
El pasado día 9/V/2014 en el Salón de Actos del Centro Cultural García Lorca de Bedmar, tuvo lugar la presentación del Tomo III de la Colección “Bedmar: Geografía, Historia, Arte y Cultura (Desde los orígenes hasta nuestros días)”, de un total de cuatro volúmenes que saldrán a lo que queda de año. Este volumen dedicado al Arte ha sido presentado por D. Fernando Viedma Fernández, Maestro y Juez de Paz de la localidad en presencia de la alcaldesa de la villa, Dª. Micaela Valdivia García y del autor, quien se dirigió al público con las palabras que siguen, para finalizar con un “power point” sobre las imágenes más significativas de la villa, explicadas con amplitud de datos por el autor, nuestro asociado nº 1 de la RAECO, D. José Manuel Troyano Viedma, Cronista Oficial de las villas de Bedmar y de Garciez (Jaén).
PALABRAS DEL AUTOR
Excmo. Sr. Presidente de la Diputación Provincial de Jaén –amigo Paco-. Ilma. Srª. Alcaldesa de Bedmar y Garciez. Miembros de la Corporación Municipal. Sr. Juez de Paz y Presidente de la Asociación Bedmar Debate, Foro de Encuentro y Reflexión. Queridos familiares, amigos y amigas de este entrañable pueblo de Bedmar.
Permitidme en primer lugar felicitar a mi ilustre presentador por la magnífica labor que desarrolla, desde que en febrero de 2001 se creara la Asociación “Bedmar debate”, cumpliendo en todo momento con los objetivos marcados por la misma en sus Estatutos. ¡Muchas felicidades amigo Fernando y mi más cordial enhorabuena por el trabajo bien hecho!
Hoy, -tras las palabras que me acaba de dedicar D. Fernando Viedma Fernández, las cuales hacen que me sienta un poco abrumado, debido a que todos los que estamos aquí nos conocemos muy bien, pero me imagino que es por aquello del protocolo que acompaña a este tipo de actos culturales, los cuales siempre son bienvenidos- estamos aquí para ser testigos de la presentación oficial de un proyecto que ofrecí en el verano de 2013 al Ayuntamiento de Bedmar, a través de su Alcaldesa, tras haberlo comentado también con D. Francisco Reyes Martínez, e incluso ofrecí, en varias ocasiones la posibilidad editorial a la Empresa de nuestro buen amigo D. Antonio García Martínez, pero los tiempos son los que son y las ayudas escasas o nulas, aunque he de deciros, que mi proyecto fue aceptado y siempre he recibido el ánimo y el aliento tanto por el Ayuntamiento como por la Presidencia de la Diputación, cosa esta que para mí es más que suficiente y de ahí que me decidiera a realizar esta aventura editorial de un trabajo que sobre Bedmar llevo realizando desde hace más de cuarenta años, fruto dela labor investigadora que he llevado a cabo a lo largo de mi vida profesional, sobre todo en los años que dediqué a la Tesis Doctoral que defendí en la Universidad de Córdoba el 18/III/1992, y que hoy felizmente jubilado, al poder disponer de más tiempo, he podido sintetizar y organizar la documentación existente en mis Archivos personales, bien guardados en la Memoria de mi Ordenador, y con mucho trabajo y mucha paciencia, dar a la luz una Colección de libros bajo el título: “Bedmar: Geografía. Historia. Arte y Cultura (desde los orígenes hasta nuestros días)” y que comprenderá la edición de tres volúmenes: el Iº, dedicado a la “Geografía bedmarense”; el IIº, a la Historia bedmarense –que a su vez se subdividirá en dos tomos: II.1. “De la Prehistoria hasta nuestros días” y II.2. “La Nobleza -Señorío, Cabeza de Encomienda de la Orden de Santiago, Marquesado y la Grandeza de España de la Casa de Bedmar- y la Iglesia bedmareña; y, el IIIº, el cual presentamos hoy, bajo el título de: “El Patrimonio Histórico-Artístico y Medioambiental de Bedmar y su término municipal”. En definitiva se trata de una obra única sobre nuestro Municipio, hasta el momento, y con una pretensión, la de servir de base o punto de partida para seguir investigando sobre nuestro pasado y nuestro presente como fundamento de un futuro mejor para todos nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.
En el volumen I, dedicado a la Geografía Bedmarense, aparecerá el Prólogo General de la Colección obra de D. Francisco Reyes Martínez y un Saluda de nuestra señora Alcaldesa, cosa esta que les agradezco públicamente por las palabras que me dedican en sendos escritos, los cuales deben de estar en la calle entre finales de este año y comienzos de 2015, si Dios quiere y me da fuerzas y salud para acabar lo que he empezado.
