POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Cumples 30 años de casado? ¡Ostras! Llama a ese aniversario bodas de perla. Hace diez años, por recomendación de Alberto Polledo, que me hizo una oferta irrechazable, compré en Santa Teresa (R. I. P.) las Obras Completas de Leopoldo Alas, de unas diez mil páginas; en la primera parte del tomo cuarto, en «Solos de Clarín», que vieron la luz en 1881 (no había cumplido Leopoldo 30 años), me encontré con estas Cavilaciones: «El matrimonio es una gran institución, pero se celebra al revés. La ceremonia debía dejarse para el último día de la unión en la tierra. Al morir uno de los esposos, la Iglesia y el Estado, previa declaración de las partes, podrían decir con conocimiento de causa: éste fue matrimonio. Todo lo demás es prejuzgar la cuestión». Valga esta reflexión para la gente a la que, como yo, le va bien con su cónyuge, ¡ya nos queda menos para declararnos!
Fuente http://www.lne.es/