EL CRONISTA DE ARTENARA RECIBIÓ LA DISTINCIÓN COMO HIJO PREDILECTO JUNTO A CÁNDIDO VEGA, PINO CANARIO DE PLATA; Y CÉSAR AUGUT FERRE Y JOSÉ ARENCIBIA, HIJOS ADOPTIVOS
«Este paisaje cumbrero, físico y humano, es una referencia cultural y existencial para todos los grancanarios», reivindicó ayer José Antonio Luján, antes de reclamar a las instituciones públicas que «no olviden las necesidades de mantenimiento sostenible de los caseríos, de los caminos y, sobre todo, de sus gentes». Luján hizo estas consideraciones ayer en Artenara al hablar en nombre de los distinguidos por la Corporación artenarense con motivo de las fiestas de San Matías y los Pinares.
Luján centró su intervención en definir la Isla «como un ente integral, como si se tratara de un ser vivo». «Este invierno las cumbres son una fiesta. Un paisaje que todos los grancanarios disfrutamos, como si fuera nuestro propio jardín», agregó. Luján inició su intervención con un recuerdo del empresario Agustín Artiles Padrón, fallecido el miércoles y que durante treinta y siete años gestionó El Mirador de la Cilla, y que contaba con la insignia de oro de Artenara.
Junto al profesor y cronista Pepe Luján, nombrado hijo predilecto, se distinguió a Cándido Vega, como ´Pino Canario de Plata´, por sus labores y su dedicación a la repoblación forestal del municipio; a César Augut Ferre, por organizar la Casa Museo «Casas cueva de Artenara», y recrear en la entraña de la tierra el ambiente hogareño y después de 28 años en el municipio, la Corporación le ha concedido el nombramiento de hijo adoptivo. Y también a José Arencibia Gil, a título póstumo, por su labor como artista del mural principal de la Iglesia de San Matías «y de las pinturas como la Asunción de la Virgen y el profeta Elías llevado al cielo carro de fuego», en palabras del cronista.
Recogió la distinción del artista a título póstumo, su hijo Luis Arencibia, llegado de Madrid, pero arropado por sus hermanos Pepe, María de los Ángeles y Gerina, así como por nietos y sobrinos del pintor.
José Luján estuvo acompañado por su familia, sus vecinos y los cronistas oficiales de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Laforet; Tejeda, Fina Suárez; Valleseco, Nicolás Sánchez Grimón; Gáldar, Juan Sebastián López; Valsequillo, Matesa Cabrera; Telde, Antonio María González Padrón; San Mateo, Pedro Suárez; La Aldea, Francisco Suárez; y Teror, José Luis Yanes. Tras un breve repaso a su trayectoria como escritor de Artenara desde su primera crónica en 1966 titulada «la fiesta de San Matías, la inauguración de la luz eléctrica y la bendición de las campanas», la alcaldesa Eva Díaz, agradeció a Pepe Luján su labor como «memoria y embajador de Artenara».
Y en pleno ambiente festivo Eva Díaz anunció a los vecinos que el Ayuntamiento se había hecho con la mayoría de las acciones de la sociedad que suministra el agua de abasto y que se «acabaron las restricciones». Y la alcaldesa dio las gracias al Cabildo por su apoyo, por su mediación con el Consejo Insular de Aguas y por financiar el alumbrado de la Iglesia, entre otras obras. Por esa gratitud municipal, pronunció el pregón de las fiestas de San Matías y los Pinares el consejero de Agricultura del Cabildo Francisco Santana. No faltaron a la celebración cumbrera el alcalde de Tejeda, Francisco Perera y el consejero del Cabildo Antonio Hernández Lobo.
Fuente: http://www.laprovincia.es/ – Fernando Canellada