POR MIGUEL GALLEGO ZAPATA, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE SAN JAVIER (MURCIA)

Cuando por imperativo de la vida, de cuyo tren es imposible bajarse, nuestro ilustre amigo el licenciado en Farmacia por la Universidad de Granada, Don Francisco Carrión Navarro, hace entrega del testigo de su longeva farmacia situada en la Avenida de Sandoval de Santiago de La Ribera a su hija, la licenciada en Farmacia Doña Cristina Carrión Barberá. No quiero dejar pasar tan feliz oportunidad para dejar constancia de varias cosas.

Paco Carrión, para los amigos, se quedó sin padre cuando tenía ocho años y su madre, una abnegada mujer tuvo que sacar adelante su casa y darles carrera a sus tres hijos, Paco, era el mayor, y ya desde su adolescencia era una persona responsable y sabía muy bien que la vida le había colocado en una coyuntura en la que no se podía perder el tiempo lo que le obligó a sacar su brillante carrera a base de matrículas de honor, lo que le hubiera permitido abrir su Farmacia donde hubiera querido, pero apegado a su tierra, como todos los suyos, eligió Santiago de La Ribera y allí ha transcurrido su vida, prestando un servicio que, quizá, muchos no lo hemos sabido apreciar ¡lejos cuando teníamos que ir a San Javier o a San Pedro del Pinatar para comprar las medicinas que nos recetaban.

Paco, tuvo la suerte de casarse con una agraciada dama catalana, Cristina Barberá, que ha sido y sigue siendo sus pies y sus manos y le ha ayudado a educar a sus tres hijas, muy buenas estudiantes pues las otras dos han estudiado Ingeniería y Medicina, gente lista y de buena crianza.

Paco, fue un gran Director de aquella emisora parroquial de tan feliz memoria y presidente de las tómbolas parroquiales, y también ha tenido una labor destacada en el Rotary. Fue siempre un buen deportista, aún recuerdo cuando iba a Mazarrón en bicicleta.

En mis tiempos, en todas las crisis políticas se barajaba su nombre para la Alcaldía, ya que es un hombre culto y en quien se puede confiar, pero siempre declinó entrar en política.

Al felicitar a Don Francisco Carrión por su obra bien hecha, le enviamos un afectuoso saludo desde aquí, deseándole lo mejor en este tiempo de merecido descanso.