POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA. CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)

Los jóvenes uleanos tienen grandes inquietudes, sin lugar a dudas. Sin embargo, precisan de las herramientas adecuadas para organizarse y desarrollar sus actividades.

Desde el año 1970, vienen realizando encuentros y acampadas; de manera informal. Las inquietudes dentro del grupo, han culminado con el nombramiento de José María Carrillo Espinosa, futuro cura misionero, como jefe del grupo Scout de Ulea y, el día 24 de mayo del año 1973, se efectúa “La Toma de Promesas” de la organización.

Tras el nombramiento de José María Carrillo, como Jefe de los Scout de Ulea, procedió a rodearse de un grupo de uleanos comprometidos con el escultismo, con el fin de llevar a cabo el sueño de los jóvenes. Con el asesoramiento del insigne médico Don Luis Molina Niñirola y del párroco de Ulea Don Cristóbal Del Amor, procedió a nombrar su equipo de trabajo; quedando conformado como sigue: Jefe de Tropa, Manuel Pedro Carrillo Espinosa- Guías Responsables, Emilio Buendía Tomás, Ángel Carrillo Herrera, José Antonio López Romero y Ángel Carrillo Espinosa-Jefe de Grupo, Luis Abellán Cascales

Este grupo dirigente de escultistas fue plasmado con el nombre “Santa Cruz, nº 27 de Ulea”, en el Registro Provincial. Una vez tomadas las riendas, el día 24 de mayo de 1970, efectuaron una marcha al paraje “La Navela”, aunque de manera extra oficial e informal.

El pionero, José María Carrillo Espinosa, reunió a los padres, en una asamblea, general para hacerles comprender que el escultismo lo que pretende, es ocupar el tiempo de ocio de los jóvenes, en actividades formativas y recreativas; pidiéndoles su colaboración, con el fin de llevar, dicha empresa a feliz término.

Aprovechó la ocasión para explicarles qué, como no tenían subvención oficial, se nutrirían de las aportaciones voluntarias, venta de lotería y criando gusanos de seda, en su época correspondiente. Cada vez tenían más adeptos y la inscripción, llamada “Promesa Scout” se efectuaba en la explanada de la
Noria Villar de Felices, de Ulea.

Ya, desde “La Toma de Promesas”, comenzaron sus acampadas de verano en Sierra Espuña, una acampada de Navidad y siete salidas discrecionales. La primera al “Barranco del Saltear”, de Ulea, próximo a la estación del ferrocarril.

El Jefe del grupo Scout de Ulea, nos cuenta una anécdota, que pudo ser trágica y solo quedó en un tremendo susto. Dice así: estando acampados en un barranco de Sierra Espuña, nos sobrevino una inesperada tormenta que provocó una gran avalancha de agua y, ante el peligro de que nos arrastrara aguas abajo, nos atamos con unas cuerdas a los troncos de los pinos y, aunque el agua nos llegaba más arriba de la cintura, salimos indemnes.