POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
En los primeros tiempos del cristianismo fueron abundantes los fieles creyentes que, en vida de penitencia y de oración, buscando un mayor acercamiento a Dios se retiraron «al desierto» haciendo de su vida un ejemplo de sacrificio y de fe. El concepto de «desierto» no debe entenderse como el de «un arenal sin apenas vida»; sino como el de un lugar alejado de la vida urbana y, por tanto, exento de la «contaminación social».
Muchos de estos ascetas ermitaños fueron agrupándose y transmitiendo sus pensamientos y enseñanzas a otras gentes; enseñanzas que fueron recopiladas en los finales del siglo V bajo el título Apophthegmata Patrum.
Entre estos numerosos eremitas destaca ABBA ANTÓN, o san Antonio Abad, también llamado San Antonio el Ermitaño y San Antonio del Desierto; y que en nuestra Asturias decimos Santu Antón.
He aquí uno de sus pensamientos espigado en los Apophthegmata: «Aquel que golpea una masa de hierro reflexiona antes sobre lo que quiere hacer: una hoz, un hacha, una espada. Del mismo modo debemos, nosotros también, preguntarnos qué virtud queremos alcanzar y así no nos extenuaremos en vano».
Su fiesta, muy celebrada en Madrid y después extendida a toda España, se celebra el 17 de enero y su «proyección gastronómica», surgida en el siglo XI, fueron y son los famosos «panecillos de San Antón» que se repartían como limosna entre los necesitados.
En la FOZ DE MORCÍN, que es pueblo asturiano a la sombra del Monsacro, festejan a Santu Antón con un tradicional y suculento POTE DE NABOS, tal como exige la historia y pregona, año tras año, la COFRADÍA DE AMIGOS DE LOS NABOS, de la que, por gracia de sus cofrades, soy COFRADE DE HONOR.
En esta celebración 2015 lo será, entre otras personas, la gran escritora MARIA TERESA ALVAREZ, candasina y asturiana en toda su vitalidad.
Los nabos son, como alimento, poco nutritivos y un tanto insípidos; quiere esto decir que precisan de un abundoso y sustancioso compango.
Los prepararemos así: Pelados y limpios, los cortaremos en trozos mediano-grandes y los colocaremos en una cacerola de este modo: capa de nabos, capa de compango (costilla,morros, rabadal, chorizo, morcilla, oreja, adobo…), capa de nabos… hasta finalizar con capa de nabos. Cubrir con agua y cocer durante un par de horas. Dejar en reposo durante una noche y volver a cocer durante otras dos horas, añadiendo durante la cocción, si se desea, unas patatas escachadas.
Servir, muy calientes, en la misma cazuela.
¿Y de postre? ¡¡¡Quesu de afuega´l pitu!!!
Recuerden: Este sábado y este domingo, MORCIN LE HACE FIESTA A SANTU ANTÓN Y AL POTE DE NABOS.
¡¡¡No falten!!!