Invitarme a tu bautizo
¡qué cosas tienes, MIGUEL!
¿A estas alturas, tú un niño?
Pues todo pudiera ser.
Sólo un señor de tu hombría
quiere de nuevo nacer
para recibir el agua
cristalina de la fe,
rodeado de sus hijos,
sus amigos y mujer.
Yo aplaudo el gesto cristiano
que tan claro te hace ver
en la tarde del amor
a Jesús de Nazaret.
Tú que andaste sobre el mar
-¡Mar Menor de San Javier!-
dadme la mano nos dices;
mirad dónde pongo el pie
porque el mundo me da vueltas
y no sé si seré fiel…
¡Pero si eres una iglesia
de comunión y honradez!
Si tú dudaras, Maestro,
¿quién nos iba a sostener?
MIGUEL mío, niño mío,
hombre nuevo intentas ser.
¡Quién sondeara tu alma!
¡Quién estuviera en tu piel!
Vamos todos al bautismo.
Vamos contigo, MIGUEL.
Dile al cura que se ponga
de blanco en la pila y que
se vista de fiesta el pueblo,
el pueblo de San Javier.
Agua, más agua, Señor,
que mi MIGUEL tiene sed.

APULEYO SOTO GUADALIX-MADRID 12 OCTUBRE 2007.