle unos cuidados de mantenimiento y limpieza así como de desbroce de vegetación para evitar el avance de la ruina», agregó Urbaneja. «Hay ciudades que miman el patrimonio y no sé qué tiene Marbella que todo lo que sea patrimonio estorba», criticó.
La ciudad de Marbella fue, junto a Torrox y Vélez-Málaga, testigo del resurgimiento de la actividad cañera entre finales del siglo XVIII y principios del XIX después del declive del comercio de la caña por la competencia del azúcar caribeño. A principios del XX, en cambio, el edificio del Trapiche del Prado continuaría la actividad industrial, esta vez, encaminada a la fabricación del vino moscatel hasta los años 50. Finalmente, hasta 2008 se llegó a utilizar hasta como cuadra para caballos.
Más recientemente, en el año 2009, tras una excavación arqueológica puntual realizada en la zona se identificaros restos de la antigua fábrica de azúcar, como los hornos o dos bancadas de la molienda de agua. Sin embargo, la vegetación y el matorral descontrolado han vuelto a provocar grietas y destrozos varios del que fuera testigo del esplendoroso pasado industrial de la ciudad, quedando ocultos por la maleza y los escombros. «Todo lo que se había descubierto con la excavación vuelve a estar tapado y obstruido por la dejadez absoluta de las administraciones. A pesar de la protección, ni el Ayuntamiento lo ha protegido ni la Junta ha velado porque se cumpla con su protección. El resultado es que el edificio se está cayendo», denunció, por su parte, la historiadora Lucía Prieto.
Cabe recordar que la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, llegó a colocar la primera piedra para la construcción de una residencia pública de ancianos -deseo expreso de la familia de Mateo Álvarez tras su donación a la ciudad en 1992- durante su primer mandato. El proyecto continúa paralizado después de que la Junta de Andalucía rechazara la modificación puntual del PGOU para la edificación del inmueble.
Fuente: http://www.malagahoy.es/ – Elisa Moreno Marbella