Este tercer volumen, primero en orden de aparición en imprenta, tiene una tirada de 75 ejemplares y cuenta con 312 páginas dedicadas sólo y exclusivamente a la temática referida, el Patrimonio Bedmarense, por lo que todo el contenido se ha estructurado de la siguiente manera: tras el Prólogo, realizado por mi hijo José Manuel, Licenciado y Doctor en Historia por la Universidad de Granada y que desempeña su labor profesional en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos “Casa de las Torres” de Úbeda, como Profesor Numerario en las materias de Historia de España e Historia del Arte en 2º curso del Bachillerato Artístico. ¡Gracias hijo mío! Le sigue una Introducción, dedicada de manera expresa al artista e investigador local, D. Juan Rodríguez Navarrete (q.e.p.d.), quien en vida nos dejó sus vivencias sobre Bedmar en multitud de cuadros y en sus magníficos trabajos en vídeo. A continuación se introducen unas imágenes previas, con las que he pretendido, de forma no muy exhaustiva, hacer referencia a todos aquellos rincones existentes en la villa y su término, que a lo largo de 25 años he intentado descubrir y explicar a todos aquellos que me han querido acompañar en los Recorridos Histórico-Artístico-Cultural-Medioambiental, que terminaban con un abundante desayuno mediterráneo preparado por la gentil colaboradora de un servidor, mi amiga y pariente, Dª. Alejandra Viedma Troyano. ¡Gracias Alejandra por tus avituallamientos del recorrido de la Semana Cultural!
Ya dentro del libro, he de decir que los contenidos del mismo, se organizan por capítulos y en el primero de ellos me refiero a los asentamientos prehistóricos, en los que se analiza la obra pictórica y el material lítico empleado por los primeros pobladores de esta zona bedmarense del “Bello Valle” –Bellum Valli: BELVAL-, por donde transcurre plácidamente el río Bedmar, en las cuevas y/o abrigos naturales de la Serranía de Cuadros, La Golondrina, La Serrezuela y los Cerros de las Canteras y de Fique, analizando las pinturas rupestres de los abrigos de la Fresneda y de Cuevas Bermejas.
El capítulo segundo se dedica al estudio de los Yacimientos ibero-romanos-visigóticos y árabes que se encuentran diseminados por el término de Bedmar, los cuales son muchos y están poco estudiados aún y de entre los que podemos destacar esculturas como la del León ibérico del Cerro de las canteras de Gibier, sito en la confluencia de los términos municipales de Bedmar-Garciez y Jimena y cuyos pastos son arrendados por nuestro Ayuntamiento, así como los Molinos de mano para la molienda de cereales encontrados en el Cortijo de Pedro Marín y la Prensa de aceite hallada en el Cortijo de la Virgen, todos los cuales podemos contemplar en el Museo Arqueológico Provincial y en el Museo de la Casa Mudéjar de Úbeda, respectivamente.
Bedmar es un pueblo de base agro-ganadera fundamentalmente desde sus orígenes hasta los años iniciales de la última década del S. XX, en la que a esa base agro-ganadera se le sumó la industria de productos de transformación agraria, en especial el espárrago blanco, unido a las tradicionales empresas productoras del aceite de oliva virgen bajo la denominación de Sierra Mágina y con la marca “Magnasur” y otras auxiliares, como la de “Sabores de Jaén”. Pues bien desde aquellos orígenes productivos los hombres y mujeres de Bedmar han llevado a cabo unas construcciones denominadas de “piedra en seco”, que van desde las Eras, las cercas, los mojones, los Caracoles –pequeñas construcciones de planta circular o elíptica que se rematan a base de piedras superpuestas en una bóveda cónica- tal y como las podemos contemplar aún en el Cerrillo de las Hoyas, como tal o como Chozos en el Barranco del Perú y en la Cantera de las Piedras, sin olvidarnos de los majanos y de las Caleras. Se cierra el capítulo tercero con un Catálogo de este tipo de construcciones, que en octubre de 2005, realizó D. Matías Gómez Carreras para la Página Web de CISMA.
El capítulo cuarto está dedicado al análisis y estudio de las Fortalezas Militares Medievales, tanto de origen árabe como cristiano, siguiendo el estudio realizado y publicado por D. Matías Gómez Carreras, bajo el título: Los castillos de Bedmar. Muchas de esas construcciones hunden sus raíces en la época ibero-romano-visigótica, como es el caso de la Villa Vieja –la “Accabe” romano-visigoda y la “Al-Matmar” árabe, cuyo significado era el mismo: “Bajo el Silo o la Cueva del Murallón de la Serrezuela”.
