POR JOSÉ MARÍA FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
El Sueve, cordillera que ensambla los municipios de Colunga, Caravia, Parres y Piloña, tiene nombre de dios, del dios Júpiter. Es el «mons Iovis», monte de Júpiter, cuya nomenclatura, por deformación fonética, evolucionó hacia mons sovis, mons xuevi, MONTE SUEVE.
Su cumbre más alta, el PIENZU (1.162 m sobre el nivel del mar, también tiene nombre de origen latino. Es el apix (plural, apices) o bonete blanco con que cubrían su cabeza los sacerdotes de Júpiter.
El Pienzu simboliza el sacerdocio del dios cuya divinidad corresponde a la montaña.
Ahora, en viaje de ida y vuelta, haremos la ruta Lastres-México-Lastres.-México fue destino de emigración de la familia lastrina Victorero Lucio. Allí labraron fortuna y esperanza de porvenir halagüeño; pero los avatares políticos, las revoluciones y contrarrevoluciones dieron al traste con sus proyectos.
Y de México, en los inicios del siglo XX, retornaron a su Lastres natal logrando salvar su vida y sus dineros.
En prueba de gratitud a la protección divina, y como recuerdo permanente de ella, decidieron levantar una CRUZ en el punto más visible de todo el Concejo : la cumbre de Pienzu o PICU PIENZU.
El proyecto, gestado en 1914, se hizo realidad el 25 de septiembre de 1915.
Su centenario está ya «llamando a la puerta».
Esta Cruz, de madera, con unos 7 m de altura, fue destruída en 1925 a causa de un temporal y reedificada de nuevo, gracias a la familia Victorero, en 1928. Y otra vez más la acción de la intemperie -y quizá también la mano del hombre- fueron causa de su destrucción en 1941.
No se podía perder esa Cruz. Y el ayuntamiento de Colunga, en colaboración con la Diputación Provincial y los ayuntamientos limítrofes del Sueve, y , por supuesto, con la generosidad de la familia Victorero Lucio, retomó en 1950 la idea de una nueva reposición, cosa que se hizo realidad el 18 de septiembre de 1955.
Hace ahora 60 años.
Esta nueva Cruz, de estructura metálica, con una altura de 12 m y una longitud de brazos de 6 m, se apoya en una base de hormigón y consta de 148 piezas de acero ensambladas por 110 tornillos; piezas y tornillos que fueron llevadas a mano por gentes de Libardón.
Costó esta obra, subvencionada por la familia Victorero Lucio, la cantidad de 22 000 pesetas.
Ahí está la Cruz, nuestra CRUZ DE PIENZU.
Nos llama y nos espera este septiembre para, una vez más, brindarnos su protección.
Creyentes o no, eso es lo de menos, es, por sobre todo, la Cruz del Concejo de Colunga.
Esta foto, preciosa, es obra de JAVIER GUTIÉRREZ ROZADO, buen amigo que nos ha permitido su publicación.