El capítulo quinto lo dedico a pasar revista a todos y cada uno de los Edificios Eclesiástico-Administrativos de la villa y su término, así como a las obras de arte de toda índole que ha habido y aún hay en su interior, formando parte de un rico patrimonio procedente de la Edad Moderna y de los años 40 del S. XX, por haber sido destruidos, gran parte de ellos en los aciagos días del 18 de julio de 1936. En este capítulo se hace una especialísima mención sobre nuestra Iglesia Parroquial y sobre la Ermita-Santuario de Cuadros, así como al análisis y estudio de dos grandes obras de arte: el Niño Jesús de la Virgen de Cuadros y la de Santo Domingo de Guzmán penitente, así como de las imágenes de la Virgen de Cuadros, la antigua y la actual, a través de las Litografías, Grabados, Estampas y testimonios fotográficos, que arrancan a finales del S. XVIII y llegan hasta nuestros días.
En el capítulo sexto se estudian las obras civiles, tanto públicas como privadas, diseminadas por la villa y su término. Tales obras han sido y son de vital importancia para todos nosotros, al tiempo que nos han servido como indicadores precisos del proceso urbanístico que ha seguido nuestro Pueblo a lo largo de su Historia. De entre todas esas obras quiero destacar, aquí y ahora, por la importancia que el aceite de oliva ha tenido y tiene en nuestra economía, la evolución de los Molinos de Aceite, bien como Fábricas o como Cooperativas, hasta llegar a la moderna S.C.A. “Bedmarense”.
Alejada de la élite hidalga primero y burguesa, después, se analiza en el capítulo séptimo
En el capítulo octavo se analiza la estructura urbanística de la villa de Bedmar desde la segunda mitad del S. XIX hasta el día de hoy, con especial atención a las construcciones burguesas llevadas a cabo bajo el estilo arquitectónico del Modernismo-Historicista, cuyo núcleo más esencial se encuentra en las calles Nueva –de la que por cierto en el Apéndice Documental se da cuenta del trabajo que el arquitecto D. Jorge Moya Muñoz ha realizado en 2014 sobre la casa nº 5, propiedad de los Herederos de D. Cesáreo Fernández Jerez y de Dª. Rosa Marín Bilbao, a instancias de su nieto D. Juan Cristóbal Fernández-, Iglesia y/o Tercia, Mercado –antes de San Marcos-, Horno, Plaza de Abajo, Andalucía y Plaza de Arriba, sin olvidarnos de las situadas en la Avenida Virgen de Cuadros, aunque muchas de ellas hayan sido víctimas de la piqueta o del abandono de sus propietarios en los últimos años.
Vistos y descritos, de la mejor manera posible, todos y cada uno de los Monumentos histórico-artísticos, pasamos al capítulo noveno donde se pasa revista a la actuación medioambiental llevada a cabo en los Parques de la Pililla y del Pilarejo, así como en la reordenación de las entradas al Municipio, por parte del Ayuntamiento, desde su creación en los inicios de la segunda mitad del S. XX.
En el capítulo décimo, nos centramos ya de lleno en el patrimonio medioambiental, al ser Bedmar el “MIRADOR DE MÁGINA” y la ventana, siempre abierta hacia el Valle del Guadalquivir y a las ciudades Patrimonio de la Humanidad de Úbeda y Baeza, allá en sus “cerros”. Una ventana bien interpretada por la fotógrafa artística local Dª. Lina García Arévalo, y que un servidor en parte, ha tomado para el diseño de la portada del libro junto a ese inmenso “mar de olivos eterno” que dice nuestro Himno, junto a dos imágenes urbanas de Bedmar en dos momentos puntuales de su Historia: finales del S. XIX y comienzos del S. XXI. Es tal y tan rico nuestro paisaje orográfico que hemos de estudiarlo como una parte importantísima de nuestro Patrimonio y de nuestra atracción turística, ya que además, como se señala en el capítulo onceno, albergamos en nuestro término el Paraje Natural del Alto Guadalquivir, un paraje protegido por la ley 2/1989 de 18 de julio, con una superficie de 260 Has., como consecuencia de la construcción del Embalse de Pedro Marín, en la que se ha conformado el “humedal” más importante de la Comarca de Sierra Mágina, junto con el Parque Natural, al que se accede por su cara norte a través del Paraje Natural de Cuadros, donde se encuentra el Adelfar de Cuadros, un bosque galería de este tipo de flora y el más grande de Europa.
Es éste un volumen dedicado al Arte en todas sus expresiones y por ello el capítulo doce lo dedico a estudiar la vida y la obra de los artistas locales y foráneos que han dejado su huella plástica en Bedmar y su término. Son muchos los hombres y mujeres, que tocados por el don artístico, bien innato y/o aprendido, los que se relacionan aquí, pero de seguro que habrá muchos más e incluso mejores, por lo que desde aquí os animo a que se saquen a la luz y se estudie su obra en los futuros trabajos que habrán de realizar los nuevos investigadores, los cuales siempre serán necesarios para poder alcanzar un mejor y mayor conocimiento de las cosas y de los hechos acontecidos en Bedmar a lo largo de su Historia, pues esta Colección quiere ser un punto de partida, nunca un punto y final.
¿Os imagináis un Museo Etnográfico en el que podamos contemplar todos y cada uno de los útiles y utensilios domésticos y agro-pecuarios que dispusieron nuestros convecinos en los dos últimos siglos? No me refiero al interesante intento de utilización para ese fin de las “Carnicerías” de la Plaza de Arriba, sitas bajo el Poyo del Tío Laino, me refiero al Museo de la Familia Medina-Chamorro, realizado con mucho esfuerzo, amor y cariño por las cosas de su tierra bedmareña y giennense. Me refiero a sus artífices, D. Cristóbal Medina Vicioso (q.e.p.d.) y Dª. Antoñita Chamorro Fernández, los cuales hicieron este museo con una finalidad privada, pero es una triste pena que no sea aún de uso público bien controlado, tras llegar a un acuerdo, por parte de las autoridades locales con los propietarios, promoviendo una fundación público-privada y poder de esa manera darlo a conocer a la sociedad local, comarcal, provincial, autonómica y nacional, e incluso a Europa, pues bien lo merece el contenido del mismo, pues a mi juicio es el mejor museo etnográfico de la provincia, tras el de Jaén. Y, créanme, no exagero.
Finaliza el libro con un último capítulo dedicado a las Fuentes y a la Bibliografía de la Colección –sin olvidar mencionar la procedencia de los dibujos e imágenes que aparecen en el texto- que hoy comenzamos a presentarles a todos ustedes y que espero, reitero, una vez más, pronto sea una realidad, sin dejar de decirles que de nosotros depende la mayor o menor conservación de nuestro Patrimonio, el cual, tanto en la villa como en su término, aún nos queda bastante y como muestra un botón: –Visionado del Power Point-.
Alegato final.- DEFENDAMOS NUESTRO PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTISTICO-CULTURAL y MEDIOAMBIENTAL
Por Patrimonio entendemos la riqueza histórico-artística, cultural y medioambiental de la que disponen los pueblos. Dentro de ese patrimonio que aún nos queda, el cual es todavía importante en cuanto a su cantidad y a su calidad, existen algunos de ellos que son de propiedad mixta (pública y privada), como por ejemplo el Jardín del Palacio de la familia de La Cueva; otros de propiedad privada, como el Castillo del Mirador o la Villa Vieja; otros de propiedad pública (Municipal o Eclesiástica), como el Torreón de Cuadros o las distintas iglesias existentes en nuestro término municipal y otras que tienen el carácter de ser patrimonio de familias particulares, sobre todo de casas de la época artística historicista (finales del S. XIX y comienzos del S. XX), sitas en las calles Nueva y Andalucía y museos que serían dignos de ser abiertos al público llegando a acuerdos puntuales con las familias de la localidad que detentan la propiedad de los mismos.
En nuestro Pueblo contamos con manifestaciones artísticas que van desde la Prehistoria hasta nuestros días –de las pinturas rupestres de Cuevas Bermejas hasta la Sede de la Denominación de Origen del Aceite de Oliva “Sierra Mágina
”-, e incluso podemos decir, con orgullo, que con Francisco del Castillo “El Mozo” y su labra de la magnífica portada-retablo de nuestra Iglesia Parroquial se inició el Manierismo en España, extendiéndose por Baeza, portada de San Juan Evangelista de la Universidad de Baeza, portada de San Lorenzo en Úbeda y en la Real Chancillería de Granada, todas ellas obras proyectadas por este arquitecto-escultor formado en Italia junto al gran Miguel Ángel.
Tuvimos mucho Patrimonio en Bedmar. Hoy ya no nos queda tanto. Hagamos pues, entre todos, lo máximo para conservar lo que aún nos queda, pues solo así daremos pruebas, ante quienes nos visitan, en mayor número cada día, de que somos un pueblo culto y consciente de lo que se atesora en él, al haber sido capaces de gestionar de manera sabia, responsable y eficaz la valiosa herencia que nos dejaron los “Panciverdes” que nos han precedido. A todo esto, he de añadir, que el curso que se está desarrollando en la casa de Oficios de Bedmar, ha de ser un elemento dinamizador de todo cuanto se expone en el libro que hoy os he presentado, pues con los conocimientos alcanzados serán capaces de transmitir a todos los valores que atesora nuestra tierra de Mágina en general y de Bedmar en particular, al formar todos y cada uno de nuestros monumentos una parte consustancial de un TODO bien interrelacionado.
Defendamos, pues, todos a una, el rico Patrimonio que aún tenemos en Bedmar y en la Comarca de Sierra Mágina, como buen ejemplo de economía sostenible basada en el sector primario, secundario y terciario o Servicios.
José Manuel Troyano Viedma (Mayo, 2